Pedro Sánchez, el presidente de España que casi renuncia por amor
Fue el pasado 24 de abril cuando, en un inesperado giro de los acontecimientos políticos de España (que últimamente no son pocos), el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, daba la sorpresa anunciando su posible dimisión tras cinco días de meditación. Y todo por amor...
No en vano el jefe del Ejecutivo creyó que había llegado al límite de sus fuerzas y en una inédita carta escrita a la ciudadanía, explicó que durante años viene sufriendo un acoso y derribo que también ha acabado afectando a su familia. Es por ello que, tras la investigación judicial (basada en sus palabras en mentiras y desinformación de la derecha) contra su esposa, Begoña Gómez, por tráfico de influencias, decidía tomar la decisión de parar para tomar la decisión sobre seguir o no al frente del Gobierno de España.
“No me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también”
¿Y cómo se inició esa historia de amor que Pedro Sánchez no ha dudado en defender a capa y espada?
Podría decirse, por lo que ellos mismos han contado en distintas entrevistas, que lo suyo fue un flechazo que se dio, a principios del año 2000, en el cumpleaños de un amigo en común, que se celebraba en un chalet madrileño.
Pedro Sánchez ha contado que por aquel entonces era todo un ligón y, aunque no tenía dotes de bailarín, tiraba de labia para conquistar a las chicas.
Parece que fue él el primero en fijarse en ella: “No sabes la tabarra que le di, tuve que empeñarme mucho, me lo puso muy difícil”, le contó en 2015 el presidente en una entrevista a Bertín Osborne en el programa 'En la tuya o en la mía'.
Al final, Pedro Sánchez acabó por ganarse el corazón de Begoña. "Tiene muchos detalles. Incluso cuando te ve un poco agobiada por el trabajo y demás te propone salir a cenar o te prepara un momento especial", le contó en una ocasión Begoña Gómez a Susanna Griso.
Al poco de conocerse se fueron a vivir al piso de ella en el madrileño barrio de La Latina y en el año 2005 llegó al mundo su primera hija, Ainhoa. Un año más tarde, la socialista malagueña Trinidad Jiménez ofició se boda civil en el Hipódromo de la Zarzuela. Y en el 2007 nacía Carlota, su segunda hija.
Hasta que se convirtió en presidente del Gobierno la familia formada por Pedro Sánchez y Begoña Gómez vivió en una casa que ambos habían comprado en 2008 en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Y los veranos los pasaban en su segunda residencia en Mojácar (Almería), en un piso que el político socialista compró en 2001.
Más de dos décadas después, la chispa sigue encendida en la relación de Pedro Sánchez y Begoña Gómez, que comparten aficiones como la lectura o practicar deporte.
En su primera entrevista, concedida a TVE, tras conocerse que finalmente no dimitirá, el presidente Sánchez contaba que, tras leer la carta, su esposa le dijo que no dimitiera, pero él estaba dispuesto a hacerlo por amor. ¿O en el fondo se trataba de otra cosa tal y como apuntan sus adversarios políticos?
Foto: RTVE
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