Las 10 mejores (y peores) ciudades para vivir en 2024, según The Economist
Según de The Economist y su empresa hermana EIU hay ciertos parámetros que siempre se tienen que valorar, como la estabilidad, el acceso a la atención médica, a la cultura y la importancia y cuidado del medio ambiente, así como los accesos a la educación e infraestructuras. Su ranking anual de calidad de vida afecta a un total de 173 ciudades puntuadas según las categorías anteriores.
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Es la tercera vez consecutiva que la capital austriaca se hace con el primer puesto pues recibió excelentes puntuaciones en cuatro de las cinco categorías del índice, pero la falta de grandes eventos deportivos contribuyó a su menor puntuación con un 93,5 sobre 100 en la categoría de cultura y medio ambiente.
En el país escandinavo, la educación y atención médica son gratuitas, lo que crea igualdad de oportunidades. Cuenta con infinidad de espacios verdes y bicicletas, que en conjunto con otros esfuerzos ambientales, genera bajas emisiones de CO2. Además, es uno de los lugares con mayor calidad de vida según el Índice de Felicidad de las Naciones Unidas.
Entre sus cualidades encontramos una excelente red de transporte público, paisajes naturales, amplia oferta cultural y de entretenimiento, educación de primer nivel, economía estable y un PIB per cápita que la ubica en el puesto 5 en el ranking de 196 países. Además, Suiza garantiza la seguridad de sus ciudadanos, quienes cuentan con un seguro médico obligatorio.
Ginebra se clasifica constantemente entre las ciudades más seguras del mundo, gracias a su baja tasa de criminalidad y altos niveles de seguridad. La ciudad también alberga una gran cantidad de organizaciones internacionales y ONG, que contribuyen a su reputación como un lugar pacífico y estable para vivir.
Calgary es considerada una de las ciudades más limpias del mundo, tiene un mercado laboral sólido centrado en la energía y ofrece costos de vivienda y tasas impositivas más bajas que Vancouver. Por su parte, Vancouver ha sido catalogada como una de las ciudades más habitables del mundo y una de las mejores ciudades gastronómicas, con una escena artística y cultural alucinante.
Melbourne y Sídney, son dos ciudades australianas que repiten año con año en este índice, mientras que Osaka (Japón) y Auckland (Nueva Zelanda), completan el top ten de este año.
Es fácil intuir que las ciudades con peor calidad de vida serán las que adolezcan de lo que les sobra a las primeras: falta de estabilidad, de acceso a la atención médica, a la cultura y la importancia y a un medio ambiente saludable, así como la falta de acceso a la educación e infraestructuras.
La capital siria ocupa el puesto 173 del ranking de este año, y lleva a cuestas este nada honroso título desde 2013, gracias a la guerra civil que la asola desde entonces.
Con una grave contaminación del aire, tanto por las emisiones de los vehículos, como por el humo de las fábricas de ladrillos y la quema de rastrojos. Aproximadamente el 70% de los residentes de Karachi viven en la pobreza y con un acceso sumamente limitado a servicios básicos, además de una alta tasa de criminalidad y bajos niveles educativos.
Y figura entre las diez últimas ciudades del índice por segundo año consecutivo, gracias sobre todo a la penosa invasión Rusa a la que está sometida.
Ya que, a pesar de ser muy bella y llena de recintos culturales y una gran escena gastronómica, sus puntuaciones en infraestructura y en cultura y medio ambiente cayeron 7,2 y 6,7 puntos respectivamente debido a la guerra que mantiene con Gaza. La ciudad israelí cayó 20 puestos en la clasificación hasta el 112, el mayor movimiento en la encuesta de este año.
La capital de Libia, enfrenta diversas problemáticas que afectan la calidad de vida de sus habitantes, entre ellas pobreza, una sanidad pública precaria y privada muy cara, altas tasas de analfabetismo y deserción escolar y falta de infraestructuras. Los enfrentamientos en Trípoli han puesto en peligro la vida de la población, especialmente de los migrantes y refugiados, lo que la coloca en una espiral de caos y violencia, con una batalla abierta por el control político.
Argelia experimenta una pobreza creciente y generalizada, así como frecuentes atentados terroristas. Los desastres naturales (sequías, terremotos e inundaciones) también azotan al país y constituyen las principales amenazas a la seguridad humana. Una serie de reformas económicas y la crisis política desatada a principios de la década de 1990 sólo agravaron la situación y representa una amenaza real para el desarrollo y la seguridad humana.
La ciudad más grande de Nigeria, enfrenta varios desafíos que afectan la calidad de vida de sus habitantes, como la contaminación del aire, causada por óxidos de nitrógeno, ozono, tóxicos del aire y partículas finas, la crisis de agua (La ONU estima que solo una de cada 10 personas en Lagos tiene acceso al agua suministrada por el Estado). El sistema público de agua es frágil y muchas personas dependen de proveedores privados. La pobreza está presente en toda la ciudad y sus habitantes están entre los que ocupan peor lugar en el ranking de desarrollo humano.
Dhaka (Bangladesh), Harare (Zimbabwe), Port Moresby (Nueva Guinea) y Caracas (Venezuela), por desgracia, carecen casi por completo de la infraestructura de las primeras, lo que hace desgastante, peligroso, insalubre y estresante la vida de sus habitantes.