Conoce algunos de los cementerios más escalofriantes de América Latina
Algunas veces por albergar los restos de personas que murieron en el lugar, otras por su hacinamiento, otros quizá por que cuentan con códigos QR para obtener información de su "habitante"; éstos son algunos de los cementerios que pueden ser catalogados como los más escalofriantes de Latinoamérica.
Recorrer los caminos con la mirada obstaculizada por la altura de los mausoleos no deja de ser inquietante en este cementerio, ubicado en la capital argentina. En él se encuentran restos de personalidades ilustres de esta nación de Sudamérica, como los de Eva Perón, Facundo Quiroga, Juan Bautista Alberdi, Adolfo Bioy Casares y Raúl Alfonsín, por ello es incluso ya un lugar turístico. Se construyó en 1822, tiene más de 90 bóvedas, declaradas Monumento Histórico Nacional y debe su nombre a que en el barrio se encontraba el convento de los monjes recoleto.
No es un cementerio común, pues los cuerpos no están enterrados bajo tierra, sino en la superficie, cubiertos de tierra y de flores, y dispuestos en torno a una antigua iglesia abandonada. En el portal Tripadvisor hay opiniones que reflejan la experiencia al visitarlo. El visitante Alberto Garbaez dijo que el lugar puede ser algo espeluznante; en tanto, otra persona identificada como Nifebo explicó que, tras seis meses de sepultar el cadáver, éste se exhuma y se incinera, y en el sitio sólo se queda la cruz, cuyo color será de acuerdo a la edad de la persona fallecida. Las negras son para adultos, las verdes y celestes para los jóvenes, y las blancas para niños. Se recomienda visitarlo con guía para que detalle las tradiciones del pueblo chamula.
Fue inaugurado en 1821, tiene 86 hectáreas y en él hay cerca de 2 millones de difuntos, entre ellos personajes relevantes de la historia de Chile. Hay mausoleos de estilo egipcio, griego, mesoamericano, gótico y morisco. De él hay, al menos, cinco leyendas, como la de La Llorana de la Capilla Verde, sobre una mujer que sigue buscando a sus hijos, y la de La Chaqueta, sobre un taxista que prestó la suya a una joven que lo abordó cerca del cementerio y que para regresársela le dio la dirección Los Naranjos 1245, calle que, años más tarde, supo estaba en el cementerio. Al acudir halló ahí su prenda.
"Espeluznante” y, a la vez, una experiencia que “vale la pena” vivir dijo en 2018 sobre este sitio, la bloguera Amy Wine, en su blog Amy’s Crypt. En los años 1800, trabajadores del pueblo minero La Noria, hoy un lugar fantasma, morían por las condiciones laborales inhumanas que prevalecían en la mina, y eran enterrados de improviso en este punto, en pleno desierto de Atacama, que a la larga se convertiría en un cementerio, donde ahora las tumbas se notan profanadas y saqueadas, como da cuenta el video que subió la australiana a su blog. En el área no sólo hay cruces y lápidas desperdigadas, sino también esqueletos humanos.
Foto: Youtube AmysCrypt
Inaugurado en 1808, es el cementerio más antiguo del país, el primero de la ciudad y el primero municipal de Latinoamérica. Cuenta con 766 mausoleos, 220 mil nichos, 320 esculturas y 92 monumentos históricos de los siglos 19 y 20. Se pueden visitar el pabellón de los suicidas, las tumbas de las brujas y de las hechiceras. Es el sitio preferido de brujos y chamanes.
Ubicado en el extremo sur del país, dirían en el fin del mundo, se encuentra este camposanto donde miles de tumbas sin nombres de gente de pueblos originarios convergen con mausoleos de europeos colonizadores que cometieron genocidio por sus negocios bovinos.
Se encuentra en La Paz, una de las dos capitales del país. Lo más aterrador del lugar, inaugurado en 1826, son las paredes que encierran sus caminos, llenas de nichos, uno sobre el otro. Los pisos de los mismos son de hasta seis niveles y de origen romano. Estas construcciones encierran escalofriantes leyendas, como la de Ana Paredes, la primera huésped del panteón y quien, dicen, vestida de negro se para en la puerta del cementerio mirando hacia adentro; la gente que la ve, no se acerca, sólo pasa de largo y reza por ella.
Fue fundado en 1835 y significó una de las primeras necrópolis de la capital uruguaya. Aquí se hallan sepultados mandatarios y políticos. Sin embargo, fue la imagen de un niño "fantasma", captada en 2016 en una fotografía por una estudiante, la que captó más la atención de todo el país hacia este camposanto, e, incluso, motivó una demanda legal por parte de la familia del presunto pequeño, fallecido en un accidente 44 años antes. Él fue reconocido porque la imagen se hizo viral gracias a los medios de comunicación y a los apellidos del mausoleo donde la imagen fue capturada.
Es el más antiguo de la ciudad, fue abierto en 1836 y declarado monumento nacional en 1984. Debido a que ha sido sede por años de personas que acuden a él para realizar rituales vudú o para colocar muñecos punzados con alfileres, se dice que la carga energética que lo anterior ha producido ha desencadenado actividad paranormal en él, como gritos y la aparición, cuentan, de entes y fantasmas.
Ubicada en Asunción, esta necrópolis fue inaugurada en 1842, tiene 17 hectáreas y 18 mil tumbas. Ha ido adquiriendo un aspecto tétrico a medida que ha pasado el tiempo y ha sufrido deterioros. Entre otras cosas, se pueden ver tumbas abiertas, estatuas rotas, rajaduras estructurales, entre otras cosass.