Andrea Legarreta y Erik Rubín: los altibajos de su relación
En casi 23 años de matrimonio, Andrea Legarreta y Erik Rubín pasaron de todo: buenos y malos momentos de pareja, enfermedad y muchísimas cosas más, que al final ahora son parte de su historia.
Y es que la conductora y el cantante anunciaron a través de sus redes sociales que, hace poco más de 5 meses, habían tomado la decisión de separarse como pareja, aunque seguirán formando una familia al lado de sus hijas, Mía y Nina.
Y aunque han tenido hermosos momentos, también han pasado por duras pruebas. “También hemos pasado momentos muy complicados o dolorosos o tristes. Hemos tenidos accidentes, enfermedades; o sea, hay una historia de 23 años llena de contrastes”, expresó la conductora a los medios.
Una de las pruebas más difíciles que pasaron fue, durante los primeros años de casados, enfrentar la pérdida de su primogénito, sobre todo porque tenían la ilusión de tener un niño.
“Fíjate que el primer bebé que perdí hubiera sido niño. Hicieron un estudio de por qué y los motivos (de la pérdida) y cuál era el sexo y habría sido niño. Después de esa pérdida, entendimos que, si vas a tener un bebé, el que tienes es el correcto, es el que tiene que llegar a tu vida…
“…Y, al final, hay cosas que dejan de verse como un sueño, al final tienes los hijos que debes tener, son los correctos y los debes arropar y abrazar, no encapricharte con el sexo del bebé”, explicó la conductora a los medios.
En varias ocasiones, Andrea ha comentado que ella y su esposo atravesaron por varias crisis que los hacía pensar si debían seguir juntos, por lo que asistieron a terapias de pareja.
“Hace algunos años en alguna de estas crisis, decidimos ir a terapia y bueno, siempre hay gente que te ayuda, pero sinceramente, creo que la terapia obviamente no se hace sola, es como las ganas y el compromiso y, de verdad, una persona no va a llegar a salvarte la vida, te va a dar consejos…
“…y sinceramente, sí creo que tuvimos un ratito en donde no conectamos mucho con esta persona de la terapia, no porque no fuera buena, sino porque nosotros decidimos seguir caminando juntos y redescubrirnos y volvernos a enamorar”, explicó el año pasado.
Y aunque en algunas ocasiones se plantearon separarse, no lo habían hecho hasta ahorita, con todo y que varias veces se dijo que ya no estaban juntos. De hecho, en el 2015, compartieron un video en el que, con sentido del humor, desmintieron su ruptura.
Y es que, a lo largo de casi 23 años de casados, han logrado ser los mejores amigos y atesoran mucho a sus hijas, Mía y Nina, con quienes les fascina viajar alrededor del mundo. Sin duda, esta es una de las mejores cosas que han tenido en su matrimonio.
Pero, durante su relación, también han enfrentado varios rumores de infidelidad. Tan sólo en junio del 2021, se viralizaron unas fotografías en las que aparecía Erik bailando muy de cerca de Tania Hernández, una influencer con quien coincidió en una fiesta en Tulum, informó Infobae.
Fue tan fuete ese escándalo, que Erik publicó un video para desmentir todo. “Ella hizo un boomerang. Estábamos en un lugar público, habré estado en esa noche, en esa mesa, no más de cinco minutos y, bueno, salieron en las redes que yo era infiel, que qué ando haciendo sin Andrea, pues les cuento que somos pareja, pero somos individuos que cada quien hace sus cosas, sus sueños y carreras”, explicó el cantante.
Y últimamente se dijo que Erik probablemente tenía algo con Melissa, de JNS, porque se les vio muy juntos en el escenario, pero Melissa negó eso y afirmó que sólo fue algo que formó parte de un show del “90’s Pop Tour”.
Además, hace poco, se puso en duda las preferencias sexuales del integrante de Timbiriche, pues en un video se vio que quedó a nada de darle un beso en la boca a Héctor “Apio” Quijano, de Kabah, pero este afirmó que no hay nada entre ellos y que sólo fue parte del show que dan en el “90’s Pop Tour”.
Y, aunque son cosas incómodas, Andrea y Erik siempre se mantuvieron al margen de estos rumores. Y ahorita han enfatizado que, en su separación, no hay nada oscuro o turbio, que tomaron la decisión de separarse porque su amor ya no es tanto de pareja, sino de familia.
Andrea y Erik también pasaron por muchos accidentes y enfermedades, desde que Andrea se rompiera los ligamentos al esquiar hasta la hospitalización de Erik por un fuerte dolor abdominal, que lo llevó a descubrir, en el 2016, que sólo tenía un riñón.
Pero, pese a los altibajos de su relación, la conductora y el cantante siempre se mantuvieron juntos hasta ahora que se separaron, aunque, hasta el momento, no han hablado de divorcio.
Es más, no descartan que, tal vez en un futuro, puedan retomar su relación tras darse cuenta que separarse no fue algo bueno.
Mientras se aclara el panorama para ellos, porque dijeron que ahorita están en un proceso de adaptación, ellos seguirán siendo familia, socios y realizando proyectos juntos, pues afirmaron que pronto darán noticias sobre eso.