Imágenes de Lady Di que todavía no habías visto
Todo se detuvo el 31 de agoto de 1997, cuando los informativos de todo el mundo anunciaron la muerte, en un accidente de tráfico en París, de la princesa Diana de Gales.
Una noticia que conmocionó al mundo entero, justo en el mejor momento vital de la conocida como princesa del pueblo, por su carácter cercano y sus labores filantrópicas. En esta foto, la vemos en un viaje a Lagos, Nigera, en marzo de 1990, con look de Catherine Walker y un sombrero de Philip Somerville.
Muchos años después de su muerte, su figura sigue causando fascinación. No en vano, ha sido y sigue siendo uno de los mayores iconos de los últimos tiempos: toda una reina de corazones acostumbrada a acaparar portadas.
En un tiempo en el que estamos acostumbrados al universo de los influencers, Diana de Gales fue, sin duda, la primera gran influencer de nuestra era, pese a que ella no conviviera con las redes sociales a las que estamos habituados en la actualidad.
Tanto en vida, como tras su muerte, han sido infinitas las imágenes que hemos visto de la vida de Lady Di, en revistas y periódicos y en películas y documentales.
Algunas de estas imágenes son icónicas y han trascendido a la cultura popular (sirva como ejemplo el fenómeno de ‘The Crown’), aunque todavía hay algunas que no resultan tan habituales para sus millones de seguidores.
Instantáneas tanto de su vida pública como privada que retratan a la princesa, pero también a la persona frágil y vulnerable que se escondía tras ella, como refleja este retrato de su más tierna juventud, tomado en mayo de 1981 en Escocia, unos meses antes de convertirse en princesa.
En esta foto vemos a Diana Spencer asomada en una ventana, cuando todavía vivía en su apartamento de Londres, antes de celebrarse la multitudinaria boda con el príncipe Carlos en la catedral de San Pablo de Londres, que tuvo lugar un 29 de julio de 1981, ante la mirada de millones de personas que lo vieron a través de sus televisores.
Y aquí en una cena de gala en Nueva Zelanda, en 1983, llevando una espectacular tiara, pese a que lo suyo al final no fue precisamente un típico cuento de princesas y príncipes.
Sus problemas de ansiedad y bulimia comenzaron justo en este periodo, tal y como le confesó en una entrevista grabada al periodista y escritor inglés Andrew Morton en 1991.
“La bulimia comenzó una semana antes del compromiso. Mi marido puso una mano en mi cintura y dijo: 'Un poco gordita por aquí ¿verdad?'. Eso disparó algo en mí”, le contó a Morton. “La primera vez que me midieron para el vestido nupcial tenía 73 centímetros de cintura. El día que me casé, medía 60 centímetros”.
Con tan solo 20 años, Diana no pudo soportar la presión mediática tras verse sometida al acoso de los paparazzi, lo que provocó un estado de ansiedad que se agravó, posteriormente, cuando se dio cuenta, tal y como ella misma reveló en su último entrevista, concedida a la BBC en 1995, de que en su matrimonio eran tres (en clara alusión a Camila Parker, con quien el príncipe Carlos seguía manteniendo relación).
La princesa Diana le confesó a Andrew Morton que estaba perdidamente enamorada de Carlos y esperaba que la cuidara y la protegiera, pero pronto descubrió que no sería así. Aquí les vemos felices y sonrientes en 1981, en su luna de miel a bordo del yate Britannia.
En su labor institucional como princesa, Diana de Gales acompañó al príncipe Carlos en innumerables ocasiones, fascinando en cada una de sus apariciones, hasta tal punto que su marido llegó a sentir celos de ella por el cariño que le profesaba la gente.
En un mundo tan hermético y encorsetado como el de la monarquía (y en especial la británica), el modo en el que Diana se mostraba ante el mundo suponía todo un desafío, algo con lo que a menudo sus miembros no supieron lidiar.
Diana no dudó en mostrarse tal y como era, tanto en los buenos como en los malos momentos, cuando se atrevió a confesar la tristeza que en algunos momentos había albergado su alma.
Esta imagen se corresponde con una de las jornadas en la que Lady Di acudió a su terapeuta en Swiss Cottage, en Londres, en enero de 1996.
A menudo, Diana se refugió en la maternidad para superar su matrimonio fallido y la presión del cargo que ostentaba por su matrimonio con el heredero a la Corona británica.
En esta ocasión, podemos verla en el interior de un automóvil, en compañía de su hijo Harry, en una foto tomada en septiembre de 1986 en el aeropuerto londinense de Heathrow.
Diana fue también un reconocible icono de estilo, atreviéndose con innovadores looks para la época, teniendo en cuenta que era miembro de una (por no decir la más) de las familias reales más conservadoras.
Este bonito posado de espaldas se corresponde con su asistencia a la entrega de los Premios de la Moda Británica, celebrados en octubre de 1989, en el Albert Hall de Londres.
Ha llovido mucho desde aquel fatídico 31 de agosto de 1997, en el que el Mercedes S280 en el que viajaba Diana, su pareja por aquel entonces, Dodi Al-Fayed, su guardaespaldas y el chófer, se estrellara en el túnel del Puente del Alma, en París.
Pero Diana de Gales sigue y seguirá acaparando la atención mediática con igual o más fuerza que entonces. En la foto la vemos con la mirada perdida en un banquete en Viena en abril de 1986.
Diana de Gales sigue viva en muchos de los corazones de esas personas que la valoran, entre otras cosas, por sus compromisos humanitarios y por ser una princesa que rompió con los cánones y el protocolo.
Y así se deja ver en muchas de estas imágenes que ahora compartimos para recordar a este icono del siglo XX que, décadas después, nos sigue inspirando.
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