El ascenso y caída de Mel Gibson en Hollywood

La irrupción de Mel Gibson en Hollywood fue atronadora. Su segunda película, 'Mad Max' (1979) le convirtió en una súper estrella y en uno de los hombres más deseados del mundo. Tenía 23 años.

Más de 40 años después, este neoyorquino ha saboreado la gloria de la Meca del Cine pero también el sabor del azufre del infierno de la cancelación.

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La historia de Mel Gibson es la historia de un talento descomunal al que sus formas llevaron casi a la exclusión de la industria. Ahora, con 68 años, busca la redención de un mundo que, no hace demasiado, le idolatraba. Parece complicado pero merece la pena ver cómo ha llegado a este punto.

Cuando Mel Gibson se presentó ante el mundo, lo hizo con las armas necesarias para dominarlo sin problemas. Planta de tipo duro, unos ojos azules imprescindibles y una media sonrisa pícara que derretía la cámara.

Las comparaciones eran obvias y todos apuntaban al actor neoyorquino como el nuevo Steve McQueen. El rebelde de buen corazón con el que cada día sería una aventura.

Para coronar esta percepción de hombre perfecto, la revista 'People' le coronó como 'Hombre Vivo Más Sexy del Mundo' en 1985. Tras Mel Gibson han sido muchos los hombres que han integrado la lista, pero sólo él tiene el honor de haber sido el primero de ella.

El título fue refrendado por Martin Riggs, otro de sus papeles legendarios, en la recordada saga 'Arma Letal'.

Nacido en Nueva York, criado en Sydney y de ascendencia irlandesa, si Mel Gibson enamoraba en pantalla, en las distancias cortas te desarmaba.

Su encanto en el cara a cara era especial, sabía lo que tenía que hacer para encandilar a prensa y público y no dudaba en usar sus armas para conseguirlo: cercanía, espontaneidad, esa media sonrisa arrebatadora y, sobre todo, mirar fijamente a la otra parte. No había nadie en el mundo capaz de soportar la mirada de esos ojos azules eternos.

Y así, durante más de 20 años, Mel Gibson fue encadenando un éxito tras otro en su filmografía.

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A las sagas 'Arma Letal' y 'Mad Max' se sumarían trabajos para la historia como 'Hamlet' (1990), 'Eternamente Joven' (1992), 'Maverick' (1995) o 'Braveheart' (1995), con la que se destapó como director, ganando cinco Oscar (Película, Director, Fotografía, Sonido y Maquillaje).

Mel Gibson era un A-Lister de Hollywood, una estrella con todas la letras y uno de los actores a los que las productoras le habrían dado todo lo que pidiera y mucho más.

De hecho, el actor neoyorquino fue considerado para ser Oscar Schlinder en 'La Lista de Schlinder' (1993),  James Bond en 'GoldenEye' (1995), estuvo a punto de ser Bruce Wayne en 'Batman' (1989) y Lobezno en 'X-Men' (2000).

También rechazó al Eliot Ness de 'Los Intocables' (1987) y a 'Robin Hood' (1991), haciendo tremendo favor a Kevin Costner. Algo similar pasó con Máximo Décimo Meridio, el papel de Russell Crowe en 'Gladiator', papel que no quiso por considerarse muy mayor. Tenía 44 años, mientras que Russell Crowe lo aceptó con 36 años.

Por si fuera poco, Mel Gibson era un feliz y enamorado hombre de familia y su matrimonio con Robyn Moore, casados desde 1980, había dado sus frutos en forma de siete hijos.

Famosos que tienen muchos (muchísimos) hijos

¿Era Mel Gibson el hombre perfecto? La realidad y el paso del tiempo determinaron que si el hombre perfecto existe, no es Mel Gibson.

Con el paso de los años, Mel Gibson fue dejando pasajes e incidentes imperdonables, que comenzaron con sus problemas con el alcohol. Problemas que, según el propio actor ha comentado en varias ocasiones, comenzaron a los 13 años.

Tanto en Canadá, como en Australia y Estados Unidos, el actor fue detenido en varias ocasiones por conducir bajo los efectos del alcohol. En una de ellas, en julio de 2006, llegó a decir al policía que le había arrestado, que "los judíos son responsables de todas las guerras del mundo", tal y como recogió en su momento TMZ.

Este incidente fue el detonante para que salieran a la luz ataques continuados a comunidades como la latina o la afroamericana, según TMZ, donde reseñaban que el alcohol sacaba a relucir la verdadera personalidad de Mel Gibson.

