¿Hambre insaciable antes de tu período? ¡Conoce el por qué!
Según el portal Medical News Today, aproximadamente el 90% de las mujeres en edad fértil se ven afectadas por algunos de los síntomas más típicos del síndrome premenstrual (SPM). Entre ellos se encuentran los imparables e insaciables ataques de hambre. ¿A ti también te pasa? ¡Explora la galería y descubrirás por qué y cómo lidiar con ellos!
El antojo de comida dulce o salada antes del ciclo menstrual es mucho más común de lo que piensas. Esto sucede especialmente a partir de la tercera fase del ciclo, la ovulatoria (liberación del óvulo), al inicio de la cuarta fase, la lútea (después de la liberación del óvulo), por tanto del día 14 al 22.
En esta semana del mes en particular se produce una fuerte disminución de los niveles de estrógeno, las principales hormonas sexuales femeninas, incluido el estriol, que es procesado principalmente por los ovarios a partir de la testosterona durante los años de fertilidad de la mujer.
Durante el ciclo menstrual, al final de la primera fase (la folicular) los niveles de estriol alcanzan su punto máximo. Y este es el momento en el que nos sentimos más enérgicos, extrovertidos y sociables.
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Al mismo tiempo, durante la fase de ovulación, con la disminución de los niveles de estrógeno y por tanto de estriol, la progesterona, hormona femenina que aumenta la temperatura central del cuerpo, acelerando el metabolismo y el apetito, alcanza los niveles más altos.
Según un estudio publicado en la web de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, en esta fase del ciclo el metabolismo de la mujer puede aumentar hasta un 9,4% más que en la fase posmenstrual, periodo en el que es posible tomar aproximadamente 160 -170 calorías más.
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Y esta es, por tanto, la principal causa de ese deseo imparable por consumir alimentos dulces o salados, unos días antes de la menstruación. Este es un fenómeno muy normal que el organismo femenino es absolutamente capaz de gestionar y afrontar, porque está preparado para ello (así que no te sientas culpable).
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De hecho, el metabolismo se acelera y en consecuencia será fácil gestionar algunos snacks extra, sin que esto afecte a tu peso.
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Hay que subrayar, sin embargo, que como los estrógenos son sensibles a la insulina y tolerantes a los hidratos de carbono, en esta fase en la que sus niveles disminuyen drásticamente, el organismo favorecerá más las grasas como combustible que los hidratos de carbono (glucógeno).
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Según evewellness.com, estamos hablando de ácidos grasos que se encuentran en alimentos como el aguacate, el salmón, las nueces y los aceites de oliva y coco virgen extra. Se trata de alimentos que, aunque grasos, pueden reducir los antojos y mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
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En algunos casos, la progesterona también puede provocar una disminución en el trabajo de los intestinos y, por tanto, estreñimiento. Si este es el caso, es recomendable hidratarse mucho bebiendo agua y consumiendo mucha fibra.
Evidentemente, no siempre es posible preferir una alimentación saludable en este período tan particular y delicado del mes. Es por esto que se recomienda seguir algunas reglas simples para no caer en tentaciones seductoras.
Según el portal Healthline, en estos casos un diario de alimentación puede convertirse en un excelente aliado. Es posible utilizar una libreta tradicional o incluso una aplicación, donde anotar las calorías consumidas durante las diferentes fases del ciclo, así será más fácil observar cuando se presenten los ataques de hambre.
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Sí, es difícil, sobre todo en esos días del mes. Un consejo es evitar ir de compras cuando esté sufriendo estos ataques de hambre previos al período, para no llenar tu despensa con tentaciones.
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Es mejor tomar pequeños refrigerios ligeros varias veces al día, evitando ayunos prolongados, así los ataques de hambre serán menos fuertes y más fáciles de controlar.
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El ejercicio físico, incluso en estos casos, es un buen aliado, sobre todo para el estado de ánimo. Sabemos, de hecho, que incluso los niveles de serotonina, la llamada hormona de la felicidad, disminuyen en esta fase, por eso, un paseo al aire libre o una actividad como el yoga te ayudarán a mejorar tu estado de ánimo y olvidarte por un rato del deseo de comida.
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Por último, hay que intentar no confundir los ataques de hambre provocados por el síndrome premenstrual con el hambre nerviosa, que afecta no sólo a las mujeres, sino también a los hombres. En estos casos, la comida es vista como una especie de mecanismo de gratificación, problema que, si es difícil de controlar, se recomienda derivar a un especialista.