Habló Pedro Sánchez, dijo que se queda y por la noche en 'El Hormiguero' le hicieron un traje a medida. Los tertulianos a sueldo de Pablo Motos, con el presentador a la cabeza, se lanzaron a degüello contra Pedro Sánchez.

Pablo Motos explicó que "una democracia sin oposición no es democracia, una democracia sin alternancia de poder no es democracia". Y fue más allá.

Se preguntó Motos: "¿Estamos jugando con la democracia? ¿Lo que se pone encima de la mesa ahora es la democracia y unos señores que hay que eliminar".

En la tertulia de 'El Hormiguero' posterior a la comparecencia de Sánchez estuvieron Juan del Val, Rosa Belmonte y Rubén Amón, quienes no ahorraron en adjetivos gruesos: de "llorica" y "depredador" a un irónico "por aquí que no venga".

Tanto Juan del Val como Pablo Motos confesaron que tenían miedo del país que quiere construir Sánchez, sugiriendo que está embarcado en una operación para laminar a sus críticos.

El torrencial Rubén Amón desplegó su habitual discurso de barroca adjetivación y aseguró, poniéndose humorístico y coloquia: "No sé cuánto tiempo vamos a durar. Es que te van a detener a ti y, por tanto a la cuadrilla... ¡A las hormigas os van a decapitar!"

Naturalmente, se mencionó en 'El Hormiguero' a Broncano, cuyo fichaje por parte de TVE es considerado por Rubén Amón como una operación para desactivar a Pablo Motos por sus críticas al Gobierno.

La tertulia de 'El Hormiguero' fue lo que fue (como siempre) pero cabe preguntarse: ¿qué sentido tiene un supuesto debate donde todos están de acuerdo y ni una sola voz defiende al soldado Sánchez?

Sea como sea, Pablo Motos aseguró que "estabamos muy tranquilos con la democracia" hasta que llegó Sánchez.

Pablo Motos se sumó a la fiesta de ataques al presidente del Gobierno en la que, en el día de la no dimisión, participaron otros personajes televisivos como Ana Rosa Quintana y Vicente Vallés.

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