Melania de luto total en la solitaria salida de Trump de la Casa Blanca
El mandato presidencial de Donald Trump ya es historia en Estados Unidos. El presidente saliente abandonaba este miércoles 20 de enero la Casa Blanca con destino Mar-a-Lago, en Florida, lugar al que se mudará tras su derrota electoral contra el demócrata Joe Biden.
Acompañado de la ya ex Primera Dama, Melania Trump, y ante un reducido número de periodistas, Donald Trump decía adiós al que ha sido su hogar durante los últimos cuatro años para tomar un helicóptero con destino Florida.
De este modo, Trump no estuvo presente en la toma de posesión de Joe Biden rompiendo, así, con una tradición de largos años en Estados Unidos. "Ha sido el honor de mi vida", ha dicho a los periodistas allí congregados, "espero que no sea un adiós por mucho tiempo", sentenciaba.
Una despedida, la de Trump de la Casa Blanca, que ha contado con mensaje para el nuevo presidente, Biden. Según el republicano, la economía de EE.UU. se verá duramente resentida con la llegada del demócrata al Despacho Oval. "Acordaos de nosotros entonces".
"Lo hemos dado todo, siempre he luchado por vosotros", aseguraba Trump en su despedida. "Volveremos de alguna forma". Un mensaje que terminaba el ya presidente saliente de Estados Unidos con un deseo de éxito a la nueva administración.
Una salida de los Trump de la Casa Blanca en solitario y muy distinta a protagonizada por otros ex presidentes norteamericanos. Sin el apoyo de su equipo y con una Melania Trump sonriente y vestida de riguroso negro, Trump tan sólo contó con unos sonoros salvas militares y el aplauso de unos pocos.
"¡Te amamos!", se pudo escuchar. Sin embargo, el presidente saliente, se marchó con cara de no muchos amigos junto a su esposa Melania Trump y pensando, quizá, en qué le deparará el futuro.
Un presidente saliente que pasará a la historia por ser el único mandatario de Estados Unidos con dos procesos de impeachment, por cierto.
Un presidente que dice adiós así a una Casa Blanca que ahora dará la bienvenida a sus nuevos inquilinos: los Biden.
Se pone así fin a cuatro años de una presidencia, la de Donald Trump, que ha sido cuestionada y aplaudida casi a partes iguales creando una clara división entre los norteamericanos. Entre aquellos y aquellas que apoyan a Donald Trump (y que, incluso, fueron capaces de llevar este apoyo al extremo en el asalto al Capitolio) y los que piensan que Estados Unidos merece una administración distinta y mejor de la mano de Joe Biden.
Un nuevo presidente, Joe Biden, que tomó posesión de su cargo en una ceremonia presidencial de investidura un tanto atípica. Por un lado, lo hizo sin la presencia del presidente saliente, Donald Trump. Echando la vista atrás, el último presidente que no acudió a la toma de posesión de su sucesor fue Andrew Johnson. Pero de eso hace ya 152 años.
Por otro, Biden tomó posesión de su nuevo cargo como presidente de Estados Unidos con una ceremonia menos lucida que sus antecesores en el cargo. No hubo desfiles, hubo un número reducido de invitados y todo se hizo bajo unas estrictas medidas de seguridad. Y todo debido a dos factores clave: la pandemia del Covid-19 y las amenazas de violencia en Washington.
No estuvieron los Trump pero sí Joe Biden y su Primera Dama, Jill Biden (he aquí una pequeña biografía para conocerla mejor) y la nueva vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, junto a su esposo el abogado Douglas Emhoff. Lo hicieron en una ceremonia llena de restricciones y con una fuerte seguridad ante las amenazas de grupos de extrema derecha.