¿Qué ha pasado con Wesley Snipes?
Fue uno de los actores de acción más deseado de los años 90 y principios de los 2000, sobre todo gracias a su papel de vampiro cazavampiros (valga la paradoja) en la saga ‘Blade’, pero también por sus trabajos en otras películas como ‘Demolition Man’ (1993) y en otros registros como en ‘Jungle Fever’ (1991) o ‘A Wong Foo’ (1995). Sin embargo, los últimos años han tenido más sombras que luces en la carrera y la vida de Wesley Snipes. Pero quizá ha llegado el momento de su redención.
La imagen que refleja el gran cambio de Wesley Snipes quedó patente en la alfombra roja de la última edición de los Oscar, una ceremonia en la que además entregó uno de los premios de la noche junto a Rosie Pérez y Woody Harrelson -sus ex compañeros de reparto en ‘White Men Can't Jump'-. Allí pudimos ver al actor visiblemente cambiado, muy distinto a esa imagen de musculado 'action hero' a la que nos tenía acostumbrado.
Su aspecto, mucho más delgado, llamó la atención de los medios de comunicación y de los fans, que llenaron las redes sociales de mensajes hablando incluso de su estado de salud. Sin embargo, no hay noticias de que tenga problema alguno, sino todo lo contrario: está perfectamente e inmerso en nuevos proyectos.
La carrera cinematográfica de Wesley Snipes arrancó en 1986 con la película ‘Wildcats’ junto a Goldie Hawn y, a partir de ahí, siguió subiendo peldaños en la industria hollywoodiense hasta que en 1991 dio su gran salto camino del estrellato de la mano de ‘New Jack City’, donde hacía el papel de Nino Brown.
Ese mismo año 1991 y el año siguiente le servirían a Wesley Snipes para terminar por consolidarse con dos títulos marcados a fuego en su filmografía: ‘Jungle Fever’, en la que estuvo dirigido por Spike Lee, y, por supuesto ‘White Men Can't Jump’, compartiendo protagonismo con Woody Harrelson.
Poco a poco se fue labrando su fama de tipo de duro del cine y, de ahí se fueron sucediendo títulos como ‘Pasajero 57’ (1992), ‘Boiling Point’, ‘Sol naciente’ y la espectacular ‘Demolition Man’ (1993), junto a Sylvester Stallone; ‘Salto al peligro (1994); ‘Asalto al tren del dinero’ (1995), de nuevo junto a Woody Harrelson; ‘Asesinato en la Casa Blanca’ (1997); o ‘U.S. Marshalls’ (1998).
Y en medio de todo aquello, le pudimos ver también en otras películas, como ‘A Wong Foo, gracias por todo Julie Newmar’ o ‘Waiting for exhale’, junto a Whitney Houston, ambas de 1995. En esos títulos se podía apreciar su talento para explorar territorios de lo cómico o dramático más allá de las peleas.
Pero el papel de su vida (en cuanto a la celebridad se refiere) es, sin duda, el de Blade, el cazavampiros de Marvel que triunfó antes del advenimiento de la fiebre Marvel que explotó gran pantalla de los últimos años. La primera entrega de la adaptación del cómic se hizo en 1998 con Wesley Snipes como protagonista.
Tras ella llegarían otras dos entregas más: ‘Blade II’ (2002) y ‘Blade: Trinity’ (2004) -por la que llegó a cobrar nada menos que 13 millones de dólares-. Sin embargo, fueron dos películas que no tuvieron tanto éxito como la original y que, además, supusieron el principio del fin de la carrera de éxito que Wesley Snipes había labrado en esos años.
A mediados de la década de los 2000 y, sobre todo a raíz del rodaje de ‘Blade: Trinity’, fueron muchas las voces que denunciaron lo complicado que era trabajar con Wesley Snipes. Fue el caso del actor Patton Oswalt, que le acusó en una entrevista en 2012 de estar loco, de fumar (y no tabaco) todo el día o de comunicarse solo con post-it con el director de la película, David S. Goyer, a quien, además, habría intentado estrangular.
Otra voz crítica fue la de su compañera de reparto en esa tercera entrega de ‘Blade’, Jessica Biel, quien aseguró en una entrevista a Comic Book Movie que no sabía cómo hablar con Snipes durante el periodo de rodaje si no había un guion de por medio. “Es raro verlo por la mañana y no saber muy bien qué decir. Recibo una pequeña respuesta. ¿Me odia? ¿Está enojado conmigo? Hay un montón de preguntas que pasan por tu cabeza al principio. Así que creo que fue un poco desconcertante para mí”, dijo.
La actriz también confirmó la mala relación entre Wesley Snipes y David S. Goyer. En aquella entrevista dijo: “Creo que Wes y David tuvieron muchos conflictos con las ideas de la historia y el aspecto de la película, por lo que definitivamente hubo tensión. Pero, (David) tan relajado, lo manejó con tanta suavidad, con tanta clase en la forma en que lo manejó. No dejó que nada lo afectara”.
Otro miembro del reparto, Ryan Reynolds, que empezaba a dar entonces sus primeros pasos en la gran pantalla, tampoco se quedó con un buen recuerdo de aquel rodaje. El actor aseguró que "nunca me encontré con Wesley Snipes en esta película, ni siquiera durante un segundo. Solo vi a Blade. Hablamos poco y recuerdo que una de las pocas cosas que me dijo fue: ‘Mantén la boca cerrada, vivirás más’”.
