Los caprichos de las estrellas de Hollywood
El mítico Jack Sparrow tiene su propio jet privado con el que volar a los rodajes. El motivo de este lujo es que quiere poder fumar en él. Obviamente, el gasto corría a cargo de la productora.
Tom Cruise se define a sí mismo como un actor que corre en las películas. De hecho, corre en todas sus películas. Y claro, para hacerlo tiene que ir cómodo, por lo que exige, por contrato, que en cada film que rueda le encarguen tangas a medida. Y como suda mucho, en cada set de rodaje tiene 50 tangas preparadas para cambiarse. ¿Resulta creíble? Bueno, eso es lo que se cuenta en Hollywood... Y con Tom Cruise cualquier cosa es posible.
La lista de caprichos de Mariah Carey es larga pero dos de las peticiones más llamativas son la del gimnasio junto a su camerino u hotel. Y, sobre todo, la petición de una pantalla en la que se repitan en bucle sus videoclips.
Winona Ryder es especial. La actriz es algo maniática a la hora de comer y siempre tiene que hacerlo en su propia vajilla. Así que, cuando toca rodar, lleva su ajuar a cuestas. Al menos no supone gasto para la producción.
Jennifer Aniston tiene pánico a los aviones. Si puede evitarlos, aunque tarde cuatro veces más en llegar a su destino, lo hace. Ahora, cuando no queda más remedio, obliga a la productora a que un equipo médico completo vaya con ella, por lo que pueda pasar.
Angelina Jolie exigió a la productora de 'Sr. y Sra. Smith' ('Mr. & Mrs. Smith') que pagaran las clases de vuelo de Brad Pitt. A cambio, se comprometió a grabar una película con ellos en un futuro. Y cumplió. Eso sí, las clases de vuelo costaron millones.
Julia Roberts solo se baña con agua mineral. Y claro, cuando tiene un rodaje, obliga a los hoteles a adaptar sus tuberías para que así sea. No es fácil ser una 'pretty woman'. ¿Leyenda o realidad?
Posiblemente, el actor más insoportable de la historia. Para el rodaje de 'La Isla del Dr. Moreau' ('The Island of Doctor Moreau') (1996) tenía dos condiciones innegociables: una hielera en la cabeza y que un enano, del que se hizo amigo días antes, saliera en todas sus escenas. No rodaría si no cumplían sus demandas y aceptaron.
La actriz es muy controladora en lo que respecta a su cama. Así, cuando no duerme en su casa, deja instrucciones muy detalladas sobre cómo deben hacerle la cama. Y la repasa para ver si está bien.
Dicen que hay un proyecto maldito (que no tenía ni nombre) y que no termina de arrancar, entre otras cosas, por caprichos como los de Uma Thurman. La actriz exigía alojarse en mejor hotel que nadie del equipo. Además, la productora debía comprarle pelucas que ella misma fabrica, eso sí, con un 50% de descuento.
A pesar de que solo salía 30 minutos en 'Gravity' (2013), se dejó notar en el set de rodaje. Su tráiler debía tener una cabaña de playa personalizada, un bañera con hidromasaje y una cancha de baloncesto. La broma costó 100.000 dólares a la productora. Por suerte, 'Gravity' arrasó en taquilla.
Para rodar 'Los Mercenarios 3' ('The Expendables 3'), Bruce Willis exigía un salario de un millón de dólares diarios. Tenía que rodar cuatro días, por lo que serían cuatro millones de dólares. La productora no aceptó pero le ofreció tres millones, es decir, 750.000 dólares al día, y el actor lo rechazó.
El eterno Máximo Meridio exigió, en el rodaje de 'LA Confidential', que un helicóptero le llevara a su mansión. Era el 12 cumpleaños de su hija. En otros rodajes ha demandado una caravana con gimnasio.
¿Por qué iba a querer Orson Wells que le forraran su vestimenta en 'The Black Rose' con un caro visón, con el calor que daba? Fácil, cuando terminó el rodaje se quedó la prenda, le dio la vuelta y la utilizó para interpretar 'Othello'.
Un día estuvo Paris Hilton en el rodaje de 'Los otros dos' ('The Other Guys') (2010). Su papel iba a ser un cameo que, para colmo, no entró en el montaje final. A pesar de ello, la socialité exigió langosta en su camerino y una botella de vodka de la marca Grey Goose. Si llega a rodar una semana, arruina a la productora.
Era un apasionado del golf. Hasta tal punto que en todos sus rodajes, hasta que dejó la interpretación, exigía hacerlo cerca de un campo de golf. En muchas ocasiones, confesó su admiración por Severiano Ballesteros.
Cuentan que un día tenía tanto calor que pidió/exigió a uno de los trabajadores del set que le hiciese de sombrilla. Y eso hizo.
Para el rodaje de 'Men in Black III', Will Smith exigió un remolque de lujo de dos plantas para alojarse. Un modelo de tal magnitud que algunos vecinos se quejaron porque les bloqueaba la luz solar. Lo peor de todo es que Will Smith... ¡vivía a 2 kilómetros del set de rodaje!
El veterano actor está obsesionado con la limpieza y demanda que su camerino, caravana u hotel estén impecables. No sería la primera vez que toma un carro de limpieza y se pone a limpiar él mismo.