En el adiós a Monica Vitti: una diva diferente del cine italiano
El 2 de febrero de 2022 quedará marcado como día de luto para el cine italiano. Se ha ido una de sus grandes estrellas. Apasionada, irreverente, bella e inmensamente talentosa, Monica Vitti supo interpretar a cualquier mujer sin dejar de ser ella misma. Su fallecimiento deja un profundo vacío. Tenía 90 años.
Incapaz de dar la noticia, Roberto Russo, esposo de Monica Vitti, le pidió a un íntimo amigo de la familia, el ex alcalde de Roma Walter Veltroni, que lo hiciera oficial y así fue. La noticia se conoció a través de Twitter.: “Roberto Russo, su pareja de todos estos años, me pide que comunique que Mónica Vitti ya no está. Lo hago con dolor, cariño y pesar”. Un dolor, cariño y pesar que ha compartido toda Italia.
Monica Vitti se había alejado de los focos en 2001, debido a una enfermedad degenerativa. Su última aparición pública fue ese año, con motivo de su visita al Quirinale. Es decir, el siglo XXI ha sido de completo anonimato para la actriz.
Monica Vitti, cuyo nombre real era Maria Luisa Ceciarelli, rodó 55 películas en 35 años de carrera. Su talento cruzó fronteras y así lo demuestra un espectacular palmarés de premios que incluye 12 Globos de Oro, el Oso de Plata de la Berlinale o la Concha de Plata del Festival de Cine de San Sebastián, entre otros muchos.
(En la foto: Monica Vitti en el Festival de Cine de Cannes)
Curiosamente, Monica Vitti ni tenía pensado dedicarse al cine. Según cuenta el diario La Repubblica, su acercamiento a la gran pantalla fue casual y ocurrió durante el rodaje de 'El grito' (1957), película en la que doblaba al personaje de... ¡Dorian Gray! Un gran director la vio en acción y le espetó: "Tienes una nuca preciosa, podrías ser actriz". ¿Quién era ese gran director y qué supuso en su vida?
Este gran director fue Michelangelo Antonioni (con Monica Vitti en la imagen) de quien la actriz se convirtió en musa y pareja. De 1960 a 1962 Antonioni la convirtió en protagonista de su trilogía: 'La Aventura', 'La Noche' y 'El Eclipse'. Ambos alcanzaron fama internacional y, de hecho, volverían a trabajar juntos en 'El Desierto Rojo' (1964), por el que el director se llevó el León de Oro en el Festival de Cine de Berlín.
A finales de los 60, Antonioni y Monica Vitti tomaron caminos diferentes, pero se separaron en buenos términos. Es más, fueron vecinos de edificio durante un tiempo tras su ruptura.
(En la foto: Monica Vitti y Michelangelo Antonioni en el Festival de Cine de Cannes, en 1982)
Con el fin de la relación con Antonioni, Monica Vitti se acerca al mundo de la comedia italiana. Es precisamente en este período cuando la actriz romana se convierte verdaderamente en la Monica Vitti que todo el mundo recordará: la gran musa de la comedia all' italiana.
La comedia italiana representa para la actriz la oportunidad ideal para dar rienda suelta a su gran talento y su indiscutible vis cómica.
(En la foto: Monica Vitti en 'La chica de la pistola' de 1968)
Algunos de sus mayores éxitos se remontan a estos años, como 'La chica de la pistola' (1968) dirigida por Mario Monicelli (con ella en la foto) o 'Amor Mío, Ayúdame' (1969) de Alberto Sordi.
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El éxito de la película rodada con Monicelli conduce a Monica Vitti a rodar con los directores más importantes de la época, como Ettore Scola, Dino Risi, Nanni Loy y Luigi Comencini. Con ellos, Mónica Vitti logra un éxito sensacional y se convierte en la actriz más solicitada del momento en Italia: es su consagración definitiva.
En paralelo a su éxito, desde finales de los 60 se comienza a forjar su asociación artística con Alberto Sordi (en la foto), su alter ego masculino. Coincidieron por primera vez en 1969, en 'Amor Mío, Ayúdame', pero fue en 1973, con la comedia musical 'Esa Rubia es Mía' (Polvere di Stelle), donde harán historia con una de las mejores parejas cómicas de la historia del cine italiano. Química pura en pantalla.
También en los años 70, Monica Vitti conmovió Italia con su papel de 'Teresa la Ladrona' (1973), en la película homónima dirigida por su pareja de entonces, Carlo Di Palma, exdirector de Fotografía de Antonioni. Monica Vitti deja claro que es un talento descomunal, sea el género que sea.
Querida por el público y aclamada por la crítica, hasta la televisión empieza a cortejarla. Es famosa su participación en el espectáculo "Milleluci" en el que se une a Mina y Raffaella Carrà cantando "Bellezas en el baño". Monica Vitti, por supuesto, sabe hacer de todo. Y todo bien.
(En la foto: Raffaella Carrà y Mina, presentadoras de Milleluci)
En la década de 1980, Monica Vitti redujo su ritmo de trabajo y apareció solo en algunas películas, muy seleccionadas y casi todas dirigidas por su pareja definitiva, Roberto Russo.
(En la foto: Monica Vitti y Jack Nicholson)
En 1990, Monica Vitti decide probar como directora con 'Scandalo Segreto', cinta que le valió la nominación al David di Donatello y al Nastri d'Argento. Ya en 1995, en Venecia: el Festival de Cine le concederá el León de Oro como reconocimiento a su excepcional trayectoria.
'Scandalo Segreto' sería la última película de Monica Vitti. Es más, a partir de ese momento, cambió el cine por la literatura, publicando ''Sette Sottane' (1993) y 'La cama es una rosa' (1995).
Monica Vitti se alejó del público, de forma definitiva, en 2001, debido a una enfermedad muy similar al Alzheimer y que llevaba afectándola desde relativamente joven. Su marido Roberto Russo, recientemente, confesó a las páginas del "Corriere della Sera" las dificultades que ha pasado la actriz en los últimos años: "Hablamos con los ojos. Tiene un mal de Alzheimer que se infiltra y desmorona la memoria".
Y son sus ojos, los mismos con los que se comunicaba con su marido, los que el mundo siempre recordará. "¿El secreto de mi comedia? La rebeldía ante la angustia, la tristeza y la melancolía de la vida", dijo. Descanse en paz.