Pero esa actitud no era nueva, ya que otro actor, el español Santiago Segura, contó en una entrevista sobre la segunda parte de la saga que “me trataba fatal y, cuando estrenamos en España y me aplaudieron el doble que a él, se me acercó y me dijo: ‘Oye, ¿tú eres famoso aquí? ¿Cómo no me dijiste nada?’”.
‘Blade Trinity’ acabó fatal. No solo en las salas de cine, sino también en los tribunales. Y es que Wesley Snipes demando a la productora New Line Cinema exigiendo 5 millones de dólares acusándoles de que no habían cumplido su contrato y no le habían pagado todo su sueldo. Aquello sería solo el inicio de sus problemas…
El 9 de diciembre de 2010, Snipes entraba en una cárcel federal de Pensilvania después de que dos años antes, en 2008, fuera sentenciado a tres años de prisión y obligado a pagar una multa de 5 millones de dólares por no haber declarado impuestos por un valor de 15 millones. Aquella sería su casa durante dos años y medio, hasta que recuperó la libertad el 2 de abril de 2013 y completando su condena en arresto domiciliario hasta el 19 de julio de ese mismo año.
En una entrevista con The Guardian, habló de su etapa en el “campamento”, el nombre por el que denominaba a la prisión, señalando que “espero haber salido mejor persona. Salí como una persona más clara, con valores y un propósito más claro. Más claro sobre mi relación con mis ancestros y el gran dios o gran diosa de arriba. Más claro sobre lo que iba a hacer una vez recuperara mi libertad".
Su salida de la cárcel no dejó atrás sus problemas con la Hacienda norteamericana, quien le acusaba entonces de tener una deuda con ellos de 20 millones de dólares en impuestos, por lo que comenzó una nueva batalla legal que se alargaría hasta noviembre de 2018, cuando se dictó sentencia en contra del actor que se vio obligado a cumplir con sus obligaciones tributarias.
La recuperación como actor de Wesley Snipes después de este paso en falso en su vida, tiene varios nombres propios y proyectos en los que contaron con él. El primero de ellos en su faceta de tipo duro, en este caso de la mano de Sylvester Stallone y su banda de ‘action heroes’ en ‘Los mercenarios 3’ (2014).
También le dio una nueva oportunidad su viejo amigo Spike Lee, que contó con él para hacer el papel de Cyclops en la película ‘Chi-Raq’ (2015).
Pero sin duda, quien más apostó por él fue Eddie Murphy, un personaje fundamental para que Wesley Snipes se recuperara de sus años más oscuros. Junto a él ha trabajado en dos títulos, el primero de ellos ‘Yo soy Dolemite’ (2019), que le han valido al actor para conseguir nominaciones a varios premios por su papel de D'Urville Martin; y la secuela de ‘El Príncipe de Zamunda’, ‘El rey de Zamunda’ (2021), donde se transforma en el malvado general africano Izzi.
Además, también le hemos podido ver últimamente en la pequeña pantalla en dos trabajos estrenados en 2021: la miniserie de siete capítulos de Netflix ‘Una historia muy real’ (2021) junto a Kevin Hart; y ‘Paper Empire’, de la mano de Denise Richards, Robert Davi o Robert Knepper, entre otros.
En medio de este periodo de resurrección en el mundo del cine, Wesley Snipes también ha cambiado de registro en lo laboral, de modo que se ha adentrado en el mundo editorial convirtiéndose en escritor. En 2017 publicó la novela ‘Talon of God’.
Una faceta, esa de escritor, que no ha sido ni mucho menos anecdótica, ya que tiene otro proyecto entre manos en el que anda inmerso últimamente que es escribir su primer cómic ‘The Exiled’, que cuenta la historia del detective Niles ‘Roach’ Washington -físicamente inspirado en el propio Snipes-, que persigue a un asesino en serie tras un mortal ataque con gas en su ciudad y que tiene ramalazos de las mejores escenas de Blade.
Para este trabajo y la adaptación de su historia al formato de novela gráfica en un tomo de 140 páginas, contará con la ayuda de Adam Lawson de Gifted Rebels para terminar de dar forma al guion, y estará ilustrado por el dibujante Gabriel ‘Eskivo’ Santos. Un proyecto para el que también buscarán financiación a través de una campaña de ‘Kickstarter’ que arrancará el 21 de junio.
No es la primera vez que Wesley Snipes se involucra en el mundo del cómic, ya que años atrás también puso su granito de arena para otros títulos como ‘After Dark’ o la novela gráfica ‘Ascend’. El actor ha dicho sobre esta nueva faceta que “Los cómics te permiten explorar grandes mundos. Desde Blade, me han atraído las historias de origen y los personajes en desarrollo. Ahora, puedo construir a ‘Roach’ como un personaje desde cero y eso me gusta”.
Camino del regreso a lo que un día fue, Wesley Snipes no para y, de momento ya sabemos de otro título que se sumará a su filmografía y en el que está trabajando actualmente, ‘Back on the strip’, donde vuelve a compartir reparto con Kevin Hart en esta comedia que estará dirigida por Chris Spencer y que estaba previsto que se estrenará este mismo año.
En lo personal, Wesley Snipes se ha casado dos veces y tiene cinco hijos. Y, aunque sus últimas imágenes nos pudieran decir lo contrario, está viviendo una segunda juventud. Una segunda oportunidad en el cine y también como escritor... y como ser humano, por supuesto.