Las 10 canciones más tristes de la historia

Esta canción, compuesta por Eric Carmen en 1975, se convirtió en el gran himno de la soledad y las rupturas, al ser el tema que suena de fondo mientras 'Bridget Jones' devora helado llorando a lágrima viva. Para cortarse las venas.

Esta balada escrita por Eric Clapton en memoria de su hijo, Conor, fallecido a los 4 años de edad al caer del piso 53 de un rascacielos en Manhattan, no podía faltar en esta lista.

No es raro que este tema de Harry Styles nos haga sentir tristeza. Según contó a 'Rolling Stone', “está escrito como si una madre estuviera dando a luz, hubiera una complicación y le dicen: ‘El niño está bien, pero no lo vas a lograr’. La madre tiene 5 minutos para decirle al niño: ‘Ve y vence'”.

Este temazo de 'ABBA' es doblemente triste. Narraba en vivo el fin de la relación de su compositor, Björn, y su ex-esposa Agneta, que además la interpretaba. Emociona escucharla cantar una canción tan autobiográfica.

No podía faltar esta canción escrita por Prince e interpretada por Sinéad O'Connor. El vídeo musical, con el rostro de Sinéad en primer plano, llorando mientras canta, se convirtió en un icono visual de la tristeza.

Compuesta por Paul McCartney, esta balada atemporal de 'Los Beatles' sobre la nostalgia y la pérdida, ha sido seleccionada en el Top Ten de las canciones más tristes, según ChatGPT.

Esta canción de 'R.E.M'., que habla de que todos experimentamos momentos difíciles, es elegida mayoritariamente por hombres entre las que más les hacen llorar. Pelos de punta.

Escrita por Paul Simon, esta canción de 'Simon & Garfunkel', es una reflexión sobre la soledad y la falta de comunicación. Sigue siendo una obra maestra de la lírica y la bajona.

Fue la primera canción que Amy Winehouse escribió y grabó para su segundo álbum en 2006. Una metáfora del abismo de la depresión. Es el retrato sombrío de un corazón roto. Cuerdas lúgubres y un tañido siniestro crean una atmósfera fúnebre.

En 1994, Mariah Carey llevó al estrellato esta desgarradora balada. Pero, cuando la grabó, ya llevaba 24 años cosechando éxitos. Algo que no fue suficiente para sus compositores, que se quitaron la vida cuando su carrera comenzaba a despegar.