Lo que (tal vez) no sabías de Donovan Carrillo
El patinador mexicano Donovan Carrillo ya cerró su participación en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 con un puntaje final de 218.13. Y aunque eso lo colocó en la posición 22 de la final varonil de patinaje artístico, el joven conquistó el corazón de muchas personas por su carisma, talento, humildad y disciplina.
De hecho, el joven de 22 años hizo una hazaña inolvidable al colocarse como el deportista mexicano con el mejor resultado en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno, además de convertirse en el primer patinador artístico mexicano en 30 años que participa en los Juegos Olímpicos de Invierno.
Además, la historia del oriundo de Zapopan, Jalisco, ha llamado la atención no sólo en México, sino a nivel mundial. Periódicos como El País, de España, y el New York Times, de Estados Unidos, le han dedicado páginas a su historia.
Cuando era niño, Donovan practicaba natación y gimnasia porque le gustaba mucho el deporte, ya que sus papás son maestros de educación física.
Pero como le gustaba una niña que practicaba patinaje artístico, decidió a los 8 años tomar clases junto a ella para conquistarla.
Con el tiempo, el joven vio que tenía facilidad para el patinaje y decidió dedicarse de lleno a este deporte.
Pero como es un deporte caro, Donovan usó, durante casi cuatro años, los patines que su hermana Dafne le heredaba, y estos siempre le quedaban grandes. Los primeros cuatro pares que tuvo eran de mujer, por lo que su mamá los llevaba con un zapatero para que al menos los pintara de negro.
De acuerdo con la revista Proceso, los papás de Donovan le compraron sus primeros patines cuando le robaron los de su hermana y se estaba preparando para un campeonato nacional. Son de color negro y de la marca canadiense Jackson, y las cuchillas eran unas Paramount con Phantom, y los conserva como un tesoro.
Donovan ha trabajado con su entrenador, Gregorio Núñez, por casi 15 años, por lo que casi es su “papá postizo” y no le cobra por las clases. Además, “Goyo” ha sido una parte importante de su crecimiento y éxito.
Como el patinaje artístico es un deporte complicado en México, porque no se cuenta con instalaciones para desarrollarlo, Donovan entrena principalmente en León en una pista de hielo dentro de un centro comercial.
“Allí existen cierto tipo de distractores y situaciones, como patinar con música todo el tiempo o con personas que todavía no saben patinar muy bien y que solamente lo hacen de una manera recreativa. Esto hace que el entrenamiento se vuelva un poco más desafiante…
“…(Además) Tienes que entrenar con una calidad de hielo muy por debajo de la que existe en competencias internacionales. En mi país, la mayoría son pequeñas. En la que yo entreno no tiene las medidas oficiales de una pista internacional", indicó el joven.
Pero encontrar una pista de hielo adecuada no ha sido su único obstáculo, sino también la parte económica. “Cada vez nos las vemos más negras para que pueda salir a competir. Organizamos rifas, desayunos. Puse a la venta agendas con tips de entrenamiento para llevar una bitácora. De ahí salió para los vuelos de los Mundiales, si no, no hubiera ido. Necesito apoyo de terceros para cumplir mis metas. He subido de nivel, pero puedo dar más. Estoy dispuesto a trabajar muy duro. No contar con el apoyo institucional no significa que voy a rendirme”, explica Carrillo a la revista Proceso.
Además de participar en los Juegos Olímpicos de Invierno, el patinador artístico ha clasificado en tres ocasiones a la final del Campeonato de Cuatro Continentes y en 2018 fue el primer mexicano en clasificar al Campeonato Mundial Senior, indicó El Informador.
Cuando Donovan escoge una canción para su rutina, después toma clases de baile sobre ese género para poder expresarse mejor.
“Porque es importante conocer la música con el género del baile fuera del hielo para posteriormente tratar de hacer algo único, mezclando la parte del baile de afuera y la parte del hielo. Entonces, yo creo que eso es algo que me ha diferenciado de muchos patinadores”, dijo Donovan en entrevista con Canal Once.
A Donovan le fascina la música alegre, pues le ayuda a transmitir al público lo que siente, y ha escogido a interpretes como Juan Gabriel, Carlos Santana, Carlos Rivera y Rick Martin. “Me encanta representar a México y llevar la cultura mexicana al extranjero de la mano del patinaje sobre hielo”, señaló a Canal Once.
De hecho, el patinador tapatío cautivó a todos en el 2016 por realizar en una competencia de Japón una rutina con la música del fallecido Juan Gabriel. El tema “Hasta que te Conocí” lo usaba en su programa libre en certámenes internacionales entre 2016 y 2017, y en 2018 se quedó con Juan Gabriel, pero ahora con la canción “Ya lo Sé que Tú te Vas”.
Desafortunadamente, Donovan ha sufrido bullying por aquellos que consideran que este deporte no es para hombres. “Mis papás me ayudaron a superarlo. Sí me llegó a afectar. Ellos me dijeron: ‘Mientras te guste y tengas claro quién eres, no debe afectarte. Si eres gay, te apoyamos. No tienes que sentirte menos o diferente’. Y yo les decía: ‘De verdad, yo no soy gay. Me gusta patinar y me gustan las niñas’…
“…En la escuela sufrí mucho. Me decían: ‘Ahí viene la patinadora’. Nadie puede modificar eso, está en la educación y en la formación de los valores de la casa, en el respeto hacia los demás. Al principio les trataba de explicar y hacerlos reflexionar, pero la gente es tan cerrada y cruel. Lo dicen para lastimar. Es inútil. No te salvas de los comentarios ni de las dudas. Hay mucho talento y podríamos ser más patinadores representando a México”, indicó el mexicano a la revista Proceso.
La medalla de plata que Donovan usa es un obsequio de su mamá, Diana Icela Suazo, para que se sintiera protegido y simboliza la unión familiar, porque la cadena era de su abuela.
Cuando está fuera de la pista, a Donovan le encanta bailar, leer y escuchar música; además, le fascina comer tortas ahogadas.
Y siempre se ha caracterizado por ser un chico alegre y optimista, cuya sonrisa es uno de sus principales atractivos para conquistar al público.
Además de sus metas dentro del mundo del patinaje artístico, Donovan desea inspirar a otros jóvenes para que sigan sus sueños como él y hagan lo que desean más allá de los obstáculos. ¡Y vaya que lo ha logrado!