Comenzó a fumar a los 8 años y ahora no puede hacer nada sin respirador: la dura realidad de David Lynch
David Lynch confirmó en verano que tenía un enfisema, una enfermedad pulmonar crónica que le dificultaba sobremanera el poder respirar.
En paralelo, el afamado director de cine afirmó que había dejado de fumar desde hacía dos años, una decisión que, obviamente, ha llegado demasiado tarde para su salud.
Y es que, como ha confirmado en Twitter, comenzó a fumar a los 8 años, por lo que las cuentas son sencillas: si ahora tiene 78, se ha pasado 68 años de su vida con un cigarro en la boca.
"Una gran parte de mi vida fue fumar", asegura el cineasta en una entrevista a 'People'. "Para mí era parte de ser artista o cineasta".
El problema es que esta nociva afición le ha llevado a una situación extrema en la actualidad: "Apenas puedo cruzar la habitación. Es como caminar con una bolsa de plástico en la cabeza", motivo por el cual está enchufado a un respirador de forma constante.
Eso sí, esta limitación no va a suponer un problema (o sí) para que David Lynch siga dirigiendo y pretende hacerlo de forma remota. "Era un alto precio a pagar pero no me arrepiento".
Y es que, a pesar de las consecuencias, David Lynch asume su culpa. "Se cosecha lo que se siembra. Puede morderte, me arriesgué y mordí", confirma a 'People', aunque reconoce que "intenté dejarlo muchas, muchas veces".
Obviamente, cuando lo dejó era porque no había vuelta atrás. "Apenas podía respirar. Salir era muy única opción".
David Lynch era consciente de lo que implicaba su vicio. "Nunca lo consideré glamouroso. Era parte de la vida". De hecho, muchos de sus personajes han heredado esta insana afición.
Así las cosas, a la espera de saber qué pasa con el futuro laboral de David Lynch, lo que parece obvio es que seguirá siendo un genio pero con unas limitaciones obvias y complicadas de gestionar.