Las ciudades amuralladas más increíbles del mundo
A lo largo del mundo se pueden encontrar numerosos ejemplos de ciudades en las que se construyeron murallas para defenderlas de los asedios de sus enemigos y algunas las conservan convirtiendo esos lugares en destinos mágicos. Conozcamos algunas de las más increíbles que pueden visitarse en la actualidad…
Carcasona (o Carcassonne, en francés) destaca por su impresionante ciudadela amurallada, un conjunto arquitectónico medieval, patrimonio de la humanidad de la UNESCO desde 1997 y que fue restaurado en el siglo XIX por Eugène Viollet-le-Duc. Está rodeada por una doble muralla de 3 kilómetros con un interior al más puro estilo del Medievo.
Visitar la ciudad antigua de Pingyao es hacer un viaje al pasado, a la china del siglo XIV, la época de Marco Polo, cuando se fundó. Es también patrimonio de la humanidad de la UNESCO desde 1997 y destaca por su muralla de 6 kilómetros de longitud y 12 metros de altura, con seis puertas y unas setenta torres de vigilancia.
Considerada como una “ciudad fortaleza”, York, la capital de Yorkshire, al norte de Inglaterra fue fundada en el año 71 y es pura historia para el país, desde los romanos a la actualidad, pasando por una dorada época medieval. De entonces se conserva, entre otras cosas, gran parte de sus murallas, que pueden ser recorridas por los visitantes.
Ávila fue declarada patrimonio de la humanidad de la UNESCO en 1985 y su impresionante muralla románica, una de las mejor conservadas del mundo, tiene gran culpa de ello. De carácter militar, cuenta con un perímetro de 2.515 metros, 2.500 almenas, 87 torreones y 9 puertas de acceso, cubriendo un espacio de 33 hectáreas, donde se encuentra el casco antiguo de la ciudad.
Esta ciudad costera de Croacia, situada en la región de Dalmacia, es una auténtica joya patrimonial y ha sido escenario de numerosas películas. Patrimonio de la humanidad de la UNESCO desde 1994, entre todos sus monumentos destacan las murallas y fortificaciones que la rodean y que fueron construidas en los siglos XIV y XV (y ampliadas en el XVII).
En el interior de la ciudad de Jiva, en Uzbekistán, se encuentra Itchan Kala, una villa amurallada protegida por altas murallas de adobe de en torno a 12 metros de altura que es un claro ejemplo de la arquitectura musulmana de Asia Central. Mide 600 metros de longitud, con cuatro puertas y un recinto de 1,2 hectáreas.
Ciudad marroquí que se sitúa al sur del país, en el valle del río Sus y a la que llaman ‘La abuela de Marrakech’ (por su gran parecido con la ciudad, a pesar de ser mucho más pequeña). Destaca por su recinto amurallado que encierra todo su casco urbano y que tiene un perímetro de 6 kilómetros con bastiones y nueve puertas que han sobrevivido intactas al paso del tiempo.
Mundialmente famosa porque cerca de ella se encontraron las figuras escultóricas de los guerreros de terracota, Xi’an está rodeada por la muralla defensiva urbana mejor conservada de todo el país. Construida entre los años 1374 y 1378, tiene 14 kilómetros de longitud, una altura de 12 metros y una anchura entre los 15 y los 18 metros.
Situada sobre una colina en el centro de Malta, Mdina es una ciudad amurallada que fue capital del país hasta 1570. Conocida como ‘La ciudad del silencio’ tiene un patrimonio impresionante y está rodeada por una serie de murallas defensivas de varias épocas, incluyendo murallas púnico-romanas y medievales, de estilos bizantino y árabe.
Óbidos es una pequeña localidad portuguesa de algo más de 3.000 habitantes, pero también uno de los destinos más bellos del país. Uno de sus principales encantos es su muralla, levantada durante la ocupación musulmana y que ha sido restaurada en siglos posteriores. Tiene una longitud de 1,5 kilómetros.
El centro histórico de esta turística ciudad colombiana, conocido como ‘Ciudad Amurallada’, fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1984. Sus murallas se erigieron a lo largo de casi dos siglos, hasta 1796, con el objetivo de defender a la ciudad de los continuos ataques piratas que sufría. Se trata de 11 kilómetros de muros que se completan con fortificaciones y baluartes.
Por extensión, es la tercera ciudad más grande de Marruecos y la capital del islam en el país norteafricano. También es una de las cuatro ciudades imperiales marroquíes y cuenta con un complejo circuito de murallas y puertas que delimitan la zona antigua, formada por Fès el-Bali y Fès el-Jdid. Unas murallas que se han ido transformando a lo largo de los siglos.
Situada en la conocida región portuguesa del Alentejo, alberga la mayor colección de fortificaciones-baluarte del mundo, declaradas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 2012 junto a su centro histórico. El recinto defensivo está integrado por siete baluartes, tres medio-baluartes, dos redondos, ocho medias lunas y tres contra-guardas, además de cortinas.
Capital de Estonia, conserva en la actualidad un tramo de casi dos kilómetros de las murallas originales con las que contaba, reforzadas por las torres de vigilancia de planta circular que protegían la ciudad. La muralla fue construida en distintas fases entre los siglos XIII y XVI y estaba originariamente fortificada con 35 torres de las que se han conservado 25.
La ciudad de las tres culturas, reivindicada como su capital tanto por israelíes como por palestinos, conserva sus murallas, que rodean la ciudad vieja. Fueron construidas entre 1535 y 1538 cuando era parte del Imperio Otomano y tienen una longitud de 4.018 metros y una altura media de 12. Cuenta a su vez con 34 torres y 8 puertas.
Capital del cantón del Tesino, en Suiza, Bellinzona también cuenta con una muralla que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 2000 y que conforma un gran conjunto monumental junto a los castillos de Castelgrande, Montebello y Sasso Corbaro. El recinto amurallado comenzó a construirse al principio del siglo XV y fue terminado hacia 1480.
La ciudad de Lugo, situada en la región de Galicia, cuenta con un magnífico ejemplo de la arquitectura romana, tremendamente bien conservada. Su muralla de 2.266 metros de longitud y coronada con 85 torres, protege todo su casco histórico y es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 2000.
Nördlingen, situada en la campiña bávara, se erigió sobre un cráter de 25 kilómetros de diámetro que produjo un meteorito caído hasta 15 millones de años. Pero si por eso puede llamar la atención, también lo hace por la muralla que rodea toda la ciudad y que puede recorrerse en toda su extensión.
Capital de la provincia canadiense homónima, fue fundada en 1608 y su centro histórico (Vieux-Québec) se encuentra dentro de un recinto amurallado de estilo francés del siglo XVIII, aunque solo se conserva una parte. Son las únicas murallas fortificadas que se pueden encontrar en Norteamérica y son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1985.
Kumbhalgarh es un fuerte medieval mewar situado en la India que cuenta con la segunda muralla más extensa del planeta, solo superada por la Gran Muralla China, gracias a sus 36 kilómetros de longitud. Sin embargo, aunque es visitable, ya no hay nadie viviendo allí desde el siglo XIX. Es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2013.
Mistrá o Mystras (su nombre griego) fue una ciudad fortificada bizantina que se encuentra a unos 8 kilómetros de Esparta con unas murallas de las que hoy solo quedan sus restos para el recuerdo. Es una de las grandes referencias de la época medieval de Grecia y, aunque hoy es visitable, al igual que Kumbhalgarh, ya no tiene vecinos que vivan allí.
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