Guerra y otras predicciones para 2022 de adivinos y profetas

Queremos conocer qué nos depara el futuro y en todas las épocas y culturas se ha recurrido a las visiones de lo venidero realizadas por profetas, santos, gurús...  Y, sí, claro, los profetas hablaron de una guerra como la que ya estamos sufriendo. Pero ¿cuándo el mundo no estuvo en guerra? He aquí una selección de predicciones para 2022 y más allá.

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Desde la lejana Rusia llegan las predicciones, hechas hace más de un siglo, del anciano Nectarius de Optina. Según cuenta el mito, el mismo Dios se le apareció en sueños para anunciar el fin de la humanidad en el año 22. Al vivir a principios del siglo XX, pensó que esto ocurriría en 1922. Obviamente, no fue así. ¿Será en 2022 cuando esta profecía se cumpla? Confiemos en que no.

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Michel Nostradamus también fijó en 2022 el año en que habría tres días de oscuridad total. De forma complementaria, otros videntes se sumaron a esta teoría, añadiendo que durante esos días caería sobre el planeta una lluvia de fuego.

En principio, si el mundo se acaba en 2022, no habría que preocuparse por el año siguiente. Pero, por si las predicciones fallaran, el mundo debe saber que Nostradamus aventuró una gran crisis económica. De llegar, sería la tercera gran recesión en dos décadas, así que más que una predicción, podríamos hablar de una tradición.

Vasily Nemchin, un vidente medieval, predijo el llamado Pequeño Apocalipsis para el año 2023. No especificó cuál sería, así que se puede presentar de la forma menos esperada. O no hacerlo. Y es que, según cuenta la leyenda, este personaje pudo ser inventado por famosos astrólogos rusos a finales del siglo XX.

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Y si el Pequeño Apocalipsis no es demasiado grande, algunos profetas ortodoxos hablan de 2025 como el año en que la humanidad será abordada por los alienígenas. Obviamente, no será una visita de cortesía, sino con objetivos colonizadores.

El físico austriaco Heinz Von Foerster (1911 - 2002) calculó con un presunto método científico, que el fin del mundo se produciría en 2026. En paralelo, Nostadamus escribió en sus cuartetas que los tartarianos se convertirán en uno de los países más influyentes del mundo, ya que descubrirán un elemento muy valioso para todo el mundo en las entrañas de su tierra. Va a ser un 2026 interesante.

La famosa adivina búlgara Baba Vanga predijo, hace décadas, que la humanidad en 2028 exploraría los planetas más cercanos a la tierra: Marte y Venus. Uno de los posibles impulsos para esto será el desarrollo e implementación de una nueva fuente de energía que se inventará en la tierra. A Elon Musk le gusta esto.

Esta nueva fuente de energía ha enfrenado dos versiones de famosos videntes. Por un lado, Baba Vanga creía que la nueva fuente de energía estaría asociada a reacciones nucleares. Por otro lado, Michel Nostradamus sugirió que se trataría de ondas sonoras. Sin embargo, es posible que ambos recursos energéticos se utilicen ampliamente. Pero también que en 2028 llevemos tres años extinguidos, quién sabe.

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Raymond Kurzweil es un renombrado inventor de Estados Unidos. Entre sus hallazgos están varios sistemas de reconocimiento de voz y también es famoso por sus predicciones científicas sobre la llegada de la inteligencia artificial, Internet y la realidad virtual. Sus "profecias" son sorprendentemente precisas aunque, en este caso, es posible que la tecnología se adelante a su predicción.

Ya en el siglo pasado, predijo la invención de las computadoras personales, Internet y un sistema inalámbrico de transmisión de información local. Según el científico, en 2029 la inteligencia artificial se introducirá de lleno en nuestra vida cotidiana.

Raymon Kurzweil augura para 2030 la completa transición de la humanidad a las tecnologías de Internet y los productos de inteligencia artificial, lo que supondrá una inmersión casi total en la realidad virtual. La cantidad y calidad de las conexiones sociales reales cambiará. La comunicación reemplazará al mundo de la informática.

El mismo Raymond Kurzweil anuncia una revolución científica en el campo de la medicina y los trasplantes para 2031, año en el que muchas clínicas en el mundo tendrán acceso a equipos que podrán clonar órganos humanos para trasplantarlos a humanos.

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