Julián Gil y Marjorie de Sousa: historia de un interminable conflicto
Lo que parecía ser una bella historia de amor entre Julián Gil y Marjorie de Sousa, terminó por ser una batalla campal mediática y legal que ha perdurado años y que, pese a existir una orden dictada por un juez, las inconformidades y sentimientos continúan a flor de piel de sus protagonistas. Por ello, de vez en cuando, la pareja vuelve a protagonizar un cruce de palabras que reaviva su mala relación. El último en hacerlo ha sido Julián Gil.
Julián Gil realizó una transmisión a través de sus redes sociales donde reafirmó que él no renunció a la patria protestad de su hijo, sino que le fue arrebatada. El actor aseguró que perdió la batalla legal por artimañas que se realizaron en su caso y que le imposibilitaron seguir adelante.
Julián Gil volvió recalcó que actualmente no tiene ningún derecho sobre el niño, pero continúa con sus obligaciones de pagar por su manutención. Además, señaló que en su momento se alegó que no podía mantener relación con el niño por cuestiones de salud y, aunque actualmente el niño está sano, el actor sigue sin poder verlo. Una situación para la que Julián Gil no encuentra lógica ni consuelo.
El conflicto entre Julián Gil y Marjorie de Sousa llegó a su fin cuando un juez de México dictaminó que seria Marjorie de Sousa la única responsable de pequeño Matias. Es decir, Julián Gil perdería la patria protestad del pequeño, aunque deberá continuar pagando la manutención que corresponde al 20% de sus ingresos totales.
“Julián perdió y legalmente no tendrá acceso a su hijo. Legalmente no podrá visitarlo y no podrá ser parte de las decisiones tomadas sobre él, ni de escuela, ni médicos o país donde viva, ni mucho menos cuándo ni a dónde pueda viajar”, explicaban en el programa 'El Gordo y la Flaca'.
Para muchos, Marjorie de Sousa y Julián Gil eran la pareja perfecta, al grado de que estaban por formar una linda familia cuando anunciaron que la actriz estaba embarazada.
Y aunque las cosas no terminaron bien, la realidad es que a mediados de 2016 estaban felices porque habían retomado su noviazgo, ya que habían andado en 2010.
En agosto de 2016, la pareja anunció felizmente que estaban esperando un hijo: el primero para ella, y el tercero para él, quien ya tenía dos de una relación pasada. Todo parecía un cuento de hadas, pues hasta hubo propuesta de matrimonio y vivían juntos.
Así, el 27 de enero de 2017, nació su hijo, Matías Gregorio.
Pero luego algo desconcertante pasó, el actor se fue de vacaciones a Japón con sus hijos mayores, Nicole y Julián, dejando en casa a Marjorie y su bebé de menos de dos meses de nacido.
Algo comenzaba a estar mal y empezaron los rumores sobre los problemas en la pareja. Al poco tiempo, la venezolana confirmaba su separación, en abril de 2017. Ahí comenzó la guerra...
A través de un comunicado, Marjorie dijo que trató de dialogar con su ex, pero no hubo respuesta, así que decidió emprender acciones legales para ver las cuestiones de manutención y custodia.
En el cruce de declaraciones, Julián Gil revelaba que una relación nunca podía ser de tres, desatando así los rumores de que la actriz tal vez lo había engañado. Fue entonces cuando el nombre de Gabriel Soto sonó como parte del conflicto.
Y es que antes de que Marjorie y Julián regresaran, la actriz estuvo envuelta en una polémica con Gabriel Soto a partir de la filtración de una fotos donde se veía al actor cargando a Marjorie en la playa, pese a que este estaba casado con la actriz Geraldine Bazán. Ambos negaron las difamaciones, pero la gente hablaba.
Al final, se supo que Julián Gil se refería a la madre de la actriz, porque supuestamente se metía en su relación, pero ese “golpe” afectó aún más la situación que ya era de por sí complicada.
El 4 de mayo de 2017 salieron a la luz las exigencias económicas que Marjorie le hacía a Julián Gil para la manutención de Matías. En total, la cantidad sumaba 10 mil dólares mensuales, pues pedía una nana, seguro médico, chofer y hasta un plan de ahorro para estudios.
Además, en su demanda, la venezolana lo acusó de ser violento, consumir sustancias y aportar muy poco para la manutención de su hijo.
Por supuesto, Julián no recibió de la mejor manera las acusaciones y afirmó que la actriz lo estaba difamando y quería dañar su imagen. Además, comenzó un juicio para tratar de disminuir el monto de la pensión de su hijo, que en ese momento era del 20 por ciento de su sueldo.
En mayo de 2017, por disposición de un juez de los tribunales de la Ciudad de México, se fijó que Julián sólo podía ver al pequeño una hora a la semana, bajo supervisión y los días viernes.
Posteriormente, el 1 de junio de 2017, Matías tuvo una crisis respiratoria debido al reflujo que padecía, y Marjorie llamó al 911 para solicitar ayuda.
Después, la venezolana le reprochó a su expareja no haber estado al pendiente de su hijo ese día. Pero él se defendió diciendo que jamás le informaron de lo sucedió y hasta mostró sus conversaciones con Marjorie para exponerla.
