Las propiedades de lujo de la realeza británica

Parte de la riqueza acumulada por la familia real británica está valorada en propiedades repartidas a lo largo de Reino Unido. Hay palacios, castillos, casas de campo y mucho más, cada uno más exuberante que el otro.

Hampton Court Palace es un edificio construido en el siglo XVI y está ubicado en el suroeste de Londres. El residente más ilustre que vivió allí fue el rey Enrique VIII. A él se encargó directamente la ampliación del inmueble con corredores, patios, jardines y un laberinto.

Existe la leyenda de que en el Palacio de Hampton Court, los fantasmas de las reinas deambulan por los pasillos y se escuchan voces. También hay quienes han dicho haber visto figuras de Enrique VIII y Ana Bolena. La propiedad está abierta para visitas.

El Castillo de Windsor fue construido en el siglo XI, ha albergado a 40 monarcas y es el castillo habitado más grande y antiguo del mundo. El edificio incluye los famosos apartamentos de estado y la Capilla de São Jorge, donde tuvieron lugar muchas bodas y funerales reales.

Sin embargo, lo que llama la atención es el Gran Salón de Recepción, el principal salón de baile del castillo. La sala fue restaurada después de haber sido destruida casi por completo en un incendio en 1992.

Un tercio de los edificios residenciales en las Islas de Scilly son en parte propiedad de la realeza. También conocido como "Sorlingas", el lugar es un pequeño paraíso heredado por el Príncipe William desde que se convirtió en propietario del Ducado de Cornualles.

Ubicado en la Isla de Wight, el Castillo de Carisbrooke tiene hoy en día un ambiente romántico y acogedor que deleita a sus visitantes. Sin embargo, el edificio tiene mucha historia y se utilizó como fortaleza de artillería, prisión del rey y residencia real de verano.

El Castillo de Balmoral está ubicado al norte de Edimburgo en el Parque Nacional Cairngorms. La propiedad ha sido la residencia escocesa de la familia real desde que el príncipe Alberto la compró para la reina Victoria en 1852.

La propiedad tiene cerca de 20 mil hectáreas, con áreas reservadas para silvicultura, además de hermosos jardines y el salón de fiestas, el Ballroom, el salón más grande del lugar.

La propiedad es una de las favoritas de la familia real y fue el lugar que eligió la reina Isabel II para vivir los últimos días de su vida.

Osborne House se encuentra cerca de Cowes en la Isla de Wight. Es un edificio construido a mediados del siglo XVIII, al estilo italiano.

El edificio cuenta con grandes salas de recepción, adornadas con muebles y obras de arte de la Colección Real. Fue una casa privada de la reina Victoria (1819-1901) y el príncipe Alberto (1818-1861).

El Palacio de Holyroodhouse es la residencia oficial del Rey en Edimburgo y la cuna de la historia real de Escocia. El edificio fue construido en el siglo XII y está abierto a los visitantes.

En el sitio todavía es posible admirar la magnífica Gran Galería y explorar las ruinas de la Abadía de Holyrood y los Jardines del Palacio.

Sandringham House está ubicada en la costa de Norfolk en Inglaterra. Ha sido propiedad de la monarquía británica desde 1862. Actualmente, el edificio es utilizado por la familia real como un retiro rural de vacaciones.

El edificio tiene una fachada de estilo jacobino y está rodeado de jardines, diseñados por el arquitecto Geoffrey Jellicoe. En el interior, alberga una colección de tesoros que van desde la época victoriana hasta la actualidad.