Alimentos que tienen más sal de la que pensabas
La sal es necesaria para un correcto funcionamiento del organismo, pero, como todo, en exceso puede ser un auténtico enemigo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad diaria recomendada para adultos es del 5 gramos al día (poco menos de una cucharadita), aunque en muchas ocasiones la superamos sin ser conscientes de la cantidad de sal que contienen muchos alimentos de los que desconocemos su alto contenido en sodio. ¿Un ejemplo? El pan.
El pan es uno de los alimentos que mayor cantidad de sal aporta a la dieta (hasta 1,5 gramos de sal cada 100 gramos). Tal es así que, según un estudio de la Queen Mary University de Londres, la cantidad presente en algunos tipos de panes es mayor de la que existe en el agua del mar o en una ración depatatas fritas de McDonald’s.
Está claro el efecto conservador de la sal, pero cuando se consume alimentos en lata, debemos observar cuál es su cantidad de sal en la etiqueta, un dato que a menudo pasa desapercibido. Según el endocrinólogo Francisco Botella, todo lo que tenga más de 0,5 gramos por cada 100 gramos de producto, no sería saludable.
Por su facilidad para ser consumido, el salmón ahumado suele ser un gran aliado en cenas o recetas, pero tiene un peligro oculto: la sal. Y es que no mucha gente conoce que a los alimentos ahumados se les añade una gran cantidad de sal para conseguir alcanzar el proceso de curación y conservación. ¿Se puede consumir entonces? Sí, pero con moderación.
Los embutidos tampoco son recomendables para aquellas personas con la tensión alta. Y es que, aunque no todos en la misma medida, la sal forma parte de su proceso de curado, por lo que hay que consumirlos con precaución.
Aunque pensemos que los cereales contienen sólo azúcar, también tienen un alto contenido en sodio. Así, en paquete de cereales de 275 gramos podríamos encontrar de media unos 4 gramos de sal.
Los platos precocinados tienen mucha más sal de la recomendada. Esto es así ya que sirve tanto para conversar más tiempo los alimentos como para hacer la comida más atractiva al paladar, potenciando el sabor.
Aparentemente inofensivas... Pero las galletas, en exceso, no son buenas. Entre otras cosas porque en la mayoría de ocasiones la masa con las que están elaboradas contiene mucha sal.
Las pastillas de caldo concentrado también son una bomba de relojería. Y es que son precisamente tan sabrosas por su alto contenido en sal...
Según Action on Salt, una organización británica con sede en la unidad de Investigación sobre la Sal y la Obesidad del Instituto Wolfson de Salud Pública de la Universidad Queen Mary de Londres, una chocolate caliente a la taza también puede ser perjudicial para hipertensos por su alto contenido en sal. Y es que de sobra es conocido el factor potenciador de la sal en el chocolate.
En algunas salsas de supermercado, como la típica salsa de tomate o la mayonesa, encontramos igualmente mucha sal. Por ello es importante moderar sus consumo. Y siempre que podamos intentar elaborarla de manera casera o incluso sustituirla por otras opciones más saludables.
Son fáciles de elaborar y, a menudo, un aliado en la cena de nuestros hijos, que las adoran. Sin embargo, hay que moderar el consumo de salchichas industriales por su elevada cantidad de sal. Según la aplicación FoodSwitch UK, el contenido promedio de sal de las salchichas vendidas en la actualidad es de 1.39 gramos por 100 gramos, o 1.16 gramos de sal por dos piezas de embutidos.
Algunos tipos de queso, sobre todo los más curados, contienen mucha más sal de la deseada. Una alternativa más saludable puede ser la la burrata, la mozarella o requesón.
Las típicas pizzas de supermercado también suelen superar con creces las recomendaciones de sodio diario. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España, una sola ración de 200 gramos puede contener el 50% de la sal recomendada para un solo día.
Está muy buena, sobre todo con el sushi, pero hay que tener cuidado con la salsa de soja, por sus cantidades de sal elevadas, lo que puede suponer un riesgo para nuestra salud.
Cuidado con la carne picada de supermercado, porque, según el doctor en Ciencia y Tecnología Miguel A. Lurueña, autor del libro 'Que no te líen con la comida', una bandeja de esta carne picada puede contener 5% otros ingredientes entre los que encontramos agua, antioxidantes, fermentos lácticos o sal.
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