Consejos para afrontar mejor el teletrabajo

Parece que el teletrabajo ha llegado para quedarse. Al menos, un tiempo y en depende qué sectores. Tiene muchas ventajas, pero también algún que otro inconveniente que puede dificultar la jornada laboral si no tenemos en cuenta ciertos aspectos.

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En primer lugar, la actitud es fundamental. Hay que tomárselo en serio, de la misma forma que si el trabajo fuera presencial.

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Los días de trabajo, es importante acostarse y levantarse más o menos a la misma hora, respetando de este modo las rutinas de descanso habituales.

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Hay que ducharse y vestirse como si fuéramos a la oficina, así como tomarse el tiempo correspondiente para desayunar tranquilamente antes de ponerse manos a la obra.

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También hay que tener un espacio fijo para trabajar desde casa. Y si es posible, que sea un rincón alejado de todas esas cosas que suelen distraernos, como puede ser la televisión o el frigorífico.

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Ese espacio debe ser un lugar tranquilo y cómodo, que se asemeje en la medida de lo posible al entorno de trabajo que tenemos en nuestra oficina habitual.

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Para evitar tener problemas de salud, debemos elegir un lugar con buena ventilación, una adecuada iluminación y la silla y la mesa indicadas para trabajar en condiciones ergonómicas favorables.

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Una buena conexión a Internet es primordial a la hora trabajar desde casa. Por ello, hay que asegurarse antes de que contamos con ella si no queremos desesperarnos después.

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Hay que planificar las tareas que se pretenden realizar en el día. De lo contrario, al no sentir la presión de la jerarquía laboral, se corre el riesgo de relajarse más de la cuenta y no llegar a cumplir con los objetivos.

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Hay programas informáticos que nos ayudan a hacer más llevadero el teletrabajo. Encontramos por ejemplo iWork, la suite ofimática de Apple, con el que se pueden sincronizar Pages, Numbers y Keynote con iCloud; o Onedrive, la nube de almacenamiento de archivos de Microsoft, que permite compartirlos y colaborar en tiempo real.

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Es importante ser fiel a los horarios que tenemos en el trabajo. Si no, corremos el riesgo de relajarnos durante la jornada y tener que alargarla para cumplir con las tareas pendientes.

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Para despejarse es conveniente hacer las mismas pausas a las que estamos acostumbrados en la oficina.

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Teletrabajando tenemos más a mano el frigorífico y podemos caer en la tentación de visitar la cocina más a menudo. Una mala alimentación también puede repercutir en nuestra concentración. Por no hablar de la siesta que puede apetecer en el caso de hacer una comida copiosa. Y eso no conviene…

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Tenemos que olvidarnos del WhatsApp y las redes sociales hasta que se termine la jornada laboral. Y si es posible, hay que mantener activo sólo el mail y el móvil del trabajo.

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Debemos seguir manteniendo una relación fluida con los compañeros. Para no desconcentrarnos cada poco tiempo, es mejor fijar una hora determinada para hacer reuniones a través de videollamadas en aplicaciones como Skype o Zoom.

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Es aconsejable pedir a las personas con las que se conviva el respeto hacia nuestro horario y nuestro lugar de trabajo. Es importante que sean conscientes de que, aunque se trabaje desde casa, no hay una disponibilidad plena para otros asuntos.

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En el caso de tener niños en casa, hay que intentar que entiendan la situación y mantenerlos ocupados durante el tiempo que estemos trabajando. Y siempre que se pueda, aprovechar las oportunidades que ofrece el teletrabajo a la hora de conciliar.

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Muchas mascotas no entienden que estemos tanto tiempo en casa sin hacerles caso. Demandan cariño y a veces es imposible resistirse a jugar un rato con ellos. Por eso, es mejor mantenerlos alejados del lugar en el que estemos trabajando. (Además: Cómo convivir con animales durante la crisis del coronavirus)

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Estando en casa, es fácil caer en la tentación de aprovechar para poner la lavadora, cocinar o vaciar el lavavajillas, pero, si queremos evitar distracciones, es mejor dejar las labores domésticas para otro momento.

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En los tiempos de descanso, no hay que usar el mismo ordenador con el que teletrabajamos. Así conseguimos diferenciar y romper mentalmente con la jornada laboral.

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Hacer otras actividades es importante para mantener el ánimo. Hay que reservar tiempo para nuestros hobbies o para hacer deporte en la medida de lo posible.

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