Michelle Pfeiffer y su aterradora experiencia dentro de una secta
Aunque tiene una de las carreras más consolidadas de Hollywood, los comienzos de Michelle Pfeiffer (Santa Ana del condado de Orange, California, 1958) no fueron precisamente fáciles.
Tuvo que trabajárselo mucho antes de ver cumplido su sueño de ser actriz e incluso hubo un tiempo que trabajo como dependienta en diferentes comercios.
Finalmente, tras quedar sexta en Miss California en 1978, empezó a conseguir sus primeros trabajos en el mundo de la interpretación. Aunque, como decimos, no todo fue un camino de rosas.
En sus inicios, entre otros proyectos destacados, consiguió ser la protagonista de la segunda parte de la exitosa historia de ‘Grease’ (1978). Pero al contrario que la primera parte, Grease 2’ (1982) fue un auténtico fracaso de taquilla, algo que consiguió remediar un año después con su éxito en ‘Scarface’.
Según ha contado la veterana actriz en distintas entrevistas, como la que ofreció en 2013 a The Telegraph, en aquellos tiempos “era bastante joven y estaba muy sola”.
Y puede que fuera aquella inexperiencia o la soledad de aquellos primeros años en Hollywood lo que llevó a Michelle Pfeiffer a refugiarse en una peligrosa secta que creía en el respiracionismo.
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También ayudó que comenzó una relación con una pareja que ya estaba metido de lleno en este grupo que seguía esta filosofía basada en la alimentación a través de la luz solar.
Al principio, Michelle Pfeiffer no fue consciente de lo que suponía ni del riesgo que su vida estaba corriendo.
Y es que el respiracionismo, que no está fundamentado en evidencias científicas, sigue doctrinas orientales que defienden que no es necesario comer alimentos sólidos ni beber líquidos para vivir.
En su interpretación más extrema, sus seguidores creen que para subsistir es suficiente el praná, la fuerza vital que impregna todo el universo y que se obtiene mediante la respiración consciente y la luz solar.
"Trabajaban con pesas y ponían a la gente a dieta. Lo suyo era el vegetarianismo”, pensaba ella. Pero según fue pasando el tiempo, la actriz contó a The Telegraph que se percató de que llevaban un régimen imposible de seguir.
“Eran muy controladores. Yo no vivía con ellos, pero pasaba mucho tiempo allí y siempre me decían que tenía que ir a verlos más. Cada vez que los visitaba, tenía que pagar, así que económicamente se estaba convirtiendo en mi perdición”, explicó en la entrevista concedida a The Telegraph.
Tras conocer en una clase de interpretación al que después sería su primer marido, Peter Horton, consiguió alejarse de este peligroso grupo.
Fue ayudando a Peter Horton a preparar un papel en una película sobre la secta Moon, sobre los seguidores de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon Sun Myung, cuando Michelle Pfeiffer se dio cuenta de lo que verdaderamente le había ocurrido.
A raíz de entrevistarse con las víctimas de esta secta y al oír cómo describían la manipulación psicológica a la que habían sido sometidos, tomó conciencia de que había estado en una secta.
Finalmente, siguió su camino lejos de esta peligrosa secta. Y en lo que se refiere a su alimentación, en una entrevista concedida a The Sunday Times en octubre de 2019, reconoció que después de haber probado diferentes dietas, entre ellas la vegana, ha descubierto que lo que mejor le sienta es la dieta paleo.
¿De qué se trata? Es una dieta en la que se come como lo habrían hecho nuestros antepasados de hace miles de años, prescindiendo de los ultraprocesados. Y además lo acompaña de ejercicio físico como yoga o pilates. Mucho mejor, sin duda, que lo que propone el respiracionismo...
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