Así es Ashley, la hija de Joe Biden

En la trágica vida personal de Joe Biden pesa la ausencia de su primera esposa y de sus hijos Beau y Naomi. Esposa e hija fallecieron en accidente de coche y Beau murió por un tumor cerebral. Queda su hijo Hunter, de muy problemática biografía, y su hija Ashley, quien mejor ha sabido ejercer un activismo progresista muy en la línea de quien logró ganar las elecciones a Trump. Pero ¿cómo es exactamente Ashley Biden?

Ashley nació en 1981 en Wimington (Delaware). Es hija de Joe Biden y de su segunda esposa, Jill. Siempre ha tenido una relación muy especial con su padre.. En la imagen, Ashley Biden tiene seis años.

Tanto por sus orígenes irlandeses y su educación católica como por el drama que Joe Biden tuvo que padecer, la familia ha sido algo central en su vida. Es célebre el dato de que, cuando Joe Biden era senador, volvía en tren desde Washington a diario para dormir en casa aunque supusieran largas horas de trayecto.

En la imagen vemos a Joe Biden jurando su cargo de senador ante George Bush junto a toda su familia. Ashley Biden está en brazos de papá. La política ha sido para ella un territorio absolutamente cercano desde que era muy pequeña.

Ashley Biden estudió Antropología en la Universidad de Tulane y, como cualquier universitaria de clase media, ejerció de camarera en una pizzería para sacar dinero extra. El trabajo social ha sido su vida: primero en un centro de salud mental infantil, luego en el Departamento de Servicios Sociales de Delaware y también en una institución para abolir la pena de muerte en Estados Unidos.

De su época universitaria datan también algunos problemas con la policía: fue arrestada una vez por tenencia de sustancias prohibidas y amonestada por una fiesta con compañeras que se fue de las manos. La loca vida del campus. Después de ese periodo estudiantil, sentó la cabeza y dejó atrás malos hábitos.

Ashley Biden se casó en 2012 con Howard Krein, médico y empresario. La ceremonia fue interreligiosa: católica por parte de la novia, de rito judío por parte del novio.

Ashley Biden (en la imagen junto a su madre) tiene su vertiente emprendedora: creó la marca de ropa Livelihood, con una filosofia sostenible y ecológica. Porque Ashley Biden es una progresista del siglo XXI con todos los atributos correspondientes.

Ashley Biden ha participado en cumbres feministas y se declara defensora de los derechos de los animales.  Siendo apenas una adolescente instó a su madre a presionar a las marcas de belleza para que abandonasen las pruebas con animales. Es una liberal de izquierdas como buena parte de la juventud urbana estadounidense. Aunque añadiendo la moderación que es marca de la casa Biden.

La muerte de su hermano Beau en 2015 fue un duro golpe para la familia en general y para Ashley en particular. Mantenía unos lazos muy fuertes con el fallecido. Fue quien le presentó a su marido. Hunter (en la imagen durante un homenaje a Beau) siempre fue otra cosa, el hermano díscolo que iba por su cuenta.

Ashley Biden lleva tiempo participando en la actividad política de su padre. Ha combinado, hasta el momento, una cierta discreción con el apoyo incondicional a la carrera política de su progenitor. Un ejemplo de esa discreción es que, prácticamente hasta que Joe Biden no ganó las elecciones, el perfil de Ashley Biden era privado.

En los perfiles publicados en diversos medios sobre Ashley Biden se destaca la enorme distancia que guarda con Ivanka Trump. Ambas son mujeres fuertes y con capacidad de liderazgo pero el sesgo conservador de Ivanka nada tiene que ver con el progresismo de la hija de Joe Biden.

Habrá que ver cuál es el papel de Ashley Biden a partir de ahora. Trump hizo de su familia más cercana el núcleo del poder que ostentó. Joe Biden es un político de la vieja escuela y no parece que sea partidario de prácticas como esa. Sin embargo, Ashley Biden puede que, en un momento dado, quiera dar el paso a la política y encuentre su propio lugar. Quién sabe.

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