Actores que sufrieron secuelas físicas o emocionales tras papeles difíciles
Desde cambios físicos extremos hasta desafíos físicos, emocionales y mentales, estos actores hablaron del impacto profundo que tuvieron ciertos papeles en su vida.
La hermana de Heath Ledger contó a The Telegraph sobre la profundidad de la inmersión de su entonces ya finado hermano en el personaje del Joker para “Batman the Dark Knigth”.
Fue tal la depresión de Ledger al preparar este papel, encerrado en una habitación de hotel y aislado de todos sus seres queridos, que incluso se especuló de un posible suicidio a causa de una sobredosis de medicamentos. Gracias a su sobresaliente actuación, Ledger fue ganador de un Oscar póstumo.
La actriz compartió sus desafíos en la transformación para “Les Misérables” en diversas entrevistas, incluyendo en sus discursos después de aceptar el Oscar a Mejor Actriz por dicha película.
Además, comió solo claras de huevo para aclarar su voz, bajó 7 kilos y se sentía enferma todo el tiempo. Y por si fuera poco, rapó su hermosa cabellera. ¡Las lágrimas que viste en esa escena, eran muy reales!
Brody contó a Infobae que tuvo que hacer dieta durante seis semanas con la que perdió 15 kg. “Hay un sentimiento de soledad que llega cuando mueres de hambre y no lo había experimentado. No hubiera podido interpretar ese papel sin saberlo. Había experimentado la pérdida, la tristeza en mi vida, pero no conocía la desesperación que llega con el hambre”, reveló el actor.
Dejó su departamento en Nueva York, se mudó a Europa, vendió su auto y desconectó su celular. “Debido a que el personaje pierde tanto, quería tener una idea de cómo se siente esa pérdida”. Su novia lo abandonó por lo obsesionado que estaba con obtener el papel.
“Estuve deprimido por un año después del rodaje. No era sólo depresión; era luto”. Más tarde admitió, “Hubo momentos en los que me preocupaba si volviera a estar sano porque no me di cuenta de lo lejos que había ido. Finalmente, su esfuerzo le hizo ganar el Premio de la Academia al Mejor Actor.
En una entrevista con The New York Times, Leigh confesó quedar tan traumatizada por las numerosas tomas de la emblemática escena de la ducha que confesó: “Dejé de ducharme y ahora solo me doy baños de tina”.
“He recibido muchas cartas donde me decían que me iban a hacer lo mismo que Norman Bates le hizo a Marion Crane. Ahora no me llegan tantas como al principio, pero debo decir que fue bastante grave. Hasta el FBI tuvo que intervenir. Afortunadamente, nunca sucedió nada”, contó en una entrevista de la revista Woman’s World en 1984.
El actor, conocido por sus radicales cambios de peso para sus papeles, pasó dos meses alimentándose a base de una manzana y una lata de atún por día, hasta que llegó a los 54 kilos. Bale quiso llegar a los 45 kilos, pero la producción le pidió que dejara de adelgazar porque podría morir.
Foto: Facebook
“Se siente bien, como una victoria. Me puse escuálido y me destruí hasta el punto en que verme correr es gracioso porque no tengo músculo en las piernas”, explicó el actor en plena filmación. Luego, en declaraciones al diario El País, reconoció que durante el rodaje también dejó de dormir.
Foto: Paramount Plus
En una entrevista con The New York Times, Thurman detalló los motivos de su distanciamiento con Quentin Tarantino, que además es su expareja. Lo acusó de “intento de asesinato” por obligarla a conducir un convertible en mal estado para una escena de “Kill Bill” (2003).
Ante la insistencia de Thurman de que usaran un doble, el cineasta le aseguró que el vehículo estaba en perfectas condiciones y el camino era seguro. La actriz accedió, pero la escena terminó en un grave accidente. “El volante estaba en mi estómago y mis piernas estaban atascadas debajo. Sentía un dolor muy agudo. Pensaba que no iba a volver a caminar”.
Tanto en el programa del Dr. Phill como en The Hollywood Reporter, Shelley Duvall habló sobre su participación en “The Shining” (1980), de Stanley Kubrick. Entre sus declaraciones destacó: “Kubrick no utilizaba nada hasta la toma 35”.
Agregó: “Después de eso, tu cuerpo se rebela y dice: ‘Deja de hacerme esto, no quiero llorar cada día’. A veces, solo ese pensamiento me hacía llorar más".
Según relató Hanks a The Guardian en 2001, para que el filme tuviera más realismo, el rodaje fue lineal: Primero la caída del avión y los primeros días de Chuck en la isla y después, tras varios meses, su deterioro físico. Para ello, Hanks tuvo que bajar 25 kilos con una rutina de entrenamiento y a una dieta estricta.
Uno de los momentos más extremos fue cuando Hanks subió a una balsa con la que se abrió la rodilla y fue operado. Si no lo hubiera hecho, podría haber tenido una septicemia que le pudo haber provocado la muerte.