Alimentos que te ayudan a dormir bien

El dicho cada vez más extendido, “Eres lo que comes”, dice mucho sobre la importancia de la alimentación. De hecho, lo que comemos a diario afecta directamente a nuestra salud y bienestar.

Así como comer carne roja justo antes de acostarnos puede provocar un sueño inquieto, también es cierto que algunos alimentos nos ayudan a descansar bien por la noche. ¡Hemos reunido, en la galería, una lista de ingredientes y consejos para platos indispensables para la última comida del día!

La clave aquí es comer algo que no estimule el sistema nervioso central. El pollo y los huevos, por ejemplo, son una buena opción, ya que contienen triptófano, un aminoácido que ayuda a regular el sueño.

Las hojas de color verde más oscuro, como las espinacas, también son bienvenidas porque, además de contener triptófano, son ricas en hierro y ayudan a mantener el organismo sano.

Añadir frutos secos a una buena tortilla con espinacas le da un toque de sabor al plato, además de convertirlo en una gran fuente de regulación del sueño. Los cacahuetes y los anacardos (nuez de la India)  se encuentran entre los alimentos más ricos en este aminoácido tan deseado.

Otros alimentos ricos en este aminoácido son la leche y algunos quesos. Pero tenga cuidado de no agregar cereales azucarados, ya que la glucosa provoca un pico de energía y estimula el apetito, lo que dificulta el sueño.

Una buena opción sería un bol de yogur natural con fruta. La nutricionista Nancy Z. Farrell Allen, vocera de la Academia de Nutrición y Dietética de los EE. UU., fue citada por CNN: "El yogur no es solo para el desayuno, sino que ayuda a satisfacer esa delicia dulce y cremosa que muchas personas disfrutan como refrigerio nocturno".

Aunque no tan accesible, la cereza es una gran aliada a la hora de ir a dormir. Si sufres de insomnio, esta pequeña fruta puede ayudarte ya que proporciona una fuente natural de melatonina, una hormona que juega un papel importante en la función de sueño y vigilia de nuestro cuerpo.

En un estudio, los participantes que bebieron jugo de cereza registraron niveles más altos de melatonina y tuvieron un sueño más prolongado y de mejor calidad, en comparación con el grupo que tomó un placebo, informó CNN.

Si no encuentras una cereza en el mercado, otra buena opción es Kiwi. Además de ser una fuente de oxidantes, también tiene serotonina, una hormona que influye en las habilidades motoras y el proceso digestivo, y puede ayudar a mejorar el inicio, la duración y la eficiencia del sueño.

Foto: Compañía MIX / Pixabay

Pero si necesitas comer algo más potente por la noche, una sugerencia son los garbanzos, ya que son ricos en triptófano. Mezclarlos con aceite de oliva y hojas oscuras aumenta las posibilidades de conseguir una relajación profunda.

Si una ensalada con nueces es muy poco, pero los garbanzos o el pollo son demasiado, un buen término medio es un aguacate. Rico en magnesio, activa una sustancia en el cerebro que ralentiza el flujo de pensamientos y ayuda a conciliar el sueño.

“Es un alimento súper completo. Además de ser rico en beta-sitosterol (sustancia que actúa como antiinflamatorio natural), tiene función antioxidante y combate el envejecimiento prematuro, e incluso reduce los niveles de glucosa y cortisol (hormona del estrés) ", explica Karen Levy Delmaschio, a la revista Extra - Globo.

Los frutos secos, las semillas de calabaza y la quinoa son grandes aliados cuando pensamos en preparar una cena especial para dormir bien. ¡Hacer una crema de aguacate y condimentarla con quinoa y nueces no es mala idea!

Cuando el tiempo de preparación sea corto, recuerde que los plátanos también tienen un alto contenido de magnesio. Servido con avena y un vaso de leche, puede ser una buena opción para toda la familia.

Además de estos sabrosos ingredientes, algunas infusiones son casi mágicas para conciliar el sueño fácilmente. La manzanilla ayuda a reducir la ansiedad y aumenta las posibilidades de relajación. La hierba de sidra, o melisa, contiene propiedades relajantes y calmantes. Una gran opción para los días más fríos.

Foto: K8 / Unsplash