Guillermo del Toro gana otra vez: su camino al éxito… y al Óscar 2023
El director mexicano ha vuelto a poner el nombre de México en alto con su última producción: 'Pinocchio', la cual ha brillado en múltiples categorías de animación durante la última entrega de los premios Bafta.
Del Toro se coronó como el mejor en la categoría a 'mejor película animada' este pasado domingo durante la última entrega de los premios de la academia del cine británico.
La última obra del mexicano tuvo la misma buena racha que en los Globos de Oro, a pesar de haber competido frente a otras grandes favoritas como 'Red', de Domee Shi. Además de 'mejor película animada', 'Pinocchio', estuvo nominada a mejor diseño de producción y a mejor banda sonora.
Con esté último triunfo, Del Toro obtiene su tercer premio Bafta; el primero lo ganó con 'Pan's Labyrinth' y el segundo con 'The Shape of Water'. En total, la cinta del mexicano colecciona once premios por parte de la asociación de críticos y Globo de Oro.
Tras su último éxito, Del Toro reafirma avala ser un extraordinario director cinematográfico. De hecho, es considerado uno de los cineastas más reconocidos en Hollywood, y su sello son los monstruos… la fantasía.
Del Toro, de 58 años, ya ha ganado dos estatuillas doradas, y este 2023, su película stop-motion “Guillermo del Toro's Pinocchio” (2022) también está nominada al Óscar como Mejor Filme Animado.
Y aunque actualmente radica en Los Ángeles, California, Del Todo nació el 9 de octubre de 1964 en Guadalajara, Jalisco.
El mundo del cine le llamó la atención desde pequeño (der.), pero no sólo eso, desde entonces también tuvo una fascinación por los fantasmas y los monstruos, que son sello de su arte.
“Mi Santa Trinidad eran Frankenstein, la criatura de la Laguna Negra y El Hombre Lobo", recordó el realizador, en 2017, durante su intervención en el Festival Lumière de Lyon, en Francia.
Y tanto le gustaban estos seres que, contó, su abuela intentó exorcizarlo de pequeño para que dejara de dibujar seres del más allá, publicó la revista ¡Hola!
“Yo, por muchas circunstancias, tuve sueños lúcidos, pesadillas lúcidas, y cuando estaba en la cuna, despertaba soñando que estaba en la cuna y veía cosas moverse en el cuarto, y tenía una de esas alfombras de los 60-70, shaggy rug, verde y veía un mar de dedos verdes que se movía y que estaban esperando a que me bajara de la cuna para agarrarme…
“…Y había criaturas en el clóset, todo ese rollo, y un día hice un pacto con ellos. Me paré en la cuna y les dije: ‘Si me dejan ir al baño, seré su amigo toda la vida’. Y a partir de ahí se volvieron, genuinamente, un santoral para mí”, contó Del Toro en el Festival de Sitges.
Esta imaginación y su amor por el cine, lo levó a realizar a los 13 años de edad su primera filmación, “Pesadilla 1”, la cual grabó con una cámara que le prestó uno de sus maestros del Instituto de Ciencias.
Poco a poco, Del Toro se dio cuenta que su verdadera pasión estaba en el mundo cinematográfico y en los monstruos. Por eso, estudió cine en el Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos de la Universidad de Guadalajara.
Eso sí, aunque amaba el cine, también hizo algo de televisión, pues participó en la popular serie mexicana “La Hora Marcada”.
Y aunque su familia tenía dinero, ya que su papá se ganó el premio mayor en la Lotería Nacional, el cineasta decidió hipotecar su primera casa para realizar, en 1992, “Cronos”, su ópera prima. Y para su sorpresa, esta cinta obtuvo varios premios Ariel y uno más en Cannes.
Hay que decir que, aunque vivía feliz en México, el realizador tapatío decidió dejar el país luego de que su padre, Federico del Toro, fue secuestrado en 1998 en su natal Guadalajara.
“Me hubiera quedado en México toda mi vida, pero el secuestro de mi padre en 1998 cambió mi vida. Empecé haciendo películas en Estados Unidos porque tenía mucho dinero por mi primera película en México, ‘Cronos’. Empecé a trabajar en la industria americana, después pensé que me quedaría haciendo películas españolas (…) nunca estuvo planeado, sólo pasó”, indicó Del Toro en una charla en el Festival de Cannes en 2022.
Sus siguientes películas fueron “Mimic” (1997), “El Espinazo del Diablo” (2001) y Hellboy” (2004). Todas lo hicieron seguir con paso firme en el cine.
Sin embargo, su aproximación al Óscar la consiguió con el filme “El Laberinto del Fauno” (2006), pues obtuvo dos nominaciones: Mejor Guión Original y Mejor Película de Lengua Extranjera.
Después, tras varias películas, el Oscar llegó con su película “The Shape of Water” (2017), una película que no sólo fue bien recibida por la crítica, sino también se convirtió en un éxito en taquilla. Al final, la cinta se llevó dos estatuillas doradas: Mejor Película y Mejor Director.
Dado sus éxitos, el mexicano recibió también en el 2019 su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Y aunque es conocido por su cine lleno de monstruos y por retratar el lado oscuro de la naturaleza humana, Del Toro es un ser humano alegre y amoroso, y aunque eso podría ser contradictoria, él explicó que no lo es.
“Porque soy mexicano (tengo ese balance). Nadia ama la vida más que nosotros, porque estamos conscientes de la muerte. Apreciamos la belleza de la vida, porque vivimos con la muerte. Todos en este planeta abordamos un tren que su destino final es la muerte, así que vamos a vivir, disfrutar, amar y ser libres…
“…Cuando eliminas una de las dos partes de la ecuación, se convierte en un panfleto. Cuando tomas en cuenta la oscuridad para prender la luz, eso es la realidad”, expresó Del Toro en el 2018.
Así, buscando la luz a través de la oscuridad, Del Toro ha construido una gran carrera cinematográfica, donde nadie se le iguala.
Y ahora ha puesto su sello en su versión stop-motion de “Guillermo del Toro's Pinocchio”, que logró este año una nominación al Oscar como Mejor Filme Animado. De hecho, ya se llevó ese premio en los Globos de Oro y en los Critics Choice Awards.
Sobre su versión de Pinocho, el realizador tapatío comentó que, en realidad, no es para niños por el momento donde fue situada: el mandato de Benito Mussolini en la primera mitad del siglo XX. Por esa razón, se tocaron temas como muerte, guerra y pérdida humana, indicó Infobae.
Y aunque es un realizador conocido a nivel mundial, Del Toro también es conocido por su buen corazón, ya que cada que puede ayuda a quien lo necesita. “Para honrar la memoria de mi madre, me comprometo a una década más de la beca ANIMEXICO para jóvenes animadores”, indicó el realizador en octubre pasado.
Además, siempre ha apoyado a la industria cinematográfica mexicana. Por ejemplo, cuando los reconocidos premios Ariel estuvieron en peligro de no realizarse por falta de presupuesto, él se ofreció a pagar las estatuillas.
Y en noviembre del 2022, la Universidad Nacional Autónoma de México le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa.
Ahora tiene un par de pendientes: volver a filmar en México y hacer su versión de “Frankenstein”, de Mary Shelley, y “At the Mountains of Madness”, de H. P. Lovecraft. Y es que son obras que soñaba hacer desde que era un niño, publicó SensaCine México.