Donald Trump enfrenta acusación de exmodelo por agresión sexual

Stacey Williams, exmodelo de 56 años, afirmó que fue manoseada por Donald Trump en 1993, tras ser presentada por Jeffrey Epstein. Williams reveló la acusación durante una llamada de Zoom organizada por un grupo de apoyo a Kamala Harris, llamado Survivors4Harris, de acuerdo con el diario británico The Guardian.

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Williams relató que el incidente ocurrió en Trump Tower a finales de 1992 o a principios de 1993. La ex modelo explicó que ella y Epstein salieron juntos por un tiempo y que, durante una de sus citas, él le sugirió visitar a Trump. ‘Me quedó muy claro que él y Donald eran muy, muy buenos amigos y pasaban mucho tiempo juntos’, dijo. Una vez con el entonces empresario, Trump la saludó y, según ella, comenzó a manosearla, tocando sus pechos, cintura y glúteos.

Williams mencionó que Epstein y Trump parecían ser buenos amigos y que la interacción que vivió con ambos le pareció un ‘juego retorcido’. Esto, sumado a las sonrisas que ambos compartieron durante el incidente, la hizo sentir profundamente incómoda.

Después del supuesto manoseo, Williams comentó que Epstein cambió de actitud, volviéndose frío y distante. Al salir de Trump Tower, él la reprendió por haber permitido que Trump la tocara, lo que la dejó confundida y humillada.

De acuerdo con la revista People, un portavoz de Trump negó categóricamente las acusaciones de Williams, calificándolas como ‘falsas e inventadas’. Afirmaron que las declaraciones de Williams estaban motivadas por intereses políticos, dado que se revelaron poco antes de las elecciones. ‘Estas acusaciones, hechas por un ex activista de Barack Obama y anunciadas en una llamada de campaña de Harris dos semanas antes de las elecciones, son inequívocamente falsas’, decía un comunicado.

Williams compartió que, meses después del incidente, recibió una postal de Trump con una foto aérea de Mar-a-Lago, en la que él escribió ‘Stacey – Tu hogar lejos de casa. Con cariño, Donald’. Esta postal fue mostrada durante su testimonio en la llamada.

Williams describió haber sentido una mezcla de vergüenza y confusión después del incidente. Dijo que, tras separarse de Epstein, comenzó a sentir que el evento fue orquestado y que la habían tratado como un objeto.

Williams explicó que decidió no hacer pública la denuncia durante años, a pesar de que otras mujeres acusaron a Trump de comportamientos similares, porque temía el acoso y la publicidad negativa, especialmente por ser madre.

De acuerdo con The Guardian, las actitudes reflejan un patrón de comportamiento similar al descrito por otras mujeres que han acusado a Trump de acoso sexual, incluyendo tocamientos no deseados y comportamientos inapropiados en eventos públicos. Williams explicó que ella no supo de esto, sino hasta que las denuncias se hicieron públicas.

Aunque no se ha encontrado evidencia de que Trump estuviera involucrado en los crímenes de Epstein, los dos hombres compartieron amistad durante los años 90. Trump ha declarado que conocía a Epstein, pero que su relación se deterioró en los años 2000.

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