Laura Bozzo enciende las redes con sus últimas fotos
La presentadora peruana ha vuelto a incendiar las redes sociales con estas últimas imágenes en las que presume cuerpo y nuevo modelito.
Las imágenes han causado opiniones divididas, ya que mientras algunos criticaron a la presentadora al asegurar que ya no tenía edad para vestir y posar de tal manera, muchos otros aplaudieron su belleza.
Pero a favor o en contra, lo cierto es que Laura Bozzo se mantiene en el punto de mira del mundo del entretenimiento, ya sea por sus imágenes, polémicas o participación en programas. Pero, ¿sabes cómo era en los inicios de su carrera?
Cuando era jovencita era muy alta, actualmente mide 1.76 metros, y eso le causaba muchos problemas en la primaria, al grado de que le hacían bullying.
Ahora, Laura Bozzo es una de las conductoras más conocidas en Latinoamérica, lo mismo por ser presentadora de shows exitosos que por todos los escándalos en los que ha estado metida a lo largo de su vida.
Laura Bozzo participó en “La Casa de los Famosos”, donde ofreció un concurso bastante polémico debido a los constantes enfrentamientos con sus compañeros.
Por supuesto, el público ha sido testigo, a través de los años, de los cambios físicos de la presentadora de 70 años, pues nació en Callao, Perú, el 19 de agosto de 1952.
“Era muy alta y mi cuerpo raro, porque tengo un cuerpito y unas piernas más largas que no se qué; entonces, sí era el objeto de burla de todo el mundo en la escuela (…). Me decían columna horrenda, pájaro loco, una cosa de terror. Sufrí mucho de bullying en la escuela”, contó Bozzo al periodista Gustavo Adolfo Infante.
Laura indicó que, como no tenía amigos y por todo le que le decían, le destruyeron la autoestima y era una persona muy acomplejada, porque se sentía fea y rara. Incluso, a la edad de 7 u 8 años, le pedía a Dios que le hiciera favor de cambiarle la cara.
Después en la secundaria, la peruana decidió cambiar y ya no se escondía, sino que se convirtió en la salvaje de la escuela y así logró ser la chica más popular del colegio y recobrar la confianza en sí misma.
Luego en la Universidad, Laura era una dirigente, asistía a las marchas y se volvió una chica revolucionaria de izquierda. “Nuevamente me capturaron en una marcha y me mandan a estudiar a Venezuela, por eso luego termino en la Universidad Central de Venezuela”, contó la conductora, quien es abogada y tiene un doctorado en Derecho y Ciencias Políticas.
Antes de la televisión, Laura estuvo metida en el mundo de la política y comenzó a apoyar muchos programas sociales.
Después la invitaron, en 1998, a participar en el programa “Las Mujeres Tienen la Palabra”, y luego a dirigir el talk show “Intimidades”, y le gustó mucho porque le gustaba ayudar a la gente.
De ahí llegó su popular programa “Laura en América”, donde usó sus conocimientos de abogada para ayudar a la gente, se volvió un éxito en Perú y después llegó a todo el mundo.
En ese momento, Laura tuvo una transformación física total, pues se tiñó el cabello de rubio. Y al llegar a trabajar a México, ya se había sometido a algunos arreglos estéticos, como una rinoplastia y levantamiento de párpados.
Y aunque por muchos años disfrutó de las mieles del éxito, también tuvo muchos problemas con el fisco en su país y en México, lo que la hizo estar en medio de un escándalo. Incluso, tenía una orden de aprehensión en su contra.
Conocida por su frase “Que pase el desgraciado”, Laura nunca ha tenido problemas en contar qué cambios físicos ha tenido. Eso sí, aunque sí se ha hecho arreglos, ella siempre ha comentado que es una fan del ejercicio y las rutinas para mantener la figura.
La conductora también ha comentado que se hizo una mamoplastia para tener senos más grandes y una “especie de lipo” en las rodillas, indicó el sitio RCN Radio.
“A mí me encanta operarme, te lo digo con toda sinceridad. ¿Y cuál es el problema si uno quiere ser como le gusta? Yo no le encuentro nada malo a operarse y a hacerse cirugías y a querer parecer otra persona…
“…Yo tenía un tabique que era así, por el cual me hacían bullying en la escuela. Que si las piernas eran de columna y mi nariz tenía un caballete así y yo tenía las cejas unidas. Tenía limones (en el pecho), era plana (…), así que a mí sí me gustan (las cirugías)”, contó Laura en el 2020 durante una entrevista que le hizo su hija Victoria de la Fuente.
En el rostro, la peruana se ha inyectado colágeno, plasma y células madre, y también ha recurrido a los hilos rusos para tensar sus mejillas y pómulos.
Y aunque ya ha pasado el tiempo, Laura siempre ha dicho que está muy orgullosa de su físico y de cómo luce actualmente.
“Tampoco es hacer el ridículo y querer aparentar 30 años cuando no los tengo. Que te suavicen el rostro sí, pero sin caer en el ridículo”, indicó a una presentadora colombiana.