La vida secreta de las campeonas españolas
Conocemos sus hitos deportivos. El últimos nada menos que haber ganado el Mundial de Fútbol de Australia & Nueva Zelanda, pero algunas de nuestras campeonas son todavía unas desconocidas para el gran público.
¿Qué sabemos del aspecto más íntimo y personal de las protagonistas de la última hazaña del fútbol femenino español? Hagamos un repaso por las biografías de cada una de las 23 convocadas por Jorge Vilda.
Misa Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 1999), portera del Real Madrid, es una de las más bromistas y extrovertidas del vestuario de la Selección. Sin embargo, sus inicios en el mundo del deporte fueron en la gimnasia rítmica. Afortunadamente recondujo su futuro apostando por el fútbol, pese a que estuvo a punto de dejarlo cuando era adolescente por un problema cardíaco que finalmente pudieron solucionarle los médicos pasando por quirófano.
Salma Paralluelo (Zaragoza, 2003), nombrada Mejor jugadora joven en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, es la benjamina del grupo (tiene 19 años) y hasta los 18 años practicó de forma profesional sus dos grandes pasiones: el fútbol y el atletismo. Comenzó con ambas cuando estaba en el colegio Calixto Ariño de Zaragoza y durante años tuvo que hacer el sacrificio de levantarse a las 4:30 de la mañana para que le diera tiempo de hacer deberes, ir a la escuela y entrenar. Una historia de sacrificio que ahora ha dado sus frutos.
La dos veces Balón de Oro y premio The Best, Alexia Putellas (Barcelona, 1994), es la mejor futbolista del mundo, de eso no cabe duda, pero ¿qué hay del plano personal? Hay que destaca que su vida estuvo marcada por la muerte de su padre, Jaume Putellas, que ocurrió cuando ella tenía 18 años. Y en cuanto a sus relaciones personales, según se han publicado en distintos medios, está muy enamorada de la representante de artistas Olga Ríos.
Alba Redondo (Albacete, 1996) comenzó en la gimnasia deportiva, pero lo suyo era claramente el fútbol, como ha quedado demostrado en este mundial en el que también ha sido protagonista por el beso que le dio a su novia, Cristina Monleón, tras ganar a Zambia. Una imagen que se ha convertido en símbolo para la lucha LGTBIQ+. En el aspecto más íntimo, cabe destacar que tiene, al igual que su hermano, un tatuaje con la frase "Arriba los corazones", que decía su tío, fallecido en 2003 en el accidente aéreo del Yak-42.
Para Olga Carmona (Sevilla, 2000) sus seres queridos son lo más importante. Suyo ha sido el único gol de la final, que ha dado la victoria a España, y lo dedicaba a Merchi, la madre de una de sus mejores amigas, que había fallecido recientemente. Ironías del destino, el padre de Olga Carmona había muerto horas antes, aunque tanto la familia como la Real Federación Española de Fútbol, prefirieron no decirle nada hasta que hubiera acabado el partido. En este duro momento se apoyará en sus hermanos (que también juegan al fútbol como ella) y en su madre, a la que está muy unida. Hasta el punto de que tiene el mismo tatuaje: una madre y una hija abrazándose y un infinito.
La jugadora del FC Barcelona Ona Batlle (Barcelona, 1999) patinaba cuando era niña, pero a ella lo que le gustaba era el fútbol, al que jugaba con su hermano en el patio delantero de su casa. "Le decía a mi madre que quería ser como él", contó ella misma en una entrevista en El Patio. A los seis años consiguió apuntarse al equipo del colegio (jugando con chicos) y hasta ahora.
El fútbol siempre estuvo muy presente en la vida de la jugadora del Real Madrid Teresa Abelleira (Pontevedra, 2000). Su padre era entrenador de equipos modestos y su hermano también es futbolista. De hecho, empezó a jugar al fútbol con su hermano en el municipio de A Caeira, en Pontevedra, donde además es conocida por la histórica panadería que hasta enero de este año regentaba su familia.
Para Irene Paredes (Guipúzcoa, 1991), jugadora del FC Barcelona, el Mundial de Australia y Nueva Zelanda ha sido algo triste ya que perdió a su padre unas semanas previas al comienzo del campeonato. Afortunadamente, ha podido apoyarse en su pareja, Lucía Ybarra, con la que en 2021 fue madre de un niño, Mateo. Y... por cierto, habrá quien no conozca que Irene Paredes fue también jugadora de hockey hierba.
Una curiosidad sobre Athenea del Castillo (Santander, 2000), o Athe, como la conocen en el vestuario, es que tiene un ritual que realiza poco antes de salir al terreno de juego en los partidos importantes. Y es que, tal y como explicó ella misma en una rueda de prensa, lo que más le relaja en esos momentos de nervios es estar con su peluche y tocar la etiqueta antes de salir a calentar. Adorable.
María Pérez Rabaza (Barcelona, 2001), jugadora de FC Barcelona, nació con estrella, en una fecha muy especial: el día de Nochebuena (concretamente el 24 de diciembre de 2001). ¿Será por ello que los medios ya la comparan con Alexia Putellas por sus características similares? ¿Le esperará un futuro similar al de su compañera de equipo?
Fue jugadora del FC Barcelona y ahora milita en el Arsenal. Laia Codina (Gerona, 2000) compagina su carrera futbolística con la carrera de periodismo. Y a propósito del interés que han despertado las jugadoras de la Selección Española en los medios, se pronunciaba así en una reciente entrevista a El Periódico: “Estamos muy agradecidas porque es lo que llevamos años pidiendo. Ahora toca seguir así, todos juntos de la mano, para que el fútbol femenino siga creciendo”.
