¿Qué pasó con Georgie Henley? De Narnia a las puertas de la muerte
Hay papeles que marcan la vida de un actor y es el caso de Georgie Henley (llkley, Yorkshire, Inglaterra, 1995), que será eternamente recordada por su trabajo como Lucy Pevensie en la franquicia de ‘Las Crónicas de Narnia’ (‘The Chronicles of Narnia’).
Un trabajo que ilusionó e hizo soñar a niñas y niños de varias generaciones aficionados a esta saga fantástica basada en los libros de C.S. Lewis.
Su primer papel en una película lo consiguió cuando tenía menos de diez años, para el largometraje de 2005 ‘Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario’ (The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe), dirigido por Andrew Adamson.
Tras ello vinieron otros muchos trabajos, como la película ‘Perfect Sisters’ (2014), que rodó junto a Abigail Breslin, la película de 2017 ‘Access All Areas’ o la serie ‘The Spanish Princess’ (2019-2020).
Pero entretanto tuvo que hacer frente a una auténtica pesadilla provocada por una bacteria que a punto estuvo de costarle la vida.
Lo contó ella misma a través de su perfil en redes sociales: "Cuando tenía 18 años y me encontraba en mi sexta semana en la universidad, contraje fascitis necrosante, una infección rara y punitiva que casi me quita la vida y causó estragos en todo mi cuerpo”.
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De hecho, a punto estuvo de sufrir la amputación de su brazo izquierdo y tuvo que someterse a una complicada cirugía reconstructiva que le ha dejado huella con numerosas cicatrices que ahora luce orgullosa.
Se trata de una infección causada por una "bacteria come carne" que puede llegar a provocar la muerte si no se interviene rápidamente, por lo que la actriz puede considerarse afortunada.
Aunque, por un tiempo, supuso un auténtico trauma con el que ha tenido que ir lidiando. “Me tomó mucho tiempo sanar tanto física como mentalmente, pero esperaba que algún día fuera el momento adecuado para hablar sobre lo que sucedió”.
Al principio, intentó ocultar por completo sus cicatrices en el ámbito profesional a base de vendajes, prendas o maquillaje, pero con el tiempo aprendió a aceptarse.
"La industria de la que formo parte a menudo se enfoca en una idea muy limitada de lo que se considera 'perfección estética'. Y me preocupaba que mis cicatrices me impidieran conseguir trabajo. La verdad es que no existe dicha perfección, pero aún así he vivido con la vergüenza de sentirme diferente, exacerbada por las expectativas que surgieron al comenzar mi carrera con una edad muy temprana. Pero mis cicatrices no son algo de lo que avergonzarse”, aseguró.
En palabras de Georgie Henley, esas cicatrices son su “mapa del dolor” y no interfieren en capacidad a la hora de interpretar. “Estoy orgullosa de ser una persona que tiene cicatrices visibles en esta industria”, explica.
Y trabajo no le ha faltado, pues en los últimos años ha participado, por ejemplo, en la serie ‘The Diplómate’.
Por otro lado, durante la Universidad de Cambridge, además de sufrir la horrible experiencia de la fascitis necrosante, tuvo la oportunidad de actuar en varias obras de teatro y de dirigir 'Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street'.
En 2016 además escribió, produjo y realizó su primer cortometraje, titulado 'Tide', sobre una pareja de chicas lesbianas en las diferentes etapas de su relación.
Y por si fuera poco, Georgie Henley también ha escrito dos libros: 'The Snow Stag' y 'The Pillar of Secrets'.
Han pasado los años desde que Georgie Henley se diera a conocer por su trabajo como actriz siendo una niña. Y en la actualidad puede sentirse orgullosa no sólo de su carrera como actriz sino de su ejemplo de lucha y superación.
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