Así es la nueva vida de Donald Trump en su refugio de Florida

Derrotado en las urnas y manchado por los incidentes violentos del Capitolio que protagonizaron por sus partidarios, Trump se ha atrincherado en su mansión de Florida y apenas sale. ¿Cómo es allí su vida? ¿Prepara su regreso? ¿Fundará un partido propio al margen de los republicanos? ¿A qué dedica su tiempo ahora que ha sido expulsado de Twitter? ¿Vive con Melania? ¿Es cierto que desde que dejó la Casa Blanca ha multiplicado su recaudación de fondos para una futura campaña?

Donald Trump ha tenido que declarar que es un empleado de Mar-a-Lago para instalarse permanentemente allí. Se trata de una trampa para burlar la ley. Sus adinerados vecinos (que querían evitar la molestia de tener al magnate cerca) argumentaron ante el municipio que Mar-a-Lago está declarado como complejo hotelero y, por tanto, no puede tener residentes de modo permanente. A excepción de que seas un empleado de dicho complejo, que es como se ha declarado Trump ante las autoridades municipales. Problema resulto.

En Mar-a-Lago se ha instalado Donald Trump junto a Melania y el hijo de ambos, Barron. Allí supieron de otra buena noticia: fue exonerado en el impeachment llevado a cabo. La pareja apenas se deja ver, no salen de su mansión. Pero Trump está construyendo su corte en Florida y hasta allí está desplazándose una importante parte de su familia.

Tres de los hijos de Trump desembarcan en Florida. Ivanka Trump y su esposo Jared Kushner abandonan Nueva York. Han comprado un terreno en una de las islas más exclusivas de Miami.

En la imagen puede verse el terreno que han adquirido Ivanka Trump y Jared Kushner en Indian Creek. 7.000 metros cuadrados que han adquirido a Julio Iglesias en una isla para ricos que cuenta entre sus residentes con celebridades como Tom Brady y Gisele Bundchen o Adriana Lima.

Tiffany Trump vive desde hace semanas en el hotel Setai de South Beach, en Miami, mientras busca una casa en la que instalarse.

Y Donald Trump Jr está buscando una vivienda para adquirir en Jupiter, en una zona de Florida a poca distancia de Mar-a-Lago.

Parece cada vez más claro que Trump regresará a la batalla política de cara a las próximas presidenciales. Se habló, incluso, de la posibilidad de que fundara un nuevo partido y se desligase de los republicanos. De momento, aunque ciertos donantes y aliados financieros le dieron la espalda por los incidentes del Capitolio, ha recaudado una bonita suma de dinero desde que dejó de ser presidente.

The New York Times publicó en diciembre de 2020 que Trump había recaudado hasta 170 millones de dólares tras perder las elecciones y afirmar que hubo fraude. Luego vino la violencia en el Capitolio y grandes donantes republicanos le repudiaron. Pero se estima que la base de Trump es sólida y podría financiarle mediante microdonaciones masivas. Y luego está el dinero que él ponga para una hipotética campaña. Su fortuna personal sigue bien aunque los negocios de Trump tienen algunos problemas financieros.

Trump reapareció en mitín con motivo de una convención conservadora en Tampa y volvió a repetir que ganó las elecciones, insinuó que volverá a presentarse a la presidencia y descartó fundar un nuevo partido político. "¿Dividir el voto patriota? No" dijo.

Las intenciones de Trump colocan al Partido Republicano en guerra civil. Mitch McConnell, poderoso e influyente líder de los republicanos en el Congreso, exoneró con su voto a Trump en el impeachment pero, a la vez, declaró que era "moralmente responsable" de los sucesos del Capitolio. Resume la actitud de muchos políticos republicanos de la vieja escuela: no han querido condenar a Trump por miedo a la reacción de las bases republicanas pero maniobran para apartar al magnate del partido. Trump, por su parte, ha calificado a McConnell de "politicucho arisco, triste y lúgubre".

Claro que Trump también mantiene apoyos entre los representantes del Partido Republicano. La facción más extremista, en la que se encuadra la congresista Marjorie Taylor Greene (defensora de teorías de la conspiración como QAnon), sigue fiel a quien consideran su comandante en jefe. Si Trump abandonara el Partido Republicano, puede que esta corriente radical le siguiese.

Sin embargo, tras lo sucedido en el Capitolio, los más radicales entre los radicales se han sentido decepcionados. Jake Angeli (el hombre de las pieles y los falsos cuernos de bisonte) renegó de su líder y lo mismo han hecho Proud Boys, que no han digerido el que Trump no les apoyase hasta el final en su intento de insurrección.

Desde su mansión de Florida seguramente siga Trump su rutina de ver horas y horas de televisión (todos su biógrafos resaltan la inmensa cantidad de tiempo que dedica a ello). Ha sido suspendida su cuenta de Twitter así que ahora Trump tiene que expresarse públicamente por otros canales. De hecho, su ataque contra Mitch McConnell lo hizo mediante un comunicado y ya se habla de una red social alternativa. ¿Cuál es?

La red social Parler se ha convertido en el refugio de los partidarios de Trump decepcionados con Twitter y Facebook, que consideran plataformas controladas por la izquierda. Dichos seguidores esperan que la palabra de su líder llegue en cualquier momento.

Huir de Nueva York ha sido para Trump, aseguran en su entorno, una necesidad ya que la ciudad es demócrata y antitrumpista hasta la médula. El magnante (tan absolutamente neoyorquino, por otra parte) siente que allí le odian. Pero hay otra razón por la que Florida le gusta: los impuestos son mucho más bajos que en la ciudad de los rascacielos.

De momento, Donald Trump puede dedicarse a jugar al golf en el campo de nueve hoyos de Mar-a-Lago y disfrutar del sol de Florida. Guarda un silencio inusual en alguien como él. Pero este 17 de febrero habló por teléfono para la Fox con motivo de la muerte del locutor Rush Limbaugh, icono de la extrema derecha, y Trump volvió a repetir su acusación de fraude. "Ganamos sustancialmente". La rendición no parece estar en el vocabulario del Trump, sea en Nueva York, Washington o Florida.