No obstante, sus pensamientos antisemitas ya habían quedado claros con la faraónica 'La Pasión de Cristo' (2004), una cinta en la que señala a los judíos como responsables de la crucifixión de Cristo.

Cómo sería el asunto que ninguna gran productora quiso financiar el proyecto y tuvo que ser el propio Mel Gibson quien lo sacara adelante con su productora. El filme le costó 30 millones de dólares y acabó recaudando más de 611 millones. Como negocio, fue redondo para el actor y director.

Obviamente, la imagen de Mel Gibson ya no era tan idílica. Tampoco ayudó su sorprendente divorcio de Robyn Moore. Ocurrió en 2009 y la separación se convirtió en el divorcio más caro de la historia de Hollywood. Mel Gibson, con una fortuna estimada de 850 millones de dólares, tuvo que abonar 400 millones a su ex esposa.

Los divorcios más caros de Hollywood

El detonante de la ruptura, según informaba 'Vanity Fair' en 2011, fue el rodaje de 'Apocalypto' en 2006 en México. Un rodaje que iba para dos meses pero que se prolongó hasta nueve meses y donde recayó en el alcohol, a pesar del ultimátum de su aún esposa. "Todo el mundo sabía que sólo bebía agua pero durante las comidas lo cambió por vodka, pensando que nadie se daba cuenta", comentaba un amigo del director a 'Vanity Fair'.

Mucho menos tiempo duró su relación con su segunda esposa, Oksana Grigorieva. tuvieron una hija en octubre de 2009 pero, en abril de 2010, la pareja se separó. El motivo que alegó la pianista fue la paliza que le dio en 2010, en la que le rompió varios dientes, como recogía TMZ en exclusiva.

"Ella intentó proteger al bebé durante un episodio violento de Gibson, donde le golpeó dos veces en la cara, rompiéndole los dientes", recogía TMZ tras hablar con una fuente cercana a la pareja. Sí, Oksana Grigorieva tenía al bebé en brazos cuando esto ocurrió. Mel Gibson obtuvo una orden de alejamiento de su ex mujer y su hija.

Ahora, lo más grave para Mel Gibson estaba por llegar. Mel Gibson dejó un mensaje aterrador en el contestador de Oksana Grigorieva. Cuando el mensaje se hizo público, se viralizó por completo y supuso la cancelación momentánea del actor en Hollywood.

"Te lo merecías", comenzaba diciendo el actor, en referencia a la agresión que sufrió su ex mujer, para continuar con una de las frases más ofensivas que se recuerda en la historia de Hollywood. "Si abusase de ti una manada de negros, te lo merecerías. Voy a ir allí y voy a prender fuego a la casa, pero primero me la vas a chu***"

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En su defensa, Mel Gibson alegó desde estar ebrio, a que se habían sacado de contexto sus palabras. A pesar de todo, Hollywood no llegó a darle la espalda del todo y su estrella nunca ha vuelto a brillar como en los 80 y los 90.

En los últimos años, Mel Gibson ha rehecho su vida con la escritora y ex campeona de hípica, Rosalind Ross, 34 años más joven y con quien tiene dos hijos, para un total de 10 hijos con tres mujeres diferentes.

Además, aunque con mucha menos repercusión, Mel Gibson ha seguido teniendo papeles como 'Sangre de mi sangre' (2016), 'Muere otra vez' (2020), 'Dangerous' (2021), 'On the Line' (2022) y 'Desperation Road' (2023).

También volvió a dirigir en 2016, tras una década sin hacerlo, con la estimable 'Hasta el último hombre', nominada a 6 Premios Oscar, incluidos Mejor Película y Mejor Director. Estaba claro que Hollywood había perdonado a Mel Gibson pero le había retirado su condición de estrella rutilante.

Y por si alguien duda de cómo se siente Mel Gibson con respecto a su pasado, no tiene más que recuperar su entrevista con Stephen Colbert en 'Late Night Show', en una de las escasas apariciones en medios que ha hecho en los últimos años

El presentador le preguntó si se arrepentía de algo cuando echaba la vista atrás, y Mel Gibson respondió, de forma tajante y rotunda: "No, nada". Eso sí, matizó la cortante respuesta. "No estoy orgulloso pero trabajé mucho en mí mismo, estoy sano y hago lo que amo que es contar historias".

Y es que, a pesar de sus tropiezos, Mel Gibson tiene claro que pasará un buen tiempo en el purgatorio, como un "castigo temporal antes de conocer a Dios", terminó de responder a un atónito Stephen Colbert.

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