Canciones que acabaron siendo odiadas
Puede que te gustaran durante un tiempo. Incluso que las amaras. Pero algo pasó con todas ellas y tu percepción cambió por completo. Ahora las detestas y como tú, millones de personas. Estas canciones acabaron siendo odiadas.
Más allá de que Justin Bieber haya roto en un artista legendario, es de ley reconocer que su primer éxito resultó taladrante y retiterativo, hasta el punto de ser la primera canción que le viene a mucha gente a la cabeza, cuando le preguntan por un tema odiado. ¿O acaso no es así?
Uno de los mayores hates que se vieron en los albores de las redes y un fenómeno inexplicable el cómo esta joven risueño, cuya canción más conocida era un guiño teenager simpático, acabó siendo más odiado que un tema compuesto por Satán.
Una de las canciones más pegadizas de la historia y una de las más reprochables. Lou Bega, vestido a lo Rodolfo Valentino, narrando al mundo sus hazañas conquistadoras es algo que ya no tiene cabida en ningún sitio.
'La Macarena' tiene un problema añadido, y es que a lo cansina que resulta la escucha un millón, tienes que sumarle el bailecito al que la sociedad, por momentos, te obligaba a unirte. Fueron tiempos duros.
Es una canción simpática, pegadiza y que quienes tienen hijos han escuchado en bucle una y otra vez, como si se tratase de una tortura medieval. En Youtube hay vídeos en los que la canción se repite en bucle durante 10 horas. ¿Por qué tanto odio?
Ha pasado, pasa y pasará. Ese nuevo talento que te cae simpático pero al que el personaje acaba devorando. Pasó con PSY y pasó con su canción más conocida, un 'Gangnam Style' que hizo sangrar muchos oídos, tras miles de millones de reproducciones en todo el mundo.
La canción era excesiva pero pegadiza. Redfoo y Sky Blu eran excesivos pero graciosos. Pero todo el mundo sabe que lo poco agrada y lo mucho enfada, y LMFAO sonaron mucho, estuvieron mucho y hablaron mucho. En todos lados. Se vinieron muy arriba y la caída fue tremenda.
La balada lo tenía todo para triunfar y lo hizo. James Blunt es uno de los tipos más majos de la industria pero su canción sonó varios millones de veces más de las que un ser humano podría soportar y acabó siendo un sonido aterrador.
Si preguntamos a un ciudadano de a pie que conozca a Billy Ray Cyrus, más allá de ser el padre de Hannah Montana, por alguna otra canción que no sea 'Achy Breaky Heart', ¿sabría responder? A esto se suma el problema de 'La Macarena', el bailecito. Lógico que el mundo acabara rechazándola.
Mezclar el techno con bluegrass fue un acierto y la canción de 'Rednex' era buenrollera y llamativa pero tan reiterativa que cansaba, a lo que banjos y violines tampoco ayudaban con su estridencia.
Seamos sinceros, 'Imagine' puede ser una obra maestra, una de las canciones más influyentes de la historia y el legado de una leyenda, pero es bajonera como pocas y, siguiendo con la sinceridad, cuesta terminar de escucharla. ¿Es o no es?
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Es la canción que asociamos a Ross y Rachel, la que sonó en millones de bodas en los 90 y el tema romántico por antonomasia, hasta que dejó de serlo. Si Rocío Jurado decía que se le gastó el amor de tanto usarlo, lo mismo pasó con esta canción que hasta Cupido acabó rechazando.
Un canto al buen rollo, al regalo que es la vida y a los colorinchis pero con mesura, amigos, que ya tenemos una edad. 'Viva la Vida' arrasó en sus inicios y se convirtió en un 'feeling good hymn' pero lo hizo hasta el hartazgo y acabó dando la vuelta. De hecho, ¿a que hace tiempo que no la escuchas? Por algo será.
Tomó el relevo de Justin Bieber, en lo bueno y en lo malo. En lo bueno, la canción fue un hit, ella era un encanto (y lo sigue siendo) y arrasó. En lo malo, no supo parar el tsunami a tiempo y 'Call Me Maybe' acabó siendo un infierno para mucha gente.
'Yellow Submarine' es como tus pastel favorito. Te encanta. Lo consumirías a diario y, un día, empiezas a hacerlo y te das cuenta que no ha sido buena idea. Bien, pues a mucha gente le pasó que escuchar de forma reiterada la canción, llevó a cansarse de ella. Y hasta ahora.
Las cosas como son, ¿a alguien le gusta que cada 5 segundos de canción, el grupo se ponga a ladrar? Ni las canciones infantiles sobre perros tienen tantos ladridos.
Hablamos de 12 minutos de canción en la que el estribillo se repite como tres millones de veces. De hecho, cuando van 2 minutos de canción, ya empiezas a pensar en otras cosas, pero es cuando va por el quinto minuto, esas cosas en las que piensas son demasiado oscuras como para plasmarlas aquí. Bien, pues ahí aún queda más de media canción.
Es una canción tan pegadiza como inexplicable. Sí, está destinada al público joven pero eso de agudizar la voz para darle un punto más infantil no hace sino favorecer que haya quien la odie.
¿Hace falta exponer por qué el mundo terminó aborreciendo esta canción y a su autor?
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Por un lado, la base de 'Axel F.' es alucinante y podría salvar este tema. Por otro lado, la rana, los sonidos que emite y la cadencia, hacen que quieras arrancarte los oídos o hacer algún conjuro para 'desoír' la canción. No es posible y, como todo el mundo, tendremos que vivir con la certeza de la existencia de una canción como ésta.
Cuesta creer que la actual Miley Cyrus, un icono a todos los niveles, lanzara una canción tan típica, tópica y estereotipada. Ciertamente, este paso fue parte de su proceso de maduración pero el peaje que pagó fue tan alto que este 'Party in the USA' le perseguirá por los restos.
Otra canción que requiere poco desarrollo. Tuvo su momento de gracia, que no debería haber ido más allá de un par de semanas pero la broma se extendió durante meses y hubo gente que hasta dejó de tomar ketchup como forma de protesta. No se les puede culpar.
Y para terminar, una canción que te la firman D-Billion, y es que tanta onomatopeya, tanto sonido estridente y tanto disfraza parece sacado de un grupo infantil. ¿Lo malo? Que es muy pegadiza. Muchísimo.