El antes y el después de Sharon Stone
Pensar en Sharon Stones supone pensar, de forma ineludible, en 'Instinto Básico'. Su Catherine Tremell marcó a una generación y es historia de Hollywood.
Ahora, más allá de 'Casino', su obra magna como actriz, cuesta pensar en un tercer trabajo de Sharon Stone.
Y es curioso, porque desde su debut, allá por 1980, la actriz acredita más de 100 trabajos entre cine y televisión.
Es más, la sensación de mucha gente es de que Sharon Stone lleva tiempo retirada y nada más lejos de la realidad.
La actriz no ha parado de trabajar y, en los últimos años, ha participado en series y películas muy conocidas. Y a las pruebas nos remitimos...
Fichada para la segunda temporada (8 capítulos), da vida a la madre de la protagonista, Lisa Bowden, desaparecida en la primera entrega.
Ha sido Leonore Osgood durante 8 capítulos en la serie de Netflix. Una millonaria con un oscuro pasado parecía el papel ideal para Sharon Stone y quedó claro que así era.
Paolo Sorrentino elevó el glamour de Sharon Stone a otro nivel con su herself en la serie de HBO. Y eso que solo fue un capítulo...
Corrupción, lavado de dinero y todo basado en una historia real. Una de las grandes joyas de Netflix.
Los cameos en series de éxito han sido constantes en los últimos años, aunque su Reiki Davis en 'Better Things' ha sido de lo mejor.
No es fácil dar vida a la protagonista de una serie que gira en torno a su brutal muerte, pero Sharon Stone dignificó su papel en una serie olvidable, a pesar de su Olivia Lake.
Emparejar a Sharon Stone con Tony Goldwyn es un sí con mayúsculas.
Durante una temporada, dio vida a la vicepresidenta de Estados Unidos y jefa del mejor agente del mundo. No funcionó.
Miriam Ebbers es otro papel a reivindicar de la actriz, esta vez como esteticista que se ve salpicada por la muerte de JFK en 1968.
Había mucha más química de la esperada con Bill Murray en esta dramedia de reparto espectacular.
Gwen Dillon fue la certificación de su versatilidad como actriz en este drama familiar con Kieran Culkin haciendo de su hijo.
Sharon Stone dio replica a dos grandes como Robert De Niro y Joe Pesci en un papel que le valió su única nominación al Oscar, premio que le arrebató Susan Sarandon por 'Pena de Muerte'.
Mark Rydell consiguió el sueño dorado de cualquier director de los 90: juntar a Richard Gere y Sharon Stone en un triángulo amoroso que completaba Lolita Davidovich.
Carly Norris pretendía emular a Catherine Tremell pero ni Phillippe Noyce era Paul Verhoeven, ni William Baldwin era Michael Douglas.
Catherine Tramell y Paul Verhoeven elevaron a Sharon Stone a categoría de mito con un papel de femme fatale y un cruce de piernas legendario.
Alison King es una fotógrafa norteamericana en Roma que será consciente de hasta dónde llegan los tentáculos de la mafia en la capital italiana.
Angie Anderson amanece a medio camino entre la ensoñación y la realidad, mientras se recupera de una agresión íntima con el cuerpo sin vida de su agresor al lado.
Lori Quaid fue su primer papel con Paul Verhoeven y éste la metió en la piel de una experta en artes marciales que se hace pasar por esposa de Arnold Schwarzenegger.
Aquí interpretaba el papel de Sol. Cuesta imaginar a Sharon Stone en un entorno taurino, incluso con un triángulo amoroso entre medias.
A pesar de ser ya muy conocida, Sharon Stone y su Patrice Dellaplane no pudieron con el fulgor de Vanity en esta película. Eso sí, en Hollywood, el nombre de Sharon Stone ya apuntaba a estrella.
Kathy Connors formaba parte de una historia de venganza con la muerte violenta de un padre de por medio. Un clásico de los 80.
Steve Guttenberg y Sharon Stone juntos en los 80 eran dinamita pura en pantalla. Su Claire Mattson es todo un icono de la comedia de la década.
El éxito fue tal que en tan sólo un año se estrenó la secuela y la pareja volvió a buscar aventuras por todo el mundo.
Una versión más que digna de Indiana Jones en la que tocaba buscar al padre de Jesse Huston, su personaje, en compañía de la estrella del momento, Richard Chamberlain.
Aquí fue Lana Marcus. Wes Craven le dio su primer papel relevante en el género dominante a principios de los 80: el terror.