La escena de Marilyn Monroe que costó un divorcio
Madrugada del 15 de septiembre de 1954. En el cruce de la Avenida Lexington y la Calle 52 de Nueva York, miles de personas se arremolinan en torno a una figura: Marilyn Monroe.
La actriz, más de 70 años después, sigue siendo un icono a todos los niveles, por lo que conviene imaginar lo que era en su época de máximo esplendor hollywoodiense.
Aquella noche, Marilyn Monroe intentaba grabar la que pasaría a la historia como su escena más icónica: la de su falda al viento por el paso del metro en 'La Tentación Vive Arriba' (The Seven Year Itch / La comezón del séptimo año)
No pudo ser. Y no pudo ser porque las circunstancias no acompañaban. Billy Wilder, director que acabaría renegando de la actriz por su incapacidad para aprender sus líneas de guión, quería rodar en la calle para dar realismo a la escena.
Así las cosas, dispusieron todo y llegaron a rodar la escena hasta en 14 ocasiones, en el lapso de tres horas. ¿El problema? El público y los fotógrafos.
Cerca de 5.000 personas, según recogía 'The Guardian', y más de 100 fotógrafos, miraban hipnotizados la misma escena una y otra vez y, cuando ocurría, siempre pasaba lo mismo: una ovación que echaba a perder la toma, sumada al ruido habitual de la ciudad.
Por poner en contexto, el mayor icono del momento, estaba rodando una escena en la que su falda se elevaba al viento, para deleite de los miles de espectadores allí presentes.
Eso sí, que nadie se lleve las manos a la cabeza, pues Marilyn Monroe llevaba doble ropa interior para evitar enseñar más de lo debido. Un detalle menor para el público, pues de allí no se movía un alma.
Ante tal panorama, Billy Wilder lo tuvo claro y lo dio por imposible, rodarían la escena en un estudio de California. Eso sí, que nadie piense que fue sencillo, pues rodaron la escena más de 40 veces, hasta dar con el plano perfecto. Lo consiguieron.
El gran problema que tuvo esa escena, es que al día siguiente, Marilyn Monroe se presentó en el estudio llena de moratones, por los golpes que le había propinado su marido, Joe DiMaggio.
Walter Winchell, uno de los periodistas allí presentes, había avisado al jugador de béisbol de lo que allí estaba ocurriendo. Joe DiMaggio apareció en el set de rodaje y mostró su cólera gritando en pleno set de grabación.
No obstante, la verdadera ira de DiMaggio acabaría descargada en Marilyn Monroe quien, al poco tiempo, acabaría pidieron el divorcio, alegando "crueldad mental", como recogía en su día 'The Guardian'. Fue la gota que colmó el vaso en un matrimonio repleto de hostilidades.
Lo más impactante del asunto es que, en aquel momento, Billy Wilder sabía que no podría usar esa escena presuntamente subida de tono, por la restrictiva censura del Código Hays de la época.
En tal caso, ¿por qué la rodó? Para hacer una de las mejores campañas de marketing de la historia. De hecho, todo apunta a que fue el propio director quien informó a la prensa del lugar del rodaje de la escena.
La jugada maestra de Billy Wilder llevó a la película a arrasar en taquilla, recaudando 12 millones de dólares, cuando el rodaje no había llegado a 2 millones.
Tras el rodaje, Billy Wilder prometió que no volvería a rodar con Marilyn Monroe. Cinco años más tarde, volverían a coincidir en 'Con Faldas y a lo Loco' (Some Like It Hot / Una Eva y dos Adanes / Algunos prefieren quemarse).
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