Corey Haim, el niño al que Hollywood robó la infancia
Fue uno de los ídolos juveniles de los años 80, un prometedor actor al que Hollywood devoró. Los golpes que le dio la fama y los trapos más sucios de la industria del cine norteamericano acabaron con una carrera con gran recorrido y con una vida rota desde que apenas se adentraba en la adolescencia. Esta es la trágica historia de Corey Haim...
Corey Haim nació en la ciudad canadiense de Ontario en 1971. Se trataba de un chico, como muchos de los que le conocieron recuerdan, con una personalidad muy alegre y con un carisma poco común que le haría saltar en pocos años desde la televisión de su país a la gran industria de Hollywood.
Corey Haim era un niño tímido al que sus padres decidieron apuntar a clases de interpretación con la idea de ayudarle a desarrollar más su confianza en sí mismo. No sabían, en aquel momento, que de ahí nacería un verdadero actor.
Con solo 10 años, Corey Haim comenzó a aparecer en anuncios de la televisión canadiense y pronto dio el salto como actor, pasando a formar parte del elenco de la sitcom 'Los Gemelos Edison', en la que hizo el papel de Larry a lo largo de diez capítulos entre los años 1984 y 1985.
Su gran trabajo en 'Los gemelos Edison' le dio la oportunidad de dar el salto a la gran pantalla y en Hollywood el mismo año de su estreno como actor, 1984, en la película 'Un extraño en casa' ('Firstborn'), en la que trabajó haciendo el papel de Brian junto a otros intérpretes que luego serían estrellas rutilantes: Sarah Jessica Parker y Robert Downey Jr.
La nueva oportunidad que le surgió a Corey Haim tras su estreno en la gran pantalla, hizo que su padres tomaran la decisión de mudarse desde Ontario a Los Ángeles, para que así pudiera seguir creciendo en su carrera cinematográfica.
En el año 1985, el actor continuó trabajando en varios papeles menores, haciendo de secundario y esperando su gran oportunidad. Sólo en aquel año le pudimos ver en cuatro películas, una de ellas para televisión, 'Tiempo para vivir'; y las otras tres en el cine: 'Admiradora secreta', 'Miedo azul' y 'El romance de Murphy'.
En el año 1986, con solo 15 años, a Corey Haim le llegó su gran oportunidad. Fue elegido para unirse al reparto de 'Lucas', una película dirigida por David Seltzer y que protagonizó junto a Winona Ryder y Charlie Sheen. Por su papel de empollón marginado, el actor recibió grandes elogios y le valió una nominación como mejor actor en los Premios de Artistas Juveniles.
Fue en aquella época en la que Corey Haim tuvo su primer encuentro con el mundo de los excesos etílicos y tóxicos. Todo comenzó con las cervezas que se bebía en el set de la película 'Lucas', tal y como confesó el actor años más tarde.
Sin embargo, el rodaje 'Lucas' incluyó un episodio mucho más terrible y oscuro. Lo relató Corey Feldman (en la imagen, a la derecha). El mítico 'Bocazas' de 'Los Goonies' aseguró en el documental '(My) Truth: The rape of Two Coreys' que Charlie Sheen abusó de su amigo Corey Haim.
Según detalló el propio Corey Feldman: "Charlie le habría inclinado entre dos remolques y lo violó a plena luz del día. Cualquiera podría haber pasado y haberlo visto”. Charlie Sheen siempre negó la acusación y nunca hubo una denuncia policial sobre aquellos hechos.
Tanto en una entrevista en la cadena ABC en 2011, como en 2013 en sus memorias, Corey Feldman habló de “abusos desenfrenados a menores en Hollywood”. Abusos de los cuales (siempre según la versión de Corey Feldman) habría sido víctima Corey Haim en más de una ocasión.
Aquellos sucesos fueron haciendo mella en Corey Haim, que desde entonces comenzaría una espiral negativa en su vida que le acabaría llevando a ser rehén de su adicción a las sustancias prohibidas. Un terrible camino que le llevó primero a ser adicto hasta a tres sustancias diferentes, a cuál más dura.
El actor regresó en 1987 a la televisión con la serie 'Roomies' en la que participó en ocho episodios interpretando el papel de Matthew Wiggins. Fue el paso previo a protagonizar ese mismo año la segunda película que marcaría su vida: 'The Lost Boys', una comedia de terror adolescente dirigida por Joel Schumacher y en la que coincidió con Kiefer Sutherland y Jason Patric, pero sobre todo con el que sería el gran amigo de su vida: Corey Feldman.
Desde que se conocieron en 'The Lost Boys', existió una gran conexión entre Corey Haim y Corey Feldman, tanto es así que pasaron a ser apodados como “los dos Coreys” y a rodar nada menos que 12 películas juntos, entre ellas la exitosa comedia adolescente 'Papá Cadillac' ('License to Drive'), de 1988.
Corey Haim continuó su carrera protagonizando películas como 'La ley de los Rollerboys' 0 'Una chica de ensueño', pero su fama iba cayendo en picado y aún no había cumplido 20 años.
Su bajada de popularidad y su cada vez más acentuada adicción le llevaron a pasar por un pequeño periodo de rehabilitación para la que le recetaron una serie de medicamentos. Sin embargo, estos tuvieron el efecto contrario, llevándole de una adicción a otra..
A pesar de sus problemas, Corey Haim siguió su carrera como actor en los años noventa, aunque su fama y su crédito habían ido esfumándose. Le pudimos ver en producciones como 'Familia de ladrones', 'Un coche y un fiambre' (ambas de 1991), 'Una de las chicas' (1993), 'Last Resort' (1994), 'Pánico en la central' o 'Desmadre en la Comisaría' (1997), además de varias producciones canadienses.
Ya con la entrada del nuevo siglo, Corey Haim siguió en la línea de la década anterior, con películas de perfil bajo con las que nunca volvió a recuperar la popularidad perdida. De esta época son 'Los asesinatos del patio trasero' (2002), 'Jóvenes ocultos 2: Vampiros del surf' (2008), 'Crank: alto voltaje' (2009) y la última película de su carrera, 'Do Not Disturb' (2013), estrenada tras su fallecimiento.
La relación de 'los dos Coreys' tuvo sus altibajos a lo largo de los años, pero siempre estuvo ahí. De hecho, entre 2007 y 2008 participaron juntos en el reality 'The Two Coreys', que fue emitido por A&E Network y se convirtió en todo un éxito.
Los últimos años de Corey Haim vieron como su carrera y su vida se iban apagando de forma paralela. El consumo de sustancias y medicamentos -aseguró en una entrevista que tomaba más de 85 pastillas diarias-, le llevaron a ganar mucho peso y tener un aspecto cada vez menos saludable.
El 10 de marzo de 2010, encontraron a Corey Haim inconsciente en un apartamento de California. Le trasladaron al hospital, pero no pudieron hacer nada por salvar su vida. Tenía 38 años. La autopsia dictaminó muerte por causas naturales. Los años de excesos pararon su corazón. Y el sueño de Hollywood terminó para la estrella infantil que vino de Ontario a conquistar la soleada California.