15 formas sencillas y rápidas de reducir el estrés y la ansiedad en tu vida diaria

Es una reacción normal y saludable ante los cambios o desafíos de la vida. Sin embargo, cuando el estrés se prolonga por semanas o meses, puede afectar nuestra salud. Así que, ¿por qué no aprender a manejarlo y evitar que nos haga sentir mal? Estas son algunas recomendaciones de Medline Plus.

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El primer paso para manejar el estrés es reconocerlo en nuestra vida. Cada persona experimenta el estrés de manera diferente: tal vez te sientas más irritable, tengas dificultades para dormir, o incluso sientas dolores de cabeza o molestias estomacales. ¿Cuáles son tus señales de estrés? Una vez que las identifiques, estarás más cerca de poder gestionarlo.

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Estas razones se conocen como "tensionantes" y pueden ser la familia, la escuela, el trabajo, las relaciones, el dinero o problemas de salud. Al entender qué te estresa, podrás encontrar maneras de afrontarlo mejor.

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Cuando estamos estresados, a veces recurrimos a comportamientos poco saludables que nos dan una falsa sensación de alivio, como comer en exceso, fumar, beber alcohol o consumir drogas; dormir demasiado o no dormir lo suficiente. Aunque estos hábitos pueden parecer una solución rápida, a la larga pueden ser perjudiciales.

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Hay muchas formas de lidiar con el estrés. Aquí te compartimos sólo algunas de ellas que podrías probar para descubrir cuál se adapta mejor a ti.

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Aceptar que hay cosas fuera de tu control te permitirá dejarlas ir. Por ejemplo, no puedes evitar el tráfico, pero puedes hacer tu trayecto más placentero escuchando un podcast, un audiolibro o música que te hagan sentir mejor.

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Siempre que puedas, escapa de lo que te causa estrés. Si las discusiones familiares se intensifican durante las reuniones, tómate un respiro y sal a dar un paseo o, de plano, no vayas.

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Mantenerse activo es una de las mejores maneras de combatir el estrés. Cuando haces ejercicio, tu cerebro libera endorfinas, las hormoans que te hacen sentir bien. Encuentra una actividad que disfrutes, ya sea caminar, montar en bicicleta o bailar, y dedícale al menos 30 minutos casi todos los días.

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Intenta ver los desafíos de manera más positiva. Reemplaza los pensamientos negativos con otros más optimistas. Por ejemplo, en lugar de pensar “¿por qué siempre me pasa esto?”, intenta cambiarlo por “puedo encontrar una solución”.

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Cuando sientas que el estrés te abruma, dedica tiempo a una actividad que te haga feliz. Puede ser leer un buen libro, escuchar música o salir a cenar con amigos. ¡Haz algo solo para ti cada día!

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Estas pueden ayudar a reducir la tensión diaria. Desde respiraciones profundas y meditación hasta yoga y taichí, hay muchas opciones. Toma una clase o explora libros y videos para aprender.

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No dejes que el estrés afecte tus relaciones. Pasar tiempo con amigos y familiares puede ayudarte a sentirte mejor. Compartir tus problemas con alguien de confianza también puede facilitar su resolución.

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Un buen descanso nocturno te ayudará a pensar con claridad y tener energía. Intenta dormir entre 7 y 9 horas cada noche. Intenta también irte a dormir más temprano de lo habitual.

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Numerosos estudios demuestran que el excesivo tiempo pegado a tu celular, computadora o TV ocasionan estrés, sobre todo antes de dormir, cuando tu cerebro necesita desconectar y dejar de ser estimulado por la luz azul que emiten estos aparatos, con el fin de producir melatonina, la hormona que ayuda a conciliar el sueño y descansar. Así que, apaga todo al menos una hora antes de dormir.

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Comer bien no solo beneficia tu cuerpo, sino también tu mente. Opta por alimentos saludables y evita los snacks azucarados y productos ultra procesados.

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Si te sientes abrumado por las responsabilidades o alguna persona te quiere cargar con obligaciones que no son tuyas, establece límites y no dudes en pedir ayuda cuando la necesites.

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