Historia y muerte de Robert Durst, el millonario al que un documental reveló como asesino
Murió Robert Durst. Lo hizo en un hospital penitenciario de California, donde cumplía cadena perpetua por el asesinato de su mejor amiga, Susan Berman, en el año 2000.
Dock De Guerin, abogado del estrambótico y extraño multimillonario neoyorquino, confirmó que la muerte fue por causas naturales.
A sus 78 años, el heredero de una de las grandes fortunas inmobiliarias de Nueva York, la Organización Durst, sumaba varias condiciones complicadas, pero fue el cáncer de vejiga, agravado por el Covid-19, lo que finalmente le sesgó la vida.
Una vida que Robert Durst vivió de forma extraña y en la que llegó a ser acusado de hasta tres asesinatos, aunque sólo condenado por uno de ellos.
Una vida digna de películas que, sin embargo, fue recogida en uno de los mejores documentales de la historia: 'The Jinx'
Andrew Jarecki, en 2015, lanzaba uno de los documentales que sentaría las bases del éxito actual del género 'True Crime'.
Un documental de una calidad exquisita, adorado por público y crítica (8,6 en iMDb) y en el que participó el propio Robert Durst, en un ejercicio de narcisismo y egolatría que sería su perdición.
Y es que Robert Durst, tras controlar hasta el último momento su discurso y sus palabras durante horas y horas de entrevistas, cometería un fallo en el último momento que sería clave para acabar condenado: confesó sus crímenes a un micrófono abierto
"¿Pero qué demonios hice?", se llega a preguntar a sí mismo para, acto seguido, responder de forma tajante. "Los maté a todos, por supuesto".
Esta conversación consigo mismo es historia de la televisión y fue clave para que Robert Durst pudiera ser juzgado y condenado.
Horas antes del estreno del último capítulo de 'The Jinx', las autoridades arrestaron a Robert Durst en Nueva Orleans. Andrew Jarecki les había remitido la confesión del multimillonario, antes de que fuera estrenada.
Esta confesión se admitió como prueba en el juicio que le acabaría condenando a cadena perpetua.
Los responsables de la investigación señalaron a Robert Durst como un "psicópata narcisista", tal y como recogía 'Variety' durante el juicio.
La sentencia de cadena perpetua para Robert Durst fue por quitar la vida a Susan Berman en el año 2000 pero, el motivo que le habría llevado a cometer este crimen, sería otro presunto asesinato cometido en 1982: el de su esposa, Kathleen McCormack, quien desapareció sin dejar rastro hace 40 años y fue dada por muerta en 2017.
El multimillonario habría abatido de un disparo en la cabeza a su Susan Berman, en su casa de Beverly Hills, tras enterarse que ésta iba a declarar contra su amigo
Tras la muerte de Susan Berman, tal y como se relata en 'The Jinx', Robert Durst huiría a un cochambroso apartamento en Galveston, Texas, donde se hizo pasar por una mujer muda.
En ese periodo hizo amistado con Morris Black, un vecino al que también habría acabado matando de un disparo y por lo que fue juzgado.
Un juzgado de Texas absolvió a Robert Durst, declarándole inocente y dando por buena su versión de que todo fue en defensa propia.
Todo a pesar de que Morris Black fue encontrado flotando en la bahía de Galveston, descuartizado.
La Fiscalía acusaba al multimillonario de asesinar a su vecino para robarle la identidad y así esquivar sus problemas con la Justicia.
Finalmente, el capítulo final de 'The Jinx' y la inesperada confesión de Robert Durst, fueron los hechos que permitieron reabrir el caso y condenarle por el asesinato de Susan Berman.
Arrestado en Nueva Orleans, en marzo de 2015, el multimillonario había sido condenado a cadena perpetua a finales de 2020.
Esta rocambolescas y casi increíble historia está contada, de forma maravillosa, en la docuserie 'The Jinx' de HBO Max. Altamente recomendable.