En junio de 2017, la actriz retiró la demanda en la que aseguraba que el actor era una persona violenta y adicta a sustancias prohibidas, pero siguió el juicio por manutención.
En julio, Julián acusa a su expareja de dejar a su hijo al cuidado de una nana por viajar al extranjero.
Tras los hechos, un juez le otorgó al actor el derecho de ver a su hijo en la hora y lugar que él prefiriera, pero Marjorie se amparó y finalmente Gil no pudo gozar del beneficio.
Y es que la venezolana decía que el actor sí podía llevarse al niño pero con su enfermera, debido a sus problemas de salud, cosa que a Julián no le pareció, pues el actor aseguraba que no necesitaba supervisión de nadie.
Por si el conflicto no fuera lo suficientemente grande, el color de ojos de Matías y su tez blanca incentivaron los rumores sobre que tal vez no era hijo de Julián, sino de Gabriel Soto.
En agosto, Marjorie pidió al juez una prueba de paternidad para terminar con las especulaciones, pero su petición fue rechazada.
Sin embargo, Julián interpuso una nueva demanda en la que solicitaba una prueba de ADN para confirmar que él era el papá de Matías, argumentando que sus sospechas se basaban en lo que decían los medios y en que sí existía la posibilidad de que Gabriel fuera el padre.
Tras esto, Julián dijo que él no tenía ninguna duda sobre su paternidad, pero había pedido la prueba por el bien de su hijo, para que estuviera seguro de su origen.
En septiembre, Julián y sus abogados lograron que un juez le redujera el monto de la pensión, pues del 20 por ciento de su salario generado en México, ahora sólo debía otorgar el 10 por ciento.
El 14 de noviembre de 2017, la justicia falló a favor de Julián sobre la prueba de ADN y autorizó que se hiciera.
Antes de realizar la prueba y durante todos esos meses, el reclamo del actor siempre fue que Marjorie no le dejaba ver a su hijo. Y no le gustaba verlo en el centro de convivencia; de hecho, no asistió en un par de ocasiones debido al trabajo.
El 4 de enero del 2018, se les practicó la prueba de ADN tanto a Julián como a Matías Gregorio, fue de sangre y de saliva.
Y el 19 de enero el misterio terminó: se confirmó que Julián sí es el padre de Matías.
Ante el resultado de la prueba de ADN, Marjorie hace un anuncio que sorprende a todos, pues afirmó que renunciaba a la pensión que le daba Julián.
Julián afirmó que no era posible que Marjorie renunciara a una pensión que no era suya, y que en tal caso, le depositaría el dinero a Matías en el banco.
Después, el protagonista de 'Amar Sin Ley' anunciaba que ya no iría al centro de convivencia a ver a su hijo, porque ni él ni Matías merecían verse en un lugar así.
Y aunque él ya no iba, Marjorie siguió presentando al niño en el centro, asegurando que debía acatar la decisión del juez.
En febrero de ese año, Marjorie presentó ante un notario los cheques que Julián le dio como pensión para su hijo para así desmentir que el dinero lo haya usado en su beneficio y no para el de su hijo.
Para mostrar disposición de querer llegar a un acuerdo, el actor retiró las cuatro demandas penales que tenía contra Marjorie, ella hizo lo mismo, aunque el juicio por manutención y custodia continuaba.
Como Julián no firmaba el pasaporte de Matías, la actriz tuvo que dejarlo en México con su mamá, mientras ella se incorporaba a trabajar para Telemundo en Estados Unidos. Así que viajaba constantemente.
Los abogados de la venezolana afirmaban que Julián podría perder la patria potestad de Matías. Él aseguraba que si la quiere se la da, pues al final aun teniéndola no tiene ningún derecho, sólo obligaciones.
Al final, Julián cambió de opinión y volvió a las visitas semanales en el centro de convivencia el 14 de abril.
Pero hubo un percance, al salir de la visita, el histrión intentó tomarse una foto con Matías, pero un amigo de Marjorie se lo impidió. Y Julián dijo con lágrimas en los ojos, que eso era una falta de respeto.
Tras eso, Marjorie dijo en el programa 'Un Nuevo Día' que no era necesario hacer todo ese show antes las cámaras, que Julián la podía llamar cuando quisiera para tomarse una foto con el niño en su casa.
Julián quiso tomarle la palabra y le escribió que iba a pasar por el niño en la tarde, y ella le dijo que no podía hacerlo pues debían primero ir con el juez. Los mensajes los mostró la hermana del actor, Patty Ramosco.
Así, la dura batalla legal sumaba comentarios y ataques entre Julián Gil y Marjorie de Sousa y el futuro sobre quién obtendría la victoria se veía cada día más lejano.
Fueron constantes las veces en las que el actor se quejó de la poca comunicación y relación que tenía con su hijo debido a toda la situación legal que enfrentaba con Marjorie de Sousa. Incluso, tras el fallecimiento del ex Garibaldi, Xavier Ortiz, el actor lanzó un mensaje tras sentirse identificado: "Papá también puede dar amor", expresó.
Durante el duro proceso, Gil inició una relación con la periodista Valeria Marín.
Por su parte, Sousa ha intentado mantenerse al margen en los últimos meses y enfocarse en su carrera.