La escalofriante historia de la verdadera muñeca Annabelle
Para los que no lo sepan, Annabelle es uno de los personajes más terroríficos con el que nos hemos podido cruzar en las salas de cine. Una muñeca de porcelana poseída por el demonio, detrás de la cual hay una historia real que también pondría los pelos de punta a cualquiera…
A Annabelle la pudimos ver de forma esporádica en la película ‘Expediente Warren: The Conjuring’ (2013), una cinta de terror basada en hechos reales documentados por los famosos demonólogos Ed y Lorraine Warren.
La historia cuenta los encuentros sobrenaturales que vivió la familia Perron en su casa de Rhode Island a principios de los años setenta y que ha dado lugar a una saga que cuenta ya con ocho películas, tres de las cuales están centradas en esta muñeca diabólica.
En esta película, dirigida por James Wan, la muñeca aparece en dos ocasiones. La primera durante una conferencia en un instituto en la que los Warren hablan sobre ella y, la segunda, en el museo de objetos demoniacos que la pareja tiene en su sótano.
Era solo el comienzo… Solo un año después del estreno de ‘Expediente Warren: The Conjuring’, la muñeca diabólica llegaría a la gran pantalla con su primera película como protagonista, ‘Annabelle’ (2014), dirigida por John R. Leonetti.
Tras ella llegarían otras dos películas más, ‘Annabelle: Creation’ (2017), bajo la dirección de David S. Sandberg; y ‘Annabelle vuelve a casa’, con guion y dirección de Gary Dauberman.
Pero… ¿cuál es el origen real de Annabelle? Según parece, se trata de una historia muy distinta a la que conocemos a través de las películas. La muñeca no tenía ni mucho menos el escalofriante aspecto que se nos viene a la cabeza y su origen parece bastante inocente, hasta que algo se torció…
Para conocer el origen de Annabelle hay que remontarse hasta principios del siglo XX. En aquella época, el estadounidense Johnny Gruelle creó a la muñeca ‘Raggedy Ann’ para una serie de libros que escribió e ilustró para niños. Fue concebida en 1915, pero no fue presentada al público hasta 1918 con el libro ‘Annabelle Stories’.
La muñeca ‘Raggedy Ann’ era una muñeca de trapo, con hilos rojos simulando su pelo y una nariz triangular. Comenzó siendo un personaje de ficción de los libros de Gruelle, pero acabó convirtiéndose en un éxito en Estados Unidos cuando se empezó a comercializar la muñeca como tal junto a los libros.
Esos inocentes orígenes nos hacen dar un salto en el tiempo hasta 1970. Fue entonces cuando Annabelle perdió su inocencia y se convirtió en una muñeca diabólica según el relato de los demonólogos Ed y Lorraine Warren.
Según cuenta la historia, Annabelle era la muñeca de una joven estudiante de Enfermería de 18 años llamada Donna. Fue un regalo de su madre que acabó convirtiéndose en una más en el apartamento que compartía con otra chica. Todo era felicidad hasta que empezaron a suceder cosas extrañas.
Donna contó que su muñeca aparecía cada día en un lugar distinto al que se había quedado la noche anterior, con distintas posturas, los brazos en diferentes posiciones o las piernas cruzadas. Incluso, según el testimonio de la chica, llegó a cambiar de habitación.
Con el tiempo la cosa iría a más y a sus paranormales traslados le empezarían a acompañar también notas con mensajes más que siniestros en los que se podía leer cosas como “Ayuda a Lou” y “Ayúdanos”.
Cuando Donna vio cómo un hilo de sangre corría bajo su muñeca, sumado a la histeria provocada por todos los sucesos que estaban teniendo lugar, ella y su compañera de piso decidieron pedir la ayuda.
Recurrieron a una médium que les dijo que estaban siendo testigos de cómo una niña de siete años llamada Annabelle Higgins, que al parecer murió en su casa, había poseído a la muñeca.
Foto: Ján Jakub Naništa / Unsplash
Tras la visita de la médium, se vivieron dos tensos acontecimientos protagonizados por Lou, el novio de Donna. En el primero de ellos se quedó dormido y al despertarse no podía moverse y vio cómo la muñeca Annabelle le estranguló hasta que se desmayó. Seguro de que aquello solo fue un sueño, otro día, tras escuchar ruidos en la habitación de Donna, se acercó y solo vio a la muñeca en una esquina, sintiendo una presencia tras él.
Más tarde le aparecieron cuatro arañazos horizontales y tres verticales en su espalda que desaparecieron al día siguiente…
Foto: Zhu Liang / Unsplash
Fue entonces cuando entró en acción el matrimonio Warren, con los que contactaron miembros de la iglesia a los que Donna, Lou y su compañera acudieron en busca de ayuda. Ellos contradijeron la versión de la médium, asegurando que ningún espíritu humano había podido poseer a la muñeca. ¿Qué paso entonces?
Para los Warren, de los que Donna, Lou y su compañera fueron testigos fue de la presencia de un demonio. Por ello, de la mano del padre Cooke, llevaron a cabo un exorcismo en el apartamento y se llevaron a la muñeca para custodiarla.
No se ha vuelto a tener noticias de más sucesos relacionados con la muñeca Annabelle y, de hecho, actualmente se encuentra en una caja de madera sellada con un cristal en el Museo de lo Oculto de Ed y Lorraine Warren, en Monroe (Conneticut, Estados Unidos), acompañada de un cartel que advierte del peligro que entraña la inocente muñeca.
Imagen: Captura del Official Ed and Lorraine Warren Channel
Como expertos en temas demoniacos, el matrimonio Warren toman sus precauciones y, por si acaso, un sacerdote acude hasta su museo dos veces al mes para echar agua bendita sobre la muñeca Annabelle y evitar así que el demonio que aún podría llevar dentro vuelva a sembrar el terror.
Imagen: Captura del Official Ed and Lorraine Warren Channel
En agosto de 2020, Annabelle fue noticia porque, a través de la red social Twitter, varios usuarios alertaron de que la muñeca se había escapado del museo de los Warren.
Esto obligó al yerno de Ed y Lorraine Warren, Tony Spera, a compartir un vídeo en Youtube tranquilizando al personal en el que confirmó que la muñeca seguía en su urna, esperando un mejor momento para regresar.
Foto: Nong V / Unsplash
Sea real o sea leyenda, la historia de la muñeca Annabelle no deja indiferente a nadie y mucho menos a los amantes del terror y lo oculto. ¿La volveremos a ver en una nueva película? Esperemos que si la tenemos que ver sea en el cine y no en alguna de nuestras habitaciones…