¿Dónde está el Penacho de Moctezuma?
Esta majestuosa pieza prehispánica está envuelta en la controversia por su estadía -desde que presuntamente salió de México en el siglo 16- en Europa y las solicitudes en varias ocasiones para que sea devuelta a su país y cultura de origen. Entérate del contexto y de las circunstancias por las cuales este deseado objeto está lejos de su patria.
Como su nombre lo indica, el preciado objeto habría pertenecido al gobernante mexica (1466-1520), aunque, según algunos estudiosos del México Prehispánico, no hay certeza histórica de ello ni de que haya sido utilizado por Moctezuma como corona, pues, de acuerdo con el sitio de arte My Modern Met, se cree que pudo haber tenido más bien un fin ceremonial y religioso.
Porque el reinado de Moctezuma fue el que hiciera el primer contacto con la Corona de Castilla, y ello resultaría en la conquista del pueblo mexica por los españoles, bajo el mando de Hernán Cortés, es que se considera que este tlatoani (gobernante mexica) habría dado al capitán español la pieza a modo de una expresión de buena voluntad, y éste último se la habría llevado a Carlos I de España y V de Alemania, de la Casa de Habsburgo, según el portal de arte My Modern Met.
De acuerdo con la revista Arqueología Mexicana, la historia documentada del penacho empieza en 1596 con una descripción de los inventarios de la sucesión hereditaria del archiduqe de Austria Fernando II de Tirol –sobrino de Carlos V-. Es decir, se sabe con certeza que la pieza apareció a finales del siglo 16 en la colección personal del archiduque luego de que éste muriera en 1595, y ha permanecido en Austria desde entonces.
Según la misma publicación, en 1806 el penacho llegó a Viena; en 1819, el arqueólogo y antropólogo austriaco Eduard Von Sacken atribuyó su procedencia a México; en 1878 se envió al Gabinete de Historia Natural; en 1908 es aceptada la interpretación de que es un adorno para la cabeza, y 20 años después se inaugura en la misma ciudad el Museo de Etnología, donde se incorpora a sus colecciones.
El recinto cambia de nombre a Museo del Mundo de Viena, y en 2017 abre de nuevo sus puertas al público. Desde entonces, el penacho es la pieza central de las colecciones americanas.
No obstante en varias ocasiones se ha solicitado la devolución a México de esta joya prehispánica, el gobierno austriaco no ha cedido. En 2011, su par mexicano propuso un trueque por la carroza dorada del Emperador Maximiliano de Habsburgo, que está en exhibición en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, pero no fue posible concretar la negociación.
En 2022, el descendiente de los aztecas Xokonoschtletl Gomora, de México, se manifestó en la plaza de San Esteban en Viena para exigir la devolución de "El Penacho".
El 12 de octubre de 2020, en el marco de los 200 años de la Independencia de México, de los 500 años de la conquista española y los 700 de la fundación de Tenochtitlán, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del entonces Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, transmitió durante una visita a Viena una solicitud para que el famoso tocado azteca fuera devuelto a la nación en préstamo.
En respuesta a la solicitud, el curador del Museo del Mundo de de Viena, Gerard van Bussel, indicó que tendrían que pasar 10 años antes de que el penacho pudiera ser trasladado, pues cualquier vibración en el aire podría destruirlo. “Me gustaría conocer a la persona dispuesta a asumir esa responsabilidad”, expresó.
En 2024, la jurista, investigadora en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y experta en materia de restitución de patrimonio cultural se manifestó a favor de devolver el penacho a México. Tampoco ha habido, hasta el momento, respuesta.
Los artífices del penacho fueron artesanos que se dedicaban a la confección de atavíos y ornamentos compuestos de plumas finas, llamados amantecas. Tiene una altura de 116 cm y un diámetro de 175 cm.
Entre los elementos más valiosos del penacho se encuentran las plumas de quetzal, las cuales poseen un significado espiritual. Estas plumas, junto con las de otras aves autóctonas, crean un efecto visual espectacular que dan prueba de la maestría de los artesanos mexicas.
Tiene más de 222 plumas de quetzal, y, pese a que en la actualidad se dice que está muy deteriorado, su valor estimado por el gobierno austriaco es de 50 millones de dólares, reporta wikipedia.
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El objeto está adornado con elementos de oro finamente engarzados, lo que hace crecer su valor y simboliza la riqueza espiritual y material de los mexicas.
De aquí a que regresa a México esta pieza, símbolo de la identidad y de la historia de la nación mexicana, está la oportunidad de admirar la replica que, en 1939, realizara el artista amanteca Francisco Moctezuma. Visítala en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México.