Belleza letal: las flores más venenosas del mundo
Pueden encontrarse en diversos hábitats alrededor del mundo y tienen toxinas, desde alcaloides que afectan el sistema nervioso o el corazón, hasta otros compuestos químicos que pueden causar daño celular o liberar cianuro. La peligrosidad de estas plantas radica en su capacidad de provocar desde síntomas menores hasta la muerte, dependiendo de la dosis y la vía de exposición. Aquí te presentamos las más peligrosas.
Originaria de África tropical y extendida por todo el mundo, esta planta es conocida por sus semillas que contienen ricina, una de las toxinas más potentes. Ingerir incluso una semilla puede ser fatal para un adulto, causando síntomas que incluyen náuseas, vómitos, diarrea, y fallo orgánico.
Nativa de Europa y naturalizada en América del Norte, la cicuta es famosa por contener coniina, un alcaloide que afecta el sistema nervioso central, provocando parálisis muscular y, eventualmente, la muerte por paro respiratorio. Sócrates es quizás su víctima más célebre.
Esta planta, originaria de Europa, contiene digitoxina y otros glucósidos cardíacos que pueden fortalecer y regular el corazón en dosis controladas, pero en dosis elevadas causan irregularidades cardíacas, confusión, vómitos, y potencialmente la muerte.
Conocido también como casco de Júpiter, se encuentra en las montañas de Europa. Sus alcaloides, principalmente aconitina, son extremadamente tóxicos, causando entumecimiento, palpitaciones, parálisis y, sin tratamiento, la muerte.
Ubicado en regiones templadas alrededor del mundo, el oleandro es letalmente hermoso. Ingerir cualquier parte de la planta puede causar síntomas graves como náuseas, vómitos, arritmia cardíaca, y la muerte.
Nativa de Europa y Norte de África, esta planta debe su nombre a su uso histórico para dilatar las pupilas. Contiene atropina y escopolamina, que en dosis altas causan delirio, alucinaciones, convulsiones, y puede ser fatal.
Originaria de América Central y del Sur, esta planta se encuentra en climas tropicales y subtropicales. Similar al oleandro, sus cardenólidos son altamente tóxicos y pueden causar síntomas cardíacos severos y la muerte.
Distribuida mundialmente, esta planta contiene alcaloides como la atropina y la escopolamina, que causan delirio, alucinaciones, taquicardia, y en dosis altas, la muerte. Se ha usado históricamente en rituales y envenenamientos.
Encontrado en América del Sur y naturalizado en muchas otras regiones, esta planta contiene anabasina, un alcaloide tóxico similar a la nicotina, que afecta el sistema nervioso y puede ser mortal en dosis altas.
Nativa de Europa, contiene colchicina, una toxina que interfiere con la división celular y puede causar síntomas gastrointestinales severos, fallo multiorgánico, y muerte.
Presente en zonas templadas a nivel mundial, contiene taxina, un compuesto que afecta directamente el corazón, provocando fallo cardíaco y muerte súbita.
Originaria de América tropical, sus semillas contienen toxinas que provocan náuseas, vómitos, diarrea, y en dosis altas, pueden ser fatales.
Aunque se encuentra en todo el mundo y se utiliza en cocina, contiene alcaloides pirrolizidínicos, que son tóxicos para el hígado y pueden causar daños acumulativos.
Originario de Europa, todas las partes de esta planta contienen cianógenos que pueden liberar cianuro, causando síntomas de intoxicación y potencialmente la muerte.
Nativa del sureste de EE. UU., contiene gelsemina, un alcaloide que afecta el sistema nervioso central, causando parálisis de los músculos, dificultad respiratoria, y puede ser mortal en dosis suficientemente altas.