La jugadora del Real Madrid Ivana Andrés (Valencia, 1994) vive un buen momento tanto en lo profesional, con sus triunfos con el Real Madrid y la Selección, como en lo personal, pues el pasado año se casó con su pareja, Ana Moreno, con la que ha sido madre de una niña, Jara. Y gracias al plan de conciliación de la RFEF, ha podido convivir con ellas en el hotel durante la concentración. Una oportunidad única para hacer de esta experiencia algo inolvidable para las tres.
La guardameta mallorquina Catalina Coll (Mallorca, 2001) juega al fútbol desde que era pequeña, aunque, como muchas de sus compañeras, tuvo que comenzar en un equipo de chicos. A los 11 años probó en la portería y le gustó. No obstante, para poder perseguir su sueño tuvo que irse de casa con sólo 18 años" Nunca había vivido sola y soy de un pueblo pequeño en el que todo el pueblo es como tu familia. Me daba respeto salir", contó en el pasado en El Diario de Mallorca. Por cierto, Catalina también es muy supersticiosa y realiza infinidad de rituales antes de salir a competir.
Aitana Bonmatí (Barcelona, 1998), que se ha alzado con el premio a mejor jugadora del Mundial, fue también la mejor jugadora de la última edición de la Champions League, por lo que suena ya como firme candidata a llevarse el próximo Balón de Oro, al cual fue nominada ya en 2022. Es además un firme activista en diferentes causas y todo un referente del feminismo. Muestra de ello es que invirtió el orden de sus apellidos para colocar primero el de su madre.
Eva Navarro (Murcia, 2001). Atlético de Madrid - en 2021 no lo tuvo fácil para jugar al fútbol de niña. Empezó a jugar al balón, en el patio de su propia casa, con su hermano Álvaro y tal era su talento que su padre se sacrificaba cada tarde, después de trabajar en una fábrica de gomaespuma, para llevarla a entrenar desde Yecla, donde vivía, hasta Alicante. Mientras, Eva Navarro aprovechaba el trayecto para ir estudiando. Otra historia de superación y amor por este deporte.
Rocío Gálvez (Córdoba, 1997) lo probó con el tenis, pero finalmente se decantó por el fútbol y, aunque ha tenido lesiones importantes, no ha dejado de querer seguir creciendo y compitiendo. Como dato anecdótico, ha sido la primera persona nacida en Córdoba en jugar 90 minutos en una cita mundialista.
Lo de la futbolista sevillana Irene Guerrero (Sevilla, 1996) con el fútbol era algo inevitable. De hecho, la jugadora del Atlético de Madrid se escapaba de las clases de sevillanas para jugar al fútbol, lo que llevó a sus padres a luchar por su sueño, pese a tener ambos una discapacidad que les obligaba a usar silla de ruedas. Su progenitor falleció en 2019 y se acuerda de él en cada partido.
A la jugadora del FC Barcelona Mariona Caldentey (Mallorca, 1996) no sólo se le da bien dar patadas al balón, ya que también toca el piano de maravilla y es graduada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Y si, como hemos visto, hay muchas jugadoras con manías antes de saltar al terreno de juego, también está la excepción: Claudia Zornoza (Madrid, 1990). “Tengo que confesar que a raíz de las lesiones me quité todas las manías, porque creo que no son buenas. Sí que soy metódica con pequeños detalles, como tener la maleta bien preparada o dejar siempre en un sitio las cosas. Pero antes de un partido trabajo más mentalmente las cosas, pienso en lo que tengo que hacer bien y a raíz de ahí salir al partido”, dijo la jugadora del Real Madrid en una entrevista a El Mundo.
Esther González (Granada, 1992), quien tras no ser renovada por el Real Madrid está sin equipo, es de las veteranas de la Selección y tiene una amplia experiencia en los terrenos de juego. Una historia, la suya, en la que ahora cobra especial relevancia los esfuerzos que hacía su padre, como otros que ya hemos visto, para llevarla a jugar con su primer equipo femenino, que fue el de Villanueva de Algaidas, en Málaga, teniendo que recorrer cada fin de semana más de 250 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Por ello, pasado el tiempo, para facilitar a los niños y niñas de Huéscar el acceso al fútbol, ella misma montó su propio campus para entrenarlos. Como curiosidad, en 2019 en ‘La Resistencia’, se atrevió a reconocer que tenía ahorrado unos 160.000 dólares gracias a su trayectoria profesional.
Jennifer Hermoso (Madrid, 1990) es una de las protagonistas de este Mundial. Y no sólo por el beso que le plantó Rubiales, el presidente de la Federación Española, en la final, sino por ser la máxima goleadora de la Selección. Su pasado también nos lleva a las calles, a las del madrileño barrio de Carabanchel, donde aprendió a jugar. “Todos los días venía con un berrinche porque le habían quitado la pelota”, contó su hermano Rafa al medio Newtral.“Lo pasaba realmente mal, el fútbol era su gran pasión y durante muchos años le impidieron jugar”, añadía. En lo personal, se ha especulado con que podría haber mantenido una relación con Alexia Putellas, pero lo que sí es seguro es que, por lo menos hasta 2020, mantuvo una relación con la exfutbolista Paula Nicart.
Dice la jugadora vasca del Real Madrid Oihane Hernández (Vizcaya, 2000) que fuera del campo es muy introvertida. Se considera una persona tranquila y discreta y, tal y como publicó Marca, es una gran aficionada a la pintura y a la cultura coreana (tanto al idioma coreano como a los grupos de música K-Pop).
La guardameta del Valencia Enith Salón (Valencia, 2001) tuvo claro que quería jugar al fútbol, y más en concreto ser portera, teniendo como referente a Íker Casillas, a quien vio levantar la Copa del Mundo en Sudáfrica en 2010. Entonces supo que quería seguir su ejemplo y ahora ha podido cumplir ese sueño.