¿Qué es el 'breadcrumbing'? Conoce la nueva trampa emocional en las relaciones online
Mensajes ocasionales, atención mínima y esporádica, sensación de estar siempre esperando: si estas palabras te dicen algo, es posible que seas víctima de una nueva trampa emocional, cada vez más común en el mundo de las relaciones online, el 'breadcrumbing'.
El término Breadcrumbing puede traducirse literalmente como “dejar migas de pan”, es decir, establecer interacciones reducidas al mínimo con la víctima en cuestión, dando la sensación de querer evolucionar la relación, pero sin llegar a materializarse nunca.
Quienes sufren este comportamiento nocivo suelen sentirse confundidos y experimentar un fuerte sentimiento de frustración: sensaciones todas ellas que, a la larga, podrían comprometer su autoestima.
Entre los signos que deberían disparar la alerta de encontrarse ante una migaja de pan está su incapacidad para concertar citas. Quienes adoptan esta técnica de manipulación tienden a lanzar ideas sobre posibles lanzamientos, pero sin dar nunca una fecha precisa.
Otras señales incluyen la microcomunicación, tal vez a través de un emoji dejado en las historias o un comentario en las redes sociales. Estos comportamientos fluctuantes, caracterizados por fases de gran impulso, engañan a la otra persona, pero se alternan con largos períodos de silencio y ausencia.
Para entender si te enfrentas a una ruta de navegación también debes considerar cuándo llegan los mensajes o cuándo tienen lugar las interacciones. Si sólo ocurren por la noche es probable que sean señal de soledad y no de interés real.
Según el portal Very Well Mind, las personas que practican el Breadcrumbing suelen hacerlo para aumentar su autoestima: saber que alguien está interesado en ellos ayuda a mejorarla. Pero esa no es la única razón.
La inmadurez a la hora de establecer relaciones más comprometidas y el malestar emocional por miedo al rechazo son otras posibles causas que podrían llevar a una persona a actuar de esta forma tan dañina.
Los migas de pan sin escrúpulos, por el contrario, demuestran altos niveles de narcisismo, lo que les lleva a manipular a sus homólogos, incluso de forma consciente, para obtener pequeñas satisfacciones personales y sin tener en cuenta los sentimientos de los demás.
Según el psicólogo Raúl Navarro Olivas, profesor de Psicología de la Universidad de Castilla-La Mancha en España, citado por la BBC, este tipo de migas de pan "es perjudicial porque ataca nuestra necesidad psicológica más importante: pertenecer y estar conectados con otros seres humanos".
"Y, aunque no ha sido objeto de estudios específicos, creo que puede generar una sensación de impotencia aprendida. Es decir, cuando fracasas en una relación, puedes pensar que esto volverá a suceder", continúa la psicóloga.
Según la Dra. Sabrina Romanoff, psicóloga clínica con práctica privada en Nueva York, citada por Very Well Mind, todas las soluciones para lidiar con las migas de pan provienen de nuestro interior.
El psicólogo aconseja considerar alternativas, aunque sea difícil, y pensar "qué podrías ganar si no interactúas con esta persona y cuánta energía te ahorrarías si no tuvieras que preguntarte constantemente cómo te sientes realmente contigo mismo". en lugar de eso, busca a alguien que te haga sentir seguro".
Ser directo diciéndole al amigo cómo te sientes y no forzar su comportamiento (por ejemplo evitando responder a sus esporádicos mensajes nocturnos) podría ayudar a la víctima a salir de esta situación tóxica.
Romanoff aconseja a las víctimas de esta dañina práctica que muestren a los demás cómo quieren que las traten, reconociendo su valor y negándose a conformarse con muestras esporádicas de afecto. En definitiva, decir 'no' al pan rallado , priorizarse atraerá a personas capaces de tratarnos como queremos.
Finalmente, como afirma Navarro Olivas, toda persona que se sienta víctima de este u otro tipo de actitud nociva debe buscar el apoyo de personas de confianza, así como de un terapeuta.
Y añade: "En psicología muchas veces insistimos en que una persona debe ser resiliente, encontrar una fuerza interior para superar la adversidad. Pero a mí me gusta ver la resiliencia no como una cualidad individual, sino como algo que surge gracias a las personas que ayúdanos a rodear."