¡Cuidado! Estos objetos cotidianos son más peligrosos de lo que imaginas
Parece un simple peluche, ¿verdad? Pero en realidad podría ser un peligroso objeto en manos de nuestros hijos. Y es que, en ocasiones no somos conscientes del peligro que implican algunos objetos cotidianos, aparentemente inofensivos. En el caso del osito de peluche, en primer lugar, el propio peluche o algunos de sus elementos, como sus ojos, pueden producir atragantamientos o asfixia.
La otra razón, y no menos importante, es que los peluches suponen un foco de bacterias y ácaros que pueden provocar diferentes problemas en nuestros hijos, entre otros de índole alérgica. Una solución puede ser el lavado asiduo, pero hay quien recomienda meterlo en el congelador un par de días cada dos semanas para acabar con ácaros y bacterias.
Si un peluche tiene este peligro, es lógico pensar que en la casa habrá más elementos que puedan ser peligrosos en la casa, a pesar de no haber reparado en ellos. Efectivamente. ¿Y qué otros objetos cotidianos pueden resultar una amenaza para la que no estamos precavidos? Te lo contamos.
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Los tubos fluorescentes, que en muchas ocasiones instalamos en lugares de la casa como cocinas o baños, pueden provocar daños a la salud, en caso de rotura por emanación de vapores, ya que contienen pequeñas cantidades de mercurio.
Las estanterías que podemos tener en diferentes estancias de nuestro hogar, pueden suponer un verdadero peligro en caso de no estar ancladas a la pared. Y es que si alguno de nuestros hijos o mascotas trata de treparla, el riesgo de que ésta le aplaste, en caso de caída, es alto.
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Los radiadores, especialmente los eléctricos, pueden provocar quemaduras e incluso incendios, en caso de dejar apoyado encima aquello que no se debe. ¡Mucho cuidado!
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Los humidificadores pueden ser muy beneficiosos para la salud de aquellas personas que tienen problemas de respiración, siempre que estén limpios pero, en caso contrario, se puede producir moho que acaba siendo inhalado, con el consiguiente perjuicio.
Algunos productos de limpieza para hornos contienen potentes componentes como, por ejemplo, el hidróxido de sodio, que es muy corrosivo y puede generarnos serios problemas, si entra en contacto con nuestra piel, ojos o vías respiratorias.
Sorprendente (o no tan sorprendente) respuesta: qué tiene más bacterias, tu móvil o tu váter
Otro objeto muy común en cualquier casa es la manta eléctrica que, además de riesgos de incendio en modelos defectuosos, puede provocar quemaduras. Además, no está indicado para mujeres embarazadas o personas con problemas circulatorios.
Las pilas, especialmente las de botón, son una verdadera amenaza para los más pequeños de la casa, que suelen llevarse cualquier cosa a la boca. No obstante, en caso de ingesta, puede provocar no sólo atragantamiento, sino también quemaduras en el tracto gastrointestinal.
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Las chanclas son mucho más traicioneras de lo que podamos imaginar. Y es que producen desde esguinces hasta fascitis pasando por caídas, dada la inestabilidad y los materiales con los que se fabrica este tipo de calzado.
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Según un estudio de la Universidad de Queensland, las micropartículas que emiten al aire las impresoras láser, podrían terminar en nuestros pulmones, causando perjuicios pulmonares y cardiovasculares similares a los que produce el tabaco.
¿Qué daño puede causar un simple mueble? Pues en función del material con el que esté fabricado, podría ser más perjudicial de lo que pensamos. Por ejemplo, los que están hechos con aglomerados de madera, suelen estar pegados con resinas como el formaldehído, que en pequeñas cantidades puede provocar problemas dermatológicos, oftalmológicos o respiratorios. Y en grandes cantidades, hay estudios que lo relacionan con algunos tipos de cáncer.
Las esponjas son un verdadero foco de gérmenes y moho. Por ello, los expertos recomiendan prescindir de ellas y extender el gel directamente con la mano. Y en el caso de tener una pequeña herida, corremos el riesgo de padecer una infección dermatológica.
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Cuidado con las cortinas. Pueden ser un peligro para niños o mascotas, pues el riesgo de asfixia en caso de quedarse enredados es bastante alto. Por otro lado, también suelen ser causantes de incendios si están cerca del fuego, por ello es recomendable que estén elaboradas con materiales ignífugos.
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¡Y qué decir de las alfombras! Causantes de tantas caídas... Por ello, siempre es recomendable que sean antideslizantes.
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