Momentos (muy) traumáticos en películas y series infantiles

Con la aparición de Pixar en el cine (de la mano de 'Toy Story') se extendió un debate que 'Los Simpson' ya habían puesto sobre la mesa desde su estreno en 1989:  ¿dónde está el límite para determinar si una animación es para niños o para adultos? Y más aún: ¿cuántas películas infantiles clásicas contienen momentos traumáticos? Sí, 'Dentro del laberinto' (en la imagen) es una de ellas. Pero hay muchas más.

En algunos casos, una simple escena puede convertir una producción infantil en algo traumático para millones de niños y niñas. Sí, la adaptación al cine de 'La historia interminable' es un caso y luego explicaremos por qué.

¿Estamos exagerando? Repasamos algunos de los momentos más traumáticos de la historia de la series y películas infantiles. Y, sí, mencionaremos el angustioso prólogo de 'Up'.

Walt Disney (en la imagen) exhibió su lado más sádico en 'Bambi'. Fue un momento en que a muchos niños se les escapó la inocencia, con el sonido hueco y nítido de un disparo a. Quién iba a imaginar que una dulce película de animación para los más pequeños iba a incluir la muerte de... ¡la madre del cervatillo protagonista!

Lo complicado de la escena es que, a pesar de no salir en cámara, muestra algo aún más cruel, a Bambi llamando a su madre tras el disparo, sin que ésta pueda responder. La escena ha marcado a varias generaciones pues es un clásico Disney que ha aguantado muy bien el paso del tiempo.

La adaptación que Walt Disney de Lewis Carroll es demasiado explícita y, por momentos, con mucho de "mal viaje" psicotrópico. Por no hablar del tema de cortar cabezas a la gente.

La película contiene escenas tan inquietantes como la de las ostras y la morsa, cuya temática resulta demasiado impactante como para siquiera mencionarla. La Alicia de Disney (también la de Lewis Carol, autor original del relato) parece inmersa en un viaje alucinatorio que a cierto público infantil da miedo.

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Este musical tiene algunas de las canciones más pegadizas del mundo. A cambio, cuenta con uno de los villanos más traumáticos del universo infantil.

El cazador de niños es una combinación de Gargamel con Brujas de Eastwick y Nosferatu que, además, aparece de forma sorpresiva y que, a buen seguro, derivó en pesadillas varias para millones de niños a finales de los 60.

Disney parecía empeñada en dejar huella en los niños de todas generaciones y vaya si lo consiguió. 'La Bruja Novata / Travesuras de una bruja (Bedknobs and Broomsticks)'' usó la misma fórmula que 'Mary Poppins', combinando magia, música y una protagonista encantadora. Encantadora... ¡hasta que se convoca a un ejército de las tinieblas! La apariciónde una especie de zombis en una película infantil a buen seguro que provocó más de una pesadilla.

'En busca del arca perdida/ Indiana Jones y los cazadores del arca perdida (Raiders of the Lost Ark)' se calificó para todos los públicos. Pero, la escena en la que los nazis abren el Arca de la Alianza y aparecen unos espíritus, no parece lo más adecuado para un pequeñajo. Si a esto le añadimos que los espíritus derriten la piel de los nazis, apaga y vámonos.

Curiosamente, 'Indiana Jones y el Templo Maldito' (1984) sería le película que llevaría a la industria a cambiar el sistema de calificación por edades, tras la escena en la que el chamán le arranca el corazón de cuajo a otra persona.

La adaptación de la obra maestra de Michael Ende fue soberbia, hasta el punto de trasladar uno de los pasajes más duros de la novela, de forma tan explícita que aún duele. La muerte de Artax, el caballo de Atreyu, aún resuena en la memoria de una generación que vivió la época dorada del cine de los 80.

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Atreyu cabalga sobre Artax por el Pantano de la Tristeza cuando éste cae en una ciénaga y es absorbido, lenta y dolorosamente, a lo más profundo de la misma. Los gritos de Atreyu, sumados a la cara de despedida del caballo, son durísimos. Por cierto, el rumor no es cierto y el caballo no murió en aquella escena, tal y como confirmó el actor que daba vida a Atreyu, Noah Hathaway.

La serie de David El Gnomo tan sólo tuvo una temporada de 26 capítulos. Una ficción amable, divertida que, sin embargo, tuvo un final de impacto que dejó el corazón helado a una generación completa.

Foto: BRB Internacional

Casualidades de la vida, a pesar de vivir 400 años, la serie coincidió con el ciclo final de la vida de David y Lisa. Tras liberar a Swift, su fiel zorro, David coge la mano a Lisa y le agradece el amor que le ha dado. Acto seguido, se convierte en árboles. Las lágrimas que soltaron los niños que lo vieron, podrían llenar un océano entero.

Foto: BRB Internacional

Tim Burton ya apuntaba maneras excesivas en esta extraña película que regaló al mundo una escena que a un niño, adolescente o incluso adulto puede perturbar.

Hablamos del momento en que Large Marge, la camionera que recoge a Pee Wee en la carretera, se transforma en un dibujo animado, mientras se le salen los ojos. El susto es de época, por lo inesperado y la repugnancia que puede provocar.

