Los lugares más embrujados en 2024
¿Te gustan las emociones fuertes? ¿Eres de los que les gusta hospedarse en hoteles donde se rumora que “espantan”? Este es el listado de los lugares más embrujados del planeta según Time Out Internacional... acude bajo tu propio riesgo.
Olvídate de las tumbas comunes y corrientes, en la Recoleta, los mausoleos son más elegantes que el vestuario de una alfombra roja. Pero no todo es glamour. Dicen que la “Dama de Blanco” y Rufina Cambaceres (alias "la mujer que murió dos veces") deambulan por ahí como si estuvieran en un desfile de modas... espectral. Si tienes suerte, puede que Eva Perón te salude con un "¿No llores por mí?" o te encuentres con David Alleno, el cuidador más dedicado, aunque… hace mucho que falleció.
Este es el lugar ideal para aquellos que creen que "más es más", con su nombre traducido como “Mil puertas”. Aunque, una advertencia: si te pierdes en medio de su tenebroso pasado como prisión japonesa, no esperes encontrar una salida rápida. Entre las leyendas y las historias de guerra, las malas vibras son el único souvenir garantizado.
Nada dice "hogar dulce hogar" como una casa donde se cometieron unos de los crímenes más brutales de la historia. Lizzie Borden supuestamente decidió que el hacha era el mejor accesorio para remodelar el ambiente familiar. Ahora es un museo... y un bed and breakfast. Si quieres una buena historia de terror antes de dormir, este es tu lugar.
Ah, Poveglia, la pequeña isla en Venecia que ha sido apodada ‘la isla de los fantasmas’ y ‘la isla sin retorno’. ¿Romántico? Depende de cuánto te guste el contacto cercano con almas en pena. Eso sí, las vistas son increíbles, cuando no estás demasiado ocupado gritando por una sombra misteriosa que pasa cerca.
¿Te gustan las muñecas? Pues mejor replantéate esa afición. La Isla de las Muñecas es el lugar donde las Barbies van cuando se portan mal. Colgadas en árboles y cercas, desmembradas y descoloridas, estas muñecas no están aquí para jugar. Don Julián Santana colgó todas estas bellezas para ahuyentar a un espíritu en Xochimilco, Ciudad de México, pero lo que ahuyentan es el sueño de cualquiera que ponga un pie en la isla.
Este sitio se lleva el premio por la mejor maldición: un mago despechado lanzó un hechizo que destruyó toda una ciudad por no haberle hecho caso. Ahora, si te aventuras aquí después del atardecer, lo que verás no serán los turistas tomando selfies, sino fantasmas que tal vez no estén tan interesados en ser parte de tu álbum de recuerdos.
Parece un pub acogedor hasta que te enteras de que antes era el lugar donde se ejecutaban a los condenados a muerte. Si te apetece una cerveza con un toque de terror, este es tu bar. Las vigas del techo aún tienen marcas de las horcas, así que, buen provecho y no olvides mirar arriba.
Foto: Facebook The Skirrid Inn
Este lugar comenzó como una colonia penal y ahora es una atracción turística. ¡Porque nada dice "vacaciones" como la oportunidad de explorar una de las prisiones más despiadadas de la historia! Si no te asusta la historia, los fantasmas de los antiguos prisioneros estarán encantados de darte un tour personal.
Bajo las aguas cristalinas de esta hermosa laguna se esconde el mayor cementerio submarino del mundo. La belleza engaña, y aquí, junto a los barcos de guerra hundidos, es donde el pasado de la Segunda Guerra Mundial sigue vivo... o no tanto. Bucear entre fantasmas de soldados no es precisamente lo que llamarías una experiencia relajante.
Este hotel puede parecer un refugio de lujo en medio de la naturaleza canadiense, pero no te dejes engañar. Entre sus paredes, dicen que el fantasma de una novia ronda los pasillos junto a un barman que no deja de servir (ni después de muerto). Y por si eso no fuera suficiente, la habitación 873 fue tapiada debido a la alta actividad paranormal. Perfecto para una escapada romántica… o algo así. Por cierto, se dice que Stephen King se inspiró en él para escribir “The Shine” (“El Resplandor”).
Su historia está teñida de ejecuciones sangrientas, encarcelamientos y torturas. Desde el siglo XI, este castillo ha albergado a prisioneros de alto rango, desde nobles caídos en desgracia hasta reinas desafortunadas, como Ana Bolena, cuyo espíritu decapitado se dice que ronda el lugar. Y si eso no fuera suficiente, los turistas aseguran ver figuras sombrías de soldados, y hasta los famosos cuervos de la torre parecen estar envueltos en un halo de misterio.
En Ciudad del Cabo, es uno de los edificios coloniales más antiguos de Sudáfrica y uno de los más embrujados. Construido en el siglo XVII por la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, ha sido testigo de múltiples atrocidades, que hoy en día parecen estar pasando factura. Hay relatos de una figura alta y sombría que deambula por sus pasillos, caballos fantasmas galopando en el patio y luces inexplicables que parpadean en las mazmorras. Si te atreves a visitarlo, ¡cuidado con sus puertas que se abren y cierran solas!
Ubicado en las montañas de Aley, este majestuoso hotel alguna vez fue el punto de encuentro de la élite libanesa. Sin embargo, tras los estragos de la guerra civil en los años 70, el Aley Grand Hotel se transformó en un lúgubre escenario de lo que muchos describen como actividad paranormal. Se dice que los fantasmas de antiguos huéspedes y víctimas del conflicto rondan por los salones abandonados. Los visitantes afirman escuchar susurros en los pasillos y ver sombras moverse entre los escombros de este otrora imponente hotel.
A primera vista, el Castillo de Dragsholm parece ser un castillo más en la tranquila campiña danesa, pero no te dejes engañar. Este sitio del siglo XIII es famoso por ser el hogar de no uno, sino tres fantasmas: el espíritu de una doncella vestida de blanco, el de un noble caballero y el de un conde prisionero. La doncella, que murió encerrada por su propio padre tras un romance prohibido, parece pasear melancólicamente por los pasillos. Además, si tienes suerte (o mala suerte), podrías toparte con el espectro del conde de Bothwell, que aún arrastra sus cadenas por las noches.
Desde su apertura en 1829, albergó a algunos de los criminales más notorios del país, como Al Capone. Aunque cerró sus puertas en 1971, sus aterradoras celdas siguen recibiendo visitas... del más allá. Las voces espectrales, los gritos y las sombras que se mueven entre los angostos pasillos son solo algunos de los fenómenos inexplicables que los visitantes y empleados reportan con regularidad. Si quieres caminar entre los recuerdos de los prisioneros más perturbados de la historia, este es el lugar perfecto para ti.