Una película capital del cine de los 80 que, sin embargo, tenía sus detalles traumáticos como casi todo lo que rodeaba a Jim Henson. Básicamente, todo se fantástico que sale en esta película es digno de aparecerse en las pesadillas de todo niño o niña que la vea.

Baste decir que la historia comienza con el robo de un bebé. En concreto, del hermano pequeño de la protagonista. Cuantos niños no pasarían noches en vela, vigilando que el Rey de los Goblin no mande secuestrar a sus hermanitos.

Una de las películas de amor y aventuras por excelencia que esconde, bueno, tampoco es que la esconda, una escena de torturas y maltrato al estilo Guantánamo. El momento en el que el Príncipe Humperdinck lleva a Wesley al Pozo de la Desesperación.

Tras torturarle de la peor forma, el héroe acaba muriendo. Sí, el protagonista muere, aunque posteriormente es resucitado en otra escena que también parece algo heavy para que la vean todos los públicos.

Quizás, el mayor robo de la historia de los Oscar fue justicia divina por una escena que está a medio camino entre el impacto, la sorpresa y el miedo. Al final de la película, el juez Doom es atropellado por una apisonadora que lo acaba matando. O eso piensa el espectador, hasta que el villano, completamente aplastado, se levanta y desvela que, en realidad, es un Dibu.

Si no había suficiente trauma en esa escena, Doom acaba muriendo empapado en el asqueroso disolvente que es la única forma de acabar con los Dibus, como el propio Doom demostró, a media película, con una bota a la que se carga sin piedad.

Con una bruja de por medio, todo puedes pasar. Ahora, no es habitual que lo muestren de forma tan explícita.

En un momento dado, Bavmorda lanza un hechizo y convierte a todos los presentes en cerdos. La cámara, obviamente, se centra en Madmartigan, mostrando casi al completo una transformación tan explícita como complicada de ver para un niño.

Roald Dahl y sus adaptaciones han hecho más daño a la infancia que las grasas saturadas. En el caso de 'La Maldición de las brujas', la idea original era crear una cinta de miedo para niños. Teniendo en cuenta que esta versión asusta incluso a adultos, da miedo pensar qué tenían en mente con la idea original.

Mención especial merece la convención de brujas en la que, de repente, todas se quitan las pelucas y son calvas. Escena coronada con Anjelica Huston quitándose la piel y revelando su verdadera identidad. Muchas noches sin dormir supuso esa escena.

Quien comenzaba a ver esta cinta tal vez pensaba en una coming-of-age de manual, con Macaulay Culkin y Anna Chlumsky descubriendo el amor y compartiendo sus primeros intereses románticos. Nada más lejos de la realidad.

En la cinta, no sólo se cargaban a Thomas J, tras una reacción alérgica por las picaduras de las abejas, sino que el trauma se multiplicaba en el funeral, cuando Vada se acerca al ataúd y se enfada porque no lleva las gafas puestas. Durísima escena.

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Una de las mejores películas infantiles de los 90 tiene varios momentos para alucinatorios y difíciles. El primero, un cazador, con un rifle de francotirador, disparando a Robin Williams a quemarropa. Un poco fuerte para un niño, ¿no?

Pero si no es suficiente, hay otro momento en el que el protagonista queda con la cara atrapada en el suelo, mientras aparecen arañas gigantes que van hacia él. La aracnofobia se disparó en aquella época y, en algunos casos, aún perdura en quienes vieron la película siendo aún jovencitos.

Digna heredera de Bambi y con una de las mejores y más duras secuencias del siglo XXI. Sus cinco primeros minutos son de una película casi independiente, maravillosa y que merecía otro final pero, en tal caso, no habría habido 'Up'.

La historia de como Carl conoce a Ellie siendo aún niños, se enamoran, se casan, construyen su casa, son felices, se hacen mayores y Ellie fallece. Ese momento en el que Carl Fredricksen aparece sentado en su salón, solo y abatido, te parte el corazón como jamás te lo partirá una ruptura. Una escena durísima y muy difícil de superar.

La historia de Elsa y Anna es fantasía, es música, es frío, es amor, es Olaf pero también es muerte. Y es que para que Elsa llegue a reinar en Arendelle, sus padres, los reyes vigentes deben morir. Y así sucede en la primera película de la saga.

Con lo que no contaban muchos padres era con que esa muerte fuera mostrada de forma explícita y cruel. Básicamente, el barco en el que navegan los padres de Elsa y Anna se enfrenta a una tormenta en pleno océano. En un momento dado, el mar se traga el barco y la siguiente imagen es el entierro de ambos. El monstruo de hielo también merece mención.

Seis años después de 'Up', Pixar volvió a destrozar el corazón a millones con una metáfora maravillosamente cruel de lo que supone hacerse mayor. Bing Bong, el amigo imaginario de Joy, queda atrapado con la niña en un basurero y el coche que tienen no les permite salir a ambos juntos.

Consciente de lo que pasa, Bing Bong salta del coche en el último momento, cayendo en el olvido y desapareciendo, pero permitiendo que Joy madure y crezca. Inesperadamente